Vitoria clausura una discoteca que ofrecía “chupitos por besos”

“Chupitos por besos”. Ese es el reclamo que ha lanzado la discoteca 'Perseus', en Vitoria para la fiesta que tenía previsto ofrecer en su local mañana sábado. La discoteca publicita la fiesta con un cartel en el que aparece una chica con un top ajustado y escotado con las frases: “Si no me acuerdo, no pasó. Lo que sucede en Perseus se queda en Perseus. Cambiamos besos x chupitos. Te animas...”. Sin embargo, los organizadores se van a quedar con las ganas porque el Ayuntamiento de Vitoria ha anunciado que va a clausurar la discoteca, en este caso por una infracción grave de la Ley de Ruido. Aunque la razón oficial esgrimida por el Consistorio es que la discoteca excede los niveles de ruido autorizados, lo cierto es que ya llevaba varios meses en el punto de mira debido a anteriores fiestas de carácter machista, que también se prohibieron. En

En concreto, el Ayuntamiento impidió el pasado mes de abril a esta discoteca la celebración de la 'Fiesta de la minifalda' en la que anunciaban premios a la prenda más corta y a la más provocativa, y bebidas gratis para las mujeres que acudieran con ella. Y el año pasado, este mismo local tuvo que suspender un concurso de culos de mujeres tras las críticas del Consistorio y del Instituto Vasco de la Mujer-Emakunde. En el caso de la fiesta “Chupitos por besos”, el Ayuntamiento estaba estudiando si incumplía algún precepto de la Ley de Igualdad.

Poco antes del anuncio de la clausura del local, el grupo de Irabazi en el Ayuntamiento de Vitoria, ya había denunciado la fiesta organizada por 'Perseus' porque a su juicio “denigra la imagen de las mujeres, convirtiéndolas en meros objetos sexuales”. Según su portavoz, resulta “inadmisible que en una ciudad donde se trabaja por la igualdad real y contra cualquier tipo de acto sexista se celebren estos eventos donde se convierte a las mujeres en meros objetos sexuales”.

Por su parte, el Ayuntamiento ya había sancionado hasta tres veces a la discoteca por exceso de ruido, pero a la vista de que las multas no han conseguido acabar con las molestias que provoca el local al vecindario se ha optado por la clausura. “El titular de la actividad carece de la más mínima sensibilidad respecto al sufrimiento que de forma continuada vienen padeciendo los vecinos y vecinas cercanos”, ha recalcado el Consistorio.