Con casi el 26% de los votos escrutados, los populares se mantienen en Castilla y León, uno de sus feudos históricos, como fuerza más votada. El PP alcanzaría los 19 diputados, seguido del PSOE con nueve. Tres irían para Podemos y el restante para Ciudadanos. Los votantes son fieles a la formación conservadora, tal y como vienen haciendo desde las generales de 1989. El PP perdió la mayoría absoluta en Castilla y León en las pasadas elecciones autonómicas y gobierna gracias a la abstención de Ciudadanos.