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Incendios e influencers en Borbonia

La hija de la infanta Elena, Victoria Federica, durante una corrida de toros de la Feria San Isidro en Madrid. EFE/Javier Lizón
22 de julio de 2022 22:31 h

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España es ese lugar al sur de Europa que suele dar pasos de gigante, muchas veces en avance y, en cuanto puede, hacia atrás. En este sentido, ahora que la lavadora de las cloacas mediáticas trabaja al ritmo deseado para dejar lista la colada antes de septiembre, y a punto de iniciarse agosto, ciertos sectores del país intentan retroceder a aquellos tiempos que fueron tan felices. Meses estivales con sus golpes de Estado y el nudo que se fue atando con fuertes lazos bien apretados por cuarenta años y larga prórroga.

Esa España recupera de alguna manera los veraneos de antaño, donde lucía en el NODO una chica llamada Carmencita, hija del mandamás, que luego se daría a la alegre y rentable vida del famoseo. Ahora “la chica de moda”, según dice nada menos que RTVE, es… a ver respiren antes de leer… Victoria Federica de Todos los Santos de Marichalar y Borbón con tratamiento de Excelentísima señora, Grande de España y Dama Divisera Hijadalgo del Ilustre Solar de Tejada. Y eso, con 21 años. Viene de la cuna: trajeron al Palacio Real de Madrid agua del río Jordán para bautizarla. Y es la 5ª en la línea de sucesión al trono de España. Antes está su hermano Froilán y su madre, la Infanta Elena. Y, por supuesto, las hijas del Rey, Leonor y Sofía.

Desde hace algún tiempo a Victoria Federica la tenemos a todas horas en los medios. Están creando un personaje en torno a su figura. Es una influencer, dicen. De moda y estar de moda, y por eso aparece con vestidos llamativos y carísimos y maquillada como una puerta, como define el tópico del exceso. También la llaman “la Royal” y la it girl y aseguran que luce tipazo en bikini, como en campaña, como un montaje. La chica es muy delgada, una tabla, y se le marcan las costillas. Pero si es royal, influencer y Grande de España, lo de tipazo va a misa. Numerosas publicaciones de entre lo más granado del panorama periodístico se apuntaron a similares elogios. Lo que hay que ver.

Victoria Federica solía acudir a festejos de la ultraderecha y fue dotada, como otros cuantos según la investigación, con una fraudulenta tarjeta black para sus múltiples gastos que no le pasó factura alguna. Tuvo un novio DJ, apellidado Bárcenas, sin relación con el extesorero del PP y RTVE nos cuenta que parece haber vuelto con otro anterior, torero. Para colmo de la dicha.

Su éxito crece como la espuma gracias a continuas promociones, pero la coronación mediática le ha llegado esta semana ocupando la portada del Hola. A lomos de un caballo negro con vestido blanco y “tomando las riendas de su vida”, dicen, para formar una familia y ver si le queda tiempo para poder dedicarse a la moda.

Aunque detesto los tópicos, esto es Borbonia pura. La de Juan Carlos, el rey que Franco designó como su sucesor. Victoria Federica es la Carmencita de antaño adaptada a la moda de hoy. Una familia notablemente desestructurada, los Borbones, con varios divorcios y causas por corrupción, que algunos pretender pasar como modélica. Tiene su aquél que esta muchacha sea Grande de España por ejemplo, pero la Grandeza en estas lides monárquicas anda muy devaluada. Y evidencia cómo se puede montar de casi la nada toda una historia de triunfo.

Tanto, tanto, parece poco casual. Algunos se preguntan si será fruto del trabajo del lobby monárquico que quiso juzgar a políticos de izquierda por injurias al rey. Ese señor exonerado de culpas en España que nos anunciaron volvería en junio, pero que tras la visita de un día entero en la Zarzuela parece que pospuso el retorno por tiempo indeterminado y en tupido velo informativo. Lazos entrañables los de esta familia.

Si será Borbonia de Todos los Francos este país que la ultraderecha ha llegado al poder sin gran esfuerzo. Con la ayuda de los medios que, entre sumidero y alcantarillazo, les promocionaban. En tan nefasto momento en Castilla y León, que les han pillado los incendios que no previeron en medios ni el PP, ni ellos, y han dado la cara de lo que son. Con un balance de los dos principales que ya se cifra en el peor de la historia en Zamora

García-Gallardo, el vicepresidente de Vox, ha anunciado las medidas del gobierno para paliar los incendios. Las enumeradas en primer lugar, un concierto para recaudar fondos, ayudas para los afectados en sus actividades turísticas,  entregar un maillot de un ciclista “de renombre” a alcaldes de localidades afectadas por el fuego luego irán sumando otras. La redacción además es de alumno de primaria.

Le han votado personas aparentemente normales. Ni ellas sacarán provecho de esa Borbonia estancada a la que se empeñan en recrecer. Se informa que, sin disimulo siquiera, un grupo de vocales conservadores se consolida como oposición al Gobierno dentro del Poder Judicial, ése que lleva caducado el equivalente a una legislatura completa. La separación de poderes del Estado de Derecho directamente al cuerno. El brazo mediático lo cuenta de otra forma: santos magistrados y magistradas que vigilan los desvaríos del gobierno progresista. Y la fiscalía, librando a todos los chorizos del PP y sus empresas que ya no serán ni presuntos sino directamente honrados ciudadanos. Y TVE, soltando en prime time de telediario noticias de calado sobre este edificante partido.

Casi desde los mismos pozos no resueltos, revienta la política italiana abriendo paso a la fascista Meloni en las preferencias de los votantes. Y vienen grandes restricciones porque hay que pagar la guerra que no se quiso evitar. Vox, con la complicidad del PP de Mañueco, contratará cantantes y ciclistas que vendan sus camisetas, mientras el monte se quema y se lleva hasta vidas por delante. Y Victoria Federica de los Borbones y Todos los Santos se pondrá otro atuendo vistoso para ver si cuela que hasta la moda se viste de Royal en este país de Borbonia con mucho más cuento que hadas y princesas.

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