Casi 2.000 condenas se han sustituido en seis meses por trabajos en beneficio de la comunidad
En los seis primeros meses del año, 1.970 personas en Euskadi han visto sustituidas sus condenas por trabajos en beneficio de la comunidad, según ha señalado el Gobierno vasco en una nota de prensa. En la mayor parte de los casos, se trata de delitos relacionados con casos leves de tráfico, o los casos más leves de violencia de género.
Los trabajos en beneficio de la comunidad son penas alternativas para delitos menores y faltas en las que los condenados tienen que llevar a cabo actividades de utilidad pública. Se pueden imponer cuando la pena de prisión no es superior a un año, o en caso de delincuentes no habituales de dos años, o cuando el penado se declare insolvente y no pueda afrontar el pago de la multa impuesta.
En el caso de los 390 penados por delitos leves de tráfico en Euskadi que han visto sus penas conmutadas por trabajos en beneficio de la comunidad, han de acudir a talleres formativos en el ámbito de la seguridad vial. En estos cursos se conciencian sobre la conducción responsable o los peligros del alcohol al volante. También trabajan ayudando a las víctimas de accidentes de tráfico. Estos talleres tienen una duración máxima de seis meses.
En el caso de los 232 condenados por delitos leves de violencia de género, también acuden a programas de reeducación con una duración de entre ocho a diez meses. Por un lado, inciden en la igualdad de género mientras trabajan, al mismo tiempo, en el autocontrol de la violencia.
Las 1.348 penas restantes sustituidas por trabajos en beneficio de la comunidad son muy heterogéneas, aunque destacan las amenazas, los hurtos o las lesiones.
