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La fiesta judía de Tu Bishvat en Cisjordania, plantar árboles por la paz

La fiesta judía de Tu Bishvat en Cisjordania, plantar árboles por la paz

EFE

Awarta (Cisjordania) —

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“Plantar árboles para celebrar la vida, reivindicar la paz y estar juntos”. La rabino israelí Nava Hefetz concibe así la fiesta judía de Tu Bishvat, el Año Nuevo de los Árboles, que celebró hoy con palestinos de Awarta, un pequeño pueblo en el territorio ocupado de Cisjordania.

Aunque se celebró el 31 de enero, según el calendario judío, la asociación de Rabinos por los Derechos Humanos quiso reeditar hoy la conmemoración “para estar junto con los palestinos, estrechar vínculos entre judíos y musulmanes y resaltar los valores humanos y pacíficos del judaísmo”.

La agrupación, que integra a rabinos progresistas, se fundó durante la Primera Intifada (1987-19913), “cuando muchas de las vulneraciones por parte de Israel se hacían en nombre del judaísmo”, cuenta su portavoz Yariv Mohar, que asegura que tomó consciencia de los abusos contra los palestinos en pleno servicio militar, mientras formaba parte de una unidad del Ejército israelí.

“En aquel momento me di cuenta de que si yo fuera palestino también me habría rebelado contra la ocupación”, añade Mohar mientras excava un pequeño hoyo para plantar un olivo en un campo de la villa de Awarta, que está rodeada de colonias judías que la comunidad internacional considera ilegales al estar en territorio que Israel ocupó en la Guerra de los Seis Días de 1967.

En la celebración organizada por Rabinos por los Derechos Humanos se sumaron jóvenes de origen judío-americano que cursan estudios rabínicos en Jerusalén, que plantaron decenas de olivos junto con habitantes de Awarta, un pueblo cuya población se dedica principalmente al cultivo de la aceituna.

Sin embargo, según el alcalde palestino de la villa, Hisham Awad, el crecimiento de los asentamientos judíos, las trabas que les pone el Ejército israelí y los intentos de los colonos de tomar los campos de olivos hacen que los agricultores de Awarta lo tengan cada vez más difícil para ganarse la vida.

“Es probable que los colonos lleguen en un par de días y arranquen los árboles que acabamos de plantar”, dice Awad, que también denuncia que los habitantes de las colonias de alrededor destruyen a menudo los olivos palestinos para boicotearles la cosecha.

“Uno de los mandamientos más importantes de la Torá (Pentateuco) es no destruir árboles, ya que si destruimos la naturaleza nos destruimos a nosotros mismos”, declara la rabino Hefetz, que condena “el robo de tierra a los palestinos”, una acción que, asegura, “es contraria a los preceptos religiosos del judaísmo”.

En una colina no muy lejana, indica la asociación, está el asentamiento de Guivot Olam, donde se ubica la granja ecológica de Avri Ran, conocido por ser uno de los líderes de la llamada “juventud de las colinas”, un movimiento religioso y ultranacionalista que defiende la colonización israelí.

Según señala Zacaría Sada, miembro palestino de Rabinos por los Derechos Humanos, Ran fue uno de los colonos que recientemente intentó quedarse con una parte de las tierras de Awatra. “Los colonos llegan con sus grandes tractores e intentan apropiarse de los campos plantando sus propios cultivos”, dice Sada.

“Trabajar en nuestra tierra es cada vez más complicado”, señala Awad, que denuncia los obstáculos que las fuerzas armadas israelíes ponen a los campesinos de Awatra para acceder a sus terrenos.

Awad indica con el dedo el trazado de un camino que va en dirección a la colonia de Itamar, por donde la mayoría de los palestinos del pueblo tiene prohibido circular sin obtener un permiso especial.

“Hay personas que no han podido ir a trabajar en sus propiedades desde hace 20 años porque nunca obtuvieron la autorización para entrar en ellas”, lamenta el alcalde.

“Estoy contento porque estamos aquí juntos, pero sobre todo porque veo que hay respeto mutuo”, dice Awad con satisfacción después de plantar los olivos con los miembros de Rabinos por los Derechos Humanos y compartir con ellos una fiesta propia de la tradición judía.

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