Albert Rivera se encomienda a una legislatura “fructífera” para mantener su 'sí' a Rajoy pese a las revelaciones de Gürtel
Albert Rivera no alberga ya ninguna duda de que el nuevo PSOE capitaneado por el asturiano Javier Fernández facilitará un Gobierno en minoría presidido por Mariano Rajoy. Aunque no sabe la fórmula definitiva que adoptarán este domingo los socialistas, está convencido de que decidirán desbloquear la situación política y no habrá que ir a unas terceras elecciones. Y eso hace respirar tranquilos a los dirigentes de Ciudadanos que no se van a mover del sí anunciado para que Rajoy pueda salir airoso esta vez de la investidura.
Ni siquiera las graves revelaciones de Correa en el caso Gürtel denunciando, entre otras cosas, la financiación ilegal del PP, van a hacer variar de postura a Rivera. Para demostrarlo, el partido ha optado por mantener un bajo perfil sobre este escándalo y ha bajado considerablemente el tono de sus críticas contra el Gobierno en funciones y el propio Rajoy.
Hasta el punto de que este lunes el secretario de Comunicación, Fernando de Páramo, sorprendió al asegurar que Ciudadanos no se opone a que el titular de Interior, Jorge Fernández Díaz, continúe en su puesto pese al caso del espionaje a los nacionalistas catalanes.
“Que yo sepa no está implicado en ningún caso de corrupción”, sostuvo De Páramo en una entrevista en RNE. Las declaraciones contrastan con la postura que mantuvo en un principio el propio Rivera al estallar el escándalo, exigiendo la dimisión del ministro.
Al final, el partido ha desautorizado a De Páramo apoyando en el Congreso la reprobación y el cese de Fernández Díaz, cuya intención, según ha dejado muy claro el ministro, es continuar. No obstante, Miguel Gutiérrez, secretario general del grupo parlamentario, matizó, al inicio del debate, que se oponen a que siga “al menos como ministro en este área”, dejando abierta la puerta a que Rajoy decida cambiarle de cartera.
Hacer valer el peso de sus 32 diputados
Una vez que haya investidura, los planes de Ciudadanos son hacer valer el peso de sus 32 diputados ante un Rajoy que deberá trabajarse día a día los apoyos parlamentarios.
Rivera, cuya gran preocupación es no quedarse fuera de juego en este nuevo escenario político, esta dispuesto a negociar los Presupuestos Generales del Estado. Aunque ha reconocido que se sentarán para estudiarlos, ha matizado que “una cosa es negociar y otra, aprobar”. Una de las condiciones que pondrá a Rajoy es que las cuentas del Estado deberán recoger partidas presupuestarias para afrontar las reformas sociales contenidas en las 150 medidas del pacto de investidura que firmaron los dos partidos.
Rivera asume que la legislatura puede ser corta, como piensan muchos en Unidos Podemos, el PSOE e incluso en el propio PP, por la debilidad que van a sufrir en el Congreso.
Por ello, Rivera quiere que dure lo que dure esta legislatura, al menos “sea fructífera”. En ese empeño de control al Gobierno espera contar con la complicidad del nuevo PSOE para que ambos partidos puedan abanderar la oposición, un papel que ya se ha atribuido para sí mismo Pablo Iglesias.
“Ciudadanos ha demostrado sobradamente cómo se puede hacer oposición”, presume Rivera, que espera volver a hablar con el líder de la gestora socialista en cuanto determinen su postura en el Comité federal del domingo. Por ahora los contactos entre ambos dirigentes se han limitado a una llamada de teléfono tras la dimisión de Pedro Sánchez, en la que Rivera le brindó su ayuda y se puso “a su disposición”.
Los tres primeros meses
Entre tanto, el líder naranja ya ha diseñado su plan de trabajo para los tres primeros meses de ese nuevo y aún hipotético escenario. Un plan que pasa por que Rajoy cumpla las seis condiciones que le impuso para dar el 'sí' a su posible nueva investidura.
Una de las prioridades de Rivera es que que se abra en el Congreso una subcomisión para abordar una reforma “profunda” de la ley electoral –LOREG–, para hacerla “más justa y equitativa” y que todos los votos “valgan igual”. Tanto en las pasadas elecciones generales del 26J, como en las autonómicas gallegas y vascas, el partido naranja echó buena parte de la culpa de sus malos resultados a la actual normativa que tachó de “inaguantable”.
Precisamente, este martes el pleno del Congreso ha debatido una proposición de ley del PP, pactada con el PSOE, para acortar a ocho días, en lugar de 15, la campaña electoral en el supuesto de una convocatoria automática de elecciones generales si ningún candidato a la investidura obtiene el respaldo necesario para ser elegido presidente del Gobierno. El objetivo de la reforma 'expres', en realidad, es no tener que ir a votar el 25 de Diciembre, día de Navidad, por lo que Ciudadanos ha criticado que es un “parche”.
Otra de las prioridades de Rivera será la puesta en marcha de la Comisión de Investigación sobre la financiación ilegal del PP, a la que “no descartan” llamar a declarar a Mariano Rajoy y pedir a la cúpula popular “responsabilidades políticas”. También quieren que acuda Francisco Correa, el cabecilla de la Gürtel.
Lo incoherente es que mientras presumen de que gracias a ellos el PP está impulsando una “regeneración interna”, en sus declaraciones de estos días todos los dirigentes de Ciudadanos, empezando por Rivera, se han mostrado sumamente tibios con los casos que minan por dentro al PP. Tan tibios como el sector afín a la gestora del PSOE que han llegado a decir que todo lo que se está publicando “ya es conocido”.
Otra de las cosa en la que Rivera no quiere ahora entrar es a su posible apoyo a una hipotética moción de censura contra Rajoy si la legislatura resulta un caos. “Dejemos que arranque y esperemos a ver si se cumplen nuestras exigencias y se ponen en marcha las 150 reformas”. “Es pronto, no vamos a poneros la venda antes de la herida”, replicó el líder de Ciudadanos este lunes en la rueda de prensa posterior a la reunión con su Ejecutiva.