Está demostrado que el sector público es más eficaz y solvente que el privado

¿Es que no nos acordamos de la debacle que supuso la caída del sector bancario (privado naturalmente) en la crisis financiera de 2008, que el PP aprovechó para imponer todos los recortes y privatizaciones muchos de los cuales estamos aun sufriendo?; tras la caída de Lehman Brothers, nada más y nada menos que más de 400 bancos estadounidenses quebraron ¿Y aquí en España, en concreto, el rescate de la Banca que supuso 65.725 millones de euros aún por devolver al erario público?

Recordar también cómo, cuando se llevó a cabo la privatización de los ferrocarriles británicos en 1996 tras los terribles accidentes de los años 1998 y 2000, el gobierno británico se vio obligado a su renacionalización en 2002, con un coste de 37,600 millones de euros.  

Las privatizaciones forman parte del ideario neoliberal capitalista junto con las desregulaciones de los derechos y los recortes en servicios sociales, al más puro estilo de la escuela de Milton Friedman con los Chicago Boys de turno.  

Otro ejemplo es la Funeraria de Madrid, privatizada por el PP por 100 pesetas con grandes pérdidas y recuperada por Manuela Carmena obteniendo beneficios.

En cuanto a la privatización de la sanidad pública, como muestra un botón: el caso de la Comunidad de Madrid (aunque hay muchos más). En este tema no me detengo porque es de todos sabido el deterioro de la sanidad en esta comunidad y que ahora con la COVID-19 lo están sufriendo aún más los madrileños, así como el caso de las residencias de ancianos privadas que ha puesto al descubierto que la gestión pública es más eficaz. Y es que donde el bien o servicio se plantea como negocio, la obtención de beneficio es el centro de la actividad. 

La técnica de la privatización como dice Noam Chomsky es conocida: cortar el presupuesto para asegurar que las cosas no funcionen, la gente se molesta y se usa eso como excusa para pasarlo a manos del capital privado; prevaricando y poniéndolas en mano de los 'amiguetes' de turno. Esto es una de las cosas más ruines que puede llevar a cabo una administración que se precie lo más mínimo de servicio al bien común, de actuar éticamente y de rigurosa en su gestión. Privatizar, es además una falta total de respeto a la dignidad de las trabajadores y trabajadoras de la empresa o entidad que se enajena. 

Porque privatizar  es enajenar, es entregar a otra persona, entidad o institución privada la propiedad o derechos sobre alguna cosa, es entregar el producto de años y décadas de trabajo, de cientos o miles de personas, a una minoría de inversores, la mayoría de las veces, pertenecientes a entidades especuladoras y fondos buitre  que al final, empeoran las condiciones de trabajo, salario y vida de los trabajadores de dichas empresas u organismos, o ciudadanos a quien les afecta, con el fin de obtener pingües beneficios los miembros directivos de la entidad.