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Rajoy llegó mintiendo y se va mintiendo

Suso de Toro

Todo el mundo sabe, empezando por él mismo, que Rajoy no sabe mentir, y sin embargo vive mintiendo. Su vacío político, quitada la ideología franquista original, se llena con disimulo y mentiras.

Llegó mintiendo, no hay caso igual a su llegada al Gobierno: tiró a la basura el programa con el que había ganado las elecciones y a continuación hizo esencialmente lo contrario. Eso se llama estafa, y estafa política que es la más grave.

Se podría decir que únicamente estafó a quienes votaron su candidatura, y que una buena parte sigue dispuesta a volver a votarle, pero no es cierto, no se trataba de tener un diputado que representase a sus votantes se trataba de alguien que se presentaba para gobernar el estado con un programa concreto. Así, engañó y estafó a toda la ciudadanía al completo, que soportó a un presidente distinto al que se había presentado como candidato.

Algo así solo pudo ocurrir en un estado de conmoción colectiva, aprovechando la situación de acoso de los mercados financieros y la amenaza de la Comisión Europea de intervenir el estado. Fue la ocasión para calzarnos una política brutal que no fue improvisada, era el “programa B” distinto del presentado en campaña, la agenda oculta y salvaje de la derecha más antisocial y retrógrada. La mejor prueba de que su acción de gobierno al completo estaba en una agenda oculta es que, teniendo mayoría absoluta, renunció a toda negociación y pacto y prefirió sustituir el parlamento por los decretos ley. Tampoco en eso hubo legislatura como ésta. Coherente con su cultura política su desprecio por el parlamento es legendario, no es extraño que cuando debería ser su despedida de las Cortes él esté de viaje.

Pero si esa estafa al electorado y al país fue algo inédito, no lo es lo que está a punto de consumar la mayoría parlamentaria del PP: engañar fríamente con unos presupuestos falsos para robar unas elecciones.

¿Recuerdan cuando intentaron hacerlo antes? ¿Recuerdan cuando Aznar, Acebes, Rajoy se acercaban a las urnas sobre la mentira de que había sido el terrorismo islamista quien había colocado bombas en Madrid? Lo que acaba de hacer público con toda claridad Jorge Dezcallar, el director entonces del CNI: el Gobierno atribuyó falsamente el atentado islamista a ETA con todo conocimiento. Manipuló la información sobre algo tan terrible para, simplemente, robar unas elecciones. “El Ejecutivo actuó en beneficio propio, trató el asunto como un problema de partido, por encima del interés de Estado.”

Sin que, afortunadamente, se utilice algo tan terrible esta vez se pretende igualmente engañar al electorado y al país para ganar fraudulentamente. Estos presupuestos son falsos, tan falsos como el programa electoral con el que se presentaron. Son una mentira más jugando con las necesidades sociales de la población, con las ilusiones de todos. Lo grotesco es que quien señala el culo al aire del emperador desnudo no es una niña, la niña de Rajoy, sino los propios comisarios europeos que le dicen que esos presupuestos son una mentira interesada y que el próximo gobierno tendrá que hacer otros, unos de verdad.

Por el medio queda el mismo déficit que cuando entraron, el mismo paro, digan lo que digan, destrozos sociales y democráticos como nunca y el diálogo con Catalunya completamente roto y embarrancado en los tribunales, el lugar a donde siempre enviaron los problemas políticos. Quienes hicieron de la Justicia cosa suya y partidaria denuncian que quienes piensan distinto no la reconozcan y se enfrenten ahora políticamente a ella. Para el PP la Justicia fue el cubo de la basura o el cuarto de las escobas a donde enviaban todo lo que no querían enfrentar. Donde ya nos había metido antes a los demás.

Llegaron sobre mentiras y se marchan dejándonos enredados en los pleitos que crearon y nuevamente en más mentiras, nos dejan todos esos destrozos. Ah, y un partido sin norte político, abatido y roto. Este año toca turrón duro.

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