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Podemos espera que el fracaso de Pedro Sánchez en su investidura obligue al PSOE a negociar

Errejón explica a los periodistas las razones de su ruptura con Podemos.

Aitor Riveiro

Los 65 diputados de Podemos y las confluencias votarán en contra de la investidura de Pedro Sánchez. En la primera votación, el 2 de marzo, y en la segunda, el 5 del mismo mes. El acuerdo suscrito en la mañana del miércoles entre el PSOE y Ciudadanos es inaceptable para el partido de Pablo Iglesias. “Pedro Sánchez y su equipo no estaban siendo honestos con nosotros”, ha justificado Iglesias en una entrevista en Telecinco.

El secretario general de Podemos ha culpado al PSOE de “cerrar la oportunidad de un Gobierno de cambio y de progreso” y de no haber sabido encarar una negociación que desde Podemos consideraban entre dos partes a un mismo nivel: “Hemos cometido el error de mirarles de igual a igual. Esto es una novedad histórica”.

Iglesias y su habitual equipo de colaboradores se centrará ahora en preparar su primer gran debate en el Congreso. Y esperarán a que los socialistas se sienten a negociar el Gobierno de coalición que propuso Iglesias el 22 de enero en los dos meses que establece la Constitución entre la primera investidura y la disolución de las Cortes para unas nuevas elecciones.

Los cálculos no son nuevos y los expuso el portavoz de Podemos, Íñigo Errejón, en la rueda de prensa en la que anunció la ruptura de las conversaciones. Acompañado del equipo negociador de su partido y de las confluencias, Errejón recordó que Albert Rivera había calificado el acuerdo como de “gobierno” y que el líder de Ciudadanos había apelado expresamente a lograr el apoyo del Partido Popular, aunque fuera en forma de abstención, a la investidura de Pedro Sánchez.

“Desde el principio hemos dicho que había dos opciones”, señaló Errejón. “Un Gobierno plural y de progreso o una gran coalición”, apuntaba. Podemos confía en que Sánchez no sea capaz de sumar muchos más votos a los 130 que tienen PSOE y Ciudadanos. Coalición Canaria es probable que aporte el suyo y está por ver qué hace Compromís, la cuarta pata del Gobierno de coalición propuesto por Iglesias, y el PNV.

Con todo, el PSOE recabaría un máximo de 141 escaños, toda vez que Izquierda Unida-Unidad Popular también se ha desmarcado tajante del documento sellado con Ciudadanos. En el capítulo del no estarían los anunciados Podemos e IU, los nacionalistas catalanes (ERC y DiL) y EH Bildu. Si finalmente, tal y como ha anunciado Mariano Rajoy, el PP también vota no serán más de 200.

El fracaso de Sánchez abriría un periodo de dos meses en el que el jefe del Estado podría designar tantos candidatos como dé tiempo antes de disolver las Cortes. Y es en ese periodo de tiempo cuando Podemos confía en que el PSOE, resignado a descartar el apoyo de Ciudadanos, gire a la izquierda. “Si hay posibilidad de Gobierno de coalición en algún otro momento, por nosotros no será”, señalan fuentes del partido. Desde las candidaturas de confluencia, En Marea y En Comú, respaldan esta apuesta.

La materia ideológica es, precisamente, el elemento que esgrimen desde Podemos para justificar que se levantan de la mesa. Las conversaciones que empezaron el lunes habían avanzado muy, muy poco. Lo ha asegurado Errejón en la rueda de prensa y lo confirman fuentes conocedoras de la negociación a eldiario.es.

El lunes apenas se tocaron asuntos técnicos y de orden. El martes, en la reunión bilateral entre el PSOE y Podemos, sí se entró en materia. Dos horas largas de conversación solo sirvieron para constatar las diferencias en materia económica, el primero de los cinco ejes (o seis, según Podemos) que componían el índice de las negociaciones. Ni en materia de déficit, de gasto público, laboral o fiscal acercaron posturas, según las mismas fuentes.

Errejón, en la comparecencia del miércoles, deslizaba que el motivo era que “a la vez se estaba negociando con Luis Garicano en la sala de al lado”. Garicano es el gurú económico de Ciudadanos.

La confianza en que el PSOE aceptará sentarse después del 5 de marzo no es absoluta. Todo lo contrario. Fuentes del partido creen que los socialistas están más preocupados en ganar “el relato político” que “en el Gobierno o en el país”. Un relato que los partidos intentan dominar casi desde la noche electoral pero cada vez con más vehemencia.

La última hipótesis es que en ese periodo de dos meses el líder de Podemos, Pablo Iglesias, pida o reciba el encargo de Felipe de Borbón de intentar formar Gobierno. Preguntado explícitamente en la rueda de prensa por esta opción, Errejón recogió el guante: “Hay un orden natural. Si Pedro Sánchez no lo consigue, le toca a Mariano Rajoy, a quien nosotros votaríamos que no. Se abriría un escenario inédito en el que no descartamos nada, pero vamos paso a paso”.

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