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Casado intenta recomponer la unidad en el PP valiéndose del “éxito” de la negociación en Andalucía

Juan Manuel Moreno y Pablo Casado, durante un acto en la sede nacional del PP.

Iñigo Aduriz

El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, está decidido a utilizar el que su equipo tilda como “éxito” de las negociaciones en Andalucía que permitirán a Juan Manuel Moreno Bonilla convertirse en el próximo presidente de la Junta con los votos de Ciudadanos y Vox, para intentar acallar las voces internas que en los últimos días han cuestionado el acercamiento de la nueva dirección nacional del PP hacia la extrema derecha y sus postulados. 

Génova quiere que todo el partido celebre como un triunfo sin matices que Moreno vaya a presidir Andalucía tras cuatro décadas de gobiernos socialistas y así se lo ha pedido a sus cargos orgánicos, según han explicado dirigentes populares a este diario. La dirección de Casado sostiene, en todo caso, que no han existido fisuras internas y que todo el partido ha estado “unido” durante las negociaciones andaluzas.

La consigna que ha trasladado el equipo de Casado a sus filas es que el PP es “el único” partido capaz de llegar a acuerdos con otras fuerzas políticas “constitucionales” y que el modelo de la negociación andaluza será el que se repetirá en otros territorios allí donde los populares puedan sumar para desbancar a la izquierda de los gobiernos de comunidades autónomas y municipios. También que el partido no ha cedido a las pretensiones más radicales del partido de Abascal y que mantiene intactos sus “principios y valores”. 

La dirección del PP busca pasar página de las críticas que en los últimos días habían surgido dentro del partido contra el entendimiento con Vox, formación que el miércoles presentó a los populares un documento con 19 propuestas que los propios negociadores de Casado consideraron “inadmisibles” y en las que planteaban acabar con las leyes andaluzas que protegen a las víctimas de la violencia machista o luchan contra la discriminación del colectivo LGTBI, así como que la Junta contribuya a la expulsión de 52.000 “inmigrantes ilegales”. 

“Un magnífico acuerdo”

Numerosas voces habían tratado de desvincularse de la estrategia de la dirección nacional del PP respecto a Vox. El primero en verbalizar ese rechazo a pactar con la extrema derecha fue el portavoz de los populares en el Parlamento Vasco, Borja Sémper la semana pasada. Los populares gallegos y su influyente presidente, Alberto Núñez Feijóo, también trataron de dejar claras sus discrepancias con la estrategia de Casado por la predisposición del líder del PP a equiparar la violencia machista con la violencia del ámbito familiar, siguiendo la línea marcada por Vox.

El mismo miércoles en el que los populares lograban su acuerdo en Andalucía el líder del PP vasco, Alfonso Alonso, consideraba que a Vox “le falta un hervor”,  y el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, rechazaba de forma contundente el listado de propuestas de la extrema derecha. 

Una vez confirmado el pacto con Ciudadanos y Vox para gobernar Andalucía, todos esos dirigentes críticos han salido en tromba a respaldar las negociaciones que pilotó Casado y apoyar la presidencia de Juanma Moreno, siguiendo la misma línea que defiende ahora Génova. 

“Enhorabuena a Juanma Moreno y a los compañeros del PP de Andalucía. Un magnífico acuerdo de gobierno con Cs, con medidas sensatas y de cambio y regeneración para Andalucía”, apuntaba Sémper en un mensaje en su perfil de Twitter, sin mencionar, no obstante, a Vox. “Me encuentro tranquilo y seguro de que lo que va a hacer [Moreno] es razonable y es lo que podemos suscribir cualquier persona como militante del Partido Popular”, añadía, por su parte, el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, en rueda de prensa.

Sin etiquetas

También el presidente del PP de Álava, Iñaki Oyarzábal, que en las primarias de julio se posicionó con la rival de Casado, la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría, defendía que su partido se haya sentado a negociar “con total normalidad” con Vox para garantizar un cambio de gobierno en Andalucía, y se felicitaba por el hecho de que, finalmente, la formación de Santiago Abascal haya renunciado a sus exigencias más “radicales e inaceptables”.

“Somos capaces de negociar sin ceder en lo esencial, manteniendo nuestros principios y valores, sin que nos marquen la agenda y sin que nadie nos etiquete porque ya hemos demostrado lo que sabemos hacer, en los gobiernos y en la oposición”, defendía el propio Casado este jueves durante el acto de presentación de las candidatas a la Alcaldía de Santander y a la Presidencia de Cantabria, que tenía lugar en la capital cántabra. 

En Andalucía el PP ha demostrado, a su juicio, “que es el único que está en el centro y puede pactar a la izquierda y a la derecha”, refiriéndose a Ciudadanos como un partido de izquierda y a Vox como uno de derechas. “Seguimos siendo el centro moderado, reformista, liberal-conservador. El partido que crea empleo. Y en mayo tenemos la oportunidad de dar el primer paso para recuperar la dignidad de la nación”, concluía.

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