Peligro de derrumbe en Cuelgamuros
No va a ser nada fácil la exhumación en Cuelgamuros (antes Valle de los Caídos) de 128 víctimas reclamadas por sus familias. Leo que el equipo que ha entrado en la cripta incluye forenses, arqueólogos, miembros de la policía científica, odontólogos y genetistas; equipados con EPI, guantes, botas de aislamiento y un laboratorio forense completo que incluye microscopios y rayos X. Con todo, me parece una operación de riesgo, tanto para entrar como para completar su misión.
Para entrar en la primera cripta, la del Santo Sepulcro, han encontrado todo tipo de obstáculos que impedían el paso, y que han tenido que apartar con esfuerzo y paciencia: un retablo que hubo que retirar cuidadosamente, una puerta que llevaba décadas cerrada, una barrera de cajas amontonadas y en mal estado, algunos restos óseos caídos por el suelo, humedades, estructuras deterioradas, monjes benedictinos resistiéndose durante años, recursos judiciales de asociaciones ultraderechistas, jueces que paralizan todo, contenciosos que acaban en el Supremo, largos años del gobierno de Rajoy en que se hizo todo lo posible por impedirlo, licencias urbanísticas denegadas por alcaldes del PP, falta de recursos, maniobras burocráticas para dilatarlo unos años más, dictámenes interminables, informes de la Abogacía del Estado que parecían redactarse con cincel y martillo…
Ya digo, es un milagro que los técnicos, la secretaría de Estado de Memoria Democrática, las familias de las víctimas y las asociaciones hayan conseguido abrirse paso entre tanto escombro, tanta barrera y tanta basura acumulada. Más de diez años apartando piedras hasta por fin entrar este lunes en la primera cripta. Pero espera, que una vez dentro no se acaban los problemas: el edificio entero amenaza derrumbe, su estructura es muy delicada, se producen desprendimientos frecuentes y está a merced de todo tipo de sacudidas, no descartando que se acabe viniendo todo abajo y quede enterrada la misión. ¿Exagero? Hagamos repaso de los últimos movimientos sísmicos:
Cada vez que PP y Vox se ponen de acuerdo contra la memoria democrática, los forenses ven caer sobre sus cabezas piedrecitas de la bóveda, tiemblan las paredes, se abren grietas: PP y Vox recurriendo ante el Constitucional la Ley de Memoria Democrática; PP y Vox pidiendo juntos que el Valle sea declarado Bien de Interés Cultural; PP y Vox aprobando en Madrid una ley de patrimonio cultural que podría incluir la protección del Valle; PP y Vox gobernando juntos en Castilla y León y pidiendo que las placas franquistas sean Bien de Interés Cultural; el PP valenciano alcanzando un acuerdo de gobierno con el líder regional de Vox, ex candidato de la ultraderechista Fuerza Nueva en los ochenta y admirador confeso de José Antonio; el alcalde electo de Sevilla anunciando que “reorganizará” la política local de memoria democrática porque es un “despilfarro”…
Esos y muchos otros anuncios y acuerdos de los últimos meses funcionan como pequeños seísmos que amenazan el buen fin de la misión, y que seguirán en las próximas semanas a medida que se constituyan ayuntamientos y gobiernos autonómicos. Cuando Feijóo declara con todas las letras que piensa derogar la Ley de Memoria Democrática, cruje la cripta, tiembla la basílica entera. El estruendo aumenta cuando el PP normaliza los pactos con Vox, adelantando un próximo gobierno juntos si ganan las elecciones, y por tanto un frenazo a las políticas de memoria, que con seguridad será una de las primeras concesiones del PP a la ultraderecha.
Así que los forenses trabajan a toda velocidad, no sea que en cualquier momento se venga todo abajo y no dé tiempo a devolver a sus familias los restos reclamados, ni a terminar de resignificar el Valle, ni a completar el desarrollo de la ley y el buen trabajo que viene haciendo la Secretaría de Estado de Memoria Democrática. Que se nos caiga todo encima con la llegada de un gobierno de derecha y ultraderecha que cambie la memoria democrática por la “concordia”.
Algo tendremos que hacer los demócratas para apuntalar la memoria democrática y que aguante el tiempo suficiente para terminar de desfranquistizar este país y reparar a las víctimas. El 23J, para empezar.
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