Objetivo 2012: 0,7% para ayudas a la cooperación al desarrollo. Realidad 2014: 0,34%
“Los recortes del Gobierno vasco, otro año más, ahogan las políticas de cooperación internacional”. La Coordinadora de ONG de Desarrollo de Euskadi ha denunciado la asfixia a la que el Ejecutivo está sometiendo a las organizaciones no gubernamentales. Estos recortes impiden, según la Coordinadora, “que miles de personas vean garantizadas sus necesidades básicas”. Miembros de la Coordinadora se han manifestado frente al Parlamento vasco durante el debate de las enmiendas a la totalidad al proyecto de ley de Presupuestos para 2014 para advertir la rebaja que presentan en la partida de cooperación al desarrollo con relación a las últimas cuentas aprobadas, las de 2012. El proyecto para 2014 recoge 35,1 milllones de euros para solidaridad internacional, lo que supone el 0,34% del presupuesto total y 20 millones menos que en 2012. un 0,34% que queda muy lejos del 0,7% que ya se debía destinar a solidaridad en 2012 según la Ley Vasca de Cooperación (aprobada en 2007).
De aprobarse estos recortes, las políticas de cooperación del Gobierno vasco en niveles de 2006. “Ahora cuando la crisis azota con especial virulencia, es cuando más hay que mostrar los valores que nos han movido”, ha señalado Íñigo Odriozola, portavoz de la Coordinadora, que agrupa a 84 ONG. “No es de recibo que un Gobierno que representa a una sociedad que históricamente se ha mostrado solidaria y comprometida con la lucha contra la pobreza siga sin cumplir una ley aprobada en 2007”.
“Miles de personas de países empobrecidos que, gracias a la cooperación internacional impulsada desde Euskadi, estaban viendo mejoradas sus condiciones de vida están quedando de lado. También se ven afectadas iniciativas de nuestro entorno que buscan la sensibilización de la ciudadanía vasca para lograr un mundo más justo y acciones a favor de una ciudadanía crítica y comprometida con la justicia internacional y la defensa de los derechos humanos”, ha remachado Odriozola.
Vascos solidarios
A pesar de todo, el portavoz de la Coordinadora mantiene que la sociedad vasca sigue siendo solidaria. “Aunque haya una parte que en estos momentos crea que hay que ser más solidarios con los de dentro que con los de fuera, el sentimiento de solidaridad internacional está arraigado entre la ciudadanía. Otra cosa son los partidos. Los políticos le dan importancia a la cooperación en sus discursos, pero no tiene ningún reflejo en sus hechos concretos. Priman otros conceptos. Sin embargo, hay ejemplos de que si hay voluntad política las partidas se pueden mantener. Y las instituciones guipuzcoanas son un ejemplo de ello”.
“La solidaridad”, ha añadido Odriozola, “con las personas más vulnerables es irrenunciable. Acabar con la pobreza y la exclusión es posible y es una obligación ética y política para el cumplimiento de los derechos humanos. Todo ello es posible con unos presupuestos sociales y solidarios”.
