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Una oportunidad perdida para la igualdad

Teresa Jurado y Mariano Nieto

Cooportavoces de la Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento o Adopción —

El Día del Padre es una buena ocasión para reclamar una contribución igualitaria de los hombres en las tareas de cuidado de menores y dependientes. La mayoría de los hombres y de las mujeres que hemos sido educados en democracia aspiramos a un reparto más igualitario del trabajo remunerado, de las tareas domésticas y de los cuidados, como muestran las encuestas representativas del Centro de Investigaciones Sociológicas. Por otro lado, cada vez más las parejas jóvenes trabajan por igual antes de tener descendencia y ven como deseable un reparto equitativo de lo doméstico. Sin embargo, llega la primara criatura y de repente se desvanece la igualdad duramente conquistada, porque los varones no se implican equitativamente en las tareas de cuidado.

Los hombres no cambiarán mayoritariamente su falta de implicación mientras se mantengan las condiciones que fomentan su dedicación casi en exclusiva al trabajo remunerado y que les permiten descargar sobre las mujeres prácticamente la totalidad del trabajo no remunerado. Una de esas condiciones estructurales es la desigual distribución de los permisos de maternidad y paternidad. En el momento clave de la reorganización vital que exige el convertirse en padre o madre para crear un vínculo de afecto y apego con la persona recién nacida y para aprender a cuidar y trabajar en igualdad, nos topamos con el muro de la desigualdad legal en los permisos. Así nos vemos empujados, desde que el bebé está en la cuna, a que las madres cuidemos más y los padres iniciemos la retirada.

Desde 2004, la PIINA (Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento o Adopción) viene reivindicando la equiparación del permiso paternidad (dos semanas) al permiso de maternidad (actualmente 16 semanas) transformándolos en un derecho individual de cada progenitor/a, de igual duración, intransferible y pagado al 100% del salario por la Seguridad Social. Esto tendría repercusiones positivas para el cuidado infantil durante el primer año de vida, para el empleo de las mujeres y para la cercanía emocional y física entre padres e hijos/as. La PPIINA ha elaborado una propuesta de ley de reforma de los permisos que fue registrada en junio de 2012 en el Congreso de los Diputados. La reivindicación de la Plataforma fue estudiada por el parlamento y asumida en una Proposición No de Ley (PNL) en octubre de 2012 y en un Informe de la Comisión de Igualdad en 2013 que instaban al Gobierno a la reforma del sistema de permisos en ese sentido.

A pesar de la unanimidad en las resoluciones parlamentarias, el Plan Estratégico de Igualdad de Oportunidades 2014-2016, recientemente aprobado por el Gobierno, obvia de manera palmaria el asunto. El Gobierno desprecia así el trabajo de más de dos años del Congreso. Únicamente en la medida 35 de dicho Plan se menciona el “seguir avanzando en el desarrollo de medidas que apoyen la conciliación y corresponsabilidad con especial atención a los permisos parentales”. Una “medida” consistente en “avanzar en el desarrollo de medidas”; vergonzosa forma de escurrir el bulto.

Las medidas sobre conciliación y corresponsabilidad contempladas en el Eje II del Plan son lamentablemente poco precisas e irrelevantes en comparación con la reforma de los permisos que propone la PPIINA. Para sensibilizar, realizar estudios, etc. se estima un gasto de 1.529 millones de euros en tres años. Pero para el tema de los permisos no necesitamos más estudios, la cosa está ya más que estudiada y asumida por el Congreso. Y con ese presupuesto sabemos que se puede sufragar la equiparación de las 6 primeras semanas y quedaría dinero para seguir avanzando gradualmente en el proceso hasta las 16 semanas de permisos iguales, intransferibles y remunerados al 100%.

Estamos ante un caso más de medidas aparentemente a favor de la igualdad que sin embargo incentivan el mantenimiento de los roles de género. ¿Cómo se explica que la ampliación del permiso de paternidad y la reforma de los permisos se haya pospuesto hasta ahora alegando falta de medios económicos y ahora se prevea gastar 1.529 millones de euros en campañas de sensibilización e información sobre las medidas de conciliación ya existentes? Esta es una nueva oportunidad desaprovechada para avanzar realmente en la igualdad de oportunidades y en la paternidad igualitaria.

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