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Una oportunidad para el español
La Comunidad Económica Europea decidió en el 2011 que en su ámbito no se podrán presentar propuestas de patentes técnicas en español. La oficina europea de patentes solo admite el inglés, el alemán y el francés, que son los tres idiomas oficiales. La resolución se recurrió por el gobierno español sin éxito. Esta marginación es dolorosa, pero la culpa es nuestra porque nosotros mismos nos marginamos.
Nuestra sociedad nunca ha apreciado la ciencia ni la cultura, de manera que los gobernantes no se han visto presionados para atenderlas debidamente. Conocimiento, ciencia y tecnología conforman un conglomerado inseparable. Aquí los tratamos separadamente y sin coordinación. Una muestra actual de esta desagregación son los ministerios con separación de Universidades, Investigación, Ciencia, Cultura, etc. El propio Ministro de Universidades dice que no le gusta esa separación. La necesaria coordinación se dificulta. También se necesita atención financiera y recursos humanos.
No hemos sabido históricamente vender nuestra imagen. Por poner un ejemplo, Leonardo Torres Quevedo no aparece en la Enciclopedia Británica hasta este siglo. No hemos reclamado que se nos tenga en cuenta. Si no apreciamos lo que hacemos, ¿cómo vamos a pretender que lo valoren fuera? Cuando nuestra sociedad cambie hacia una sociedad del conocimiento, se nos tendrá más en cuenta.
Pero algo hay que ir haciendo. Deberíamos aprovechar el Brexit. La salida de UK es una oportunidad única para que el español tenga la presencia que debe en la UE. El inglés debe seguir por su importancia mundial, aunque solo lo hablen ahora Irlanda y Malta.
Supimos extender nuestra lengua por todo el mundo, sobre todo en América en tiempos de la colonización. Pero en Europa no lo hemos defendido. Ningún letrero en español, ni en las estaciones ferroviarias, cuando los había en muchos otros idiomas europeos. Y así seguimos. Los folletos de los utensilios electrónicos son, en la parte del español, de un nivel lingüístico tan bajo que es mejor leerlos en inglés.
Europa no percibe la preocupación de España por el español. Ya es hora de preocuparse y de ocuparse. El objetivo es añadir el español a los tres idiomas oficiales de la UE. Hay argumentos sobrados para alcanzarlo. Póngase a ello el actual Gobierno contando con todas las instituciones propias del estado. Menos charlatanería y más acción.
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