Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
El ataque limitado de Israel a Irán rebaja el temor a una guerra total en Oriente Medio
El voto en Euskadi, municipio a municipio, desde 1980
Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal
CRÓNICA

No hay bulo que tenga tantas segundas vidas como el de los fondos europeos

Sánchez aplaude a Von der Leyen en una visita de la presidenta de la Comisión a España en 2021.

21

No importa cuántas veces Ursula von der Leyen elogie a la economía de España, al Gobierno español o a Pedro Sánchez –o a los tres al mismo tiempo–, hay un titular recurrente que aparece en muchos medios de comunicación: aquel que duda de que España vaya a recibir los fondos europeos que le corresponden a causa de algún error dramático del Gobierno. El desastre financiero siempre está a punto de ocurrir. Luego no sucede nada de lo que se ha previsto, pero no importa. Ha empezado la cuenta atrás para el siguiente titular con la misma intención.

El susto se repitió el pasado viernes por la tarde con una información de Bloomberg titulada: “España se arriesga a perder los fondos para la recuperación tras retrasarse en sus compromisos”. El concepto de riesgo es relativo cuando aún queda tiempo para cumplir esos requisitos. Aun así, había margen para una cierta alarma.

La noticia servía para confirmar uno de los argumentos utilizados de forma reiterada por el PP desde los tiempos de Pablo Casado: antes de que empezara a llegar la mayor parte de los fondos europeos, ya estaba alertando de que el Gobierno no iba a utilizarlos para el fin para el que se crearon y amenazando, tanto en España como en Bruselas, con acudir a los tribunales para denunciarlo.

“¿Queremos comprar cómics y videojuegos con la ayuda que nos dan los socios comunitarios?”, llegó a decir Casado en octubre de 2021 a cuenta de medidas del Gobierno que no tenían nada que ver con los fondos europeos.

La noticia de Bloomberg fue utilizada por varios medios españoles con gran rapidez. Como se vio luego, con demasiada rapidez. En El Independiente, no se molestaron en hablar de riesgos o posibilidades: “La CE congela los fondos europeos a España por incumplir el control”. En una revisión posterior, el titular pasó a decir que la Comisión Europea “amenaza con congelar los fondos”. Lo mismo ocurrió con el artículo de ABC. La url revela que el primer titular decía que la Comisión “congela” y el titular cambiado pasó a ser “amenaza con congelar”.

Quien también se dio mucha prisa fue Isabel Díaz Ayuso, o el encargado de llevar su cuenta de Twitter, al difundir el primer titular de ABC, el de la decisión de congelar los fondos.

En El Mundo, también hubo un cambio en el titular. Primero fue “España afronta una congelación de fondos europeos”. Luego, se cambió a “España afronta un riesgo de cancelación de fondos europeos”, que es como bajar el termostato un par de grados.

Lo que había ocurrido entre medias es que la portavoz de la Comisión Europea para asuntos económicos y financieros había tomado a las nueve de la noche la poco habitual decisión de publicar varios tuits para desmentir las informaciones. A la Comisión no le interesa inmiscuirse en las peleas políticas nacionales, pero en este caso pretendía dejar claros los hechos básicos.

“Cualquier afirmación de que la Comisión ha congelado fondos a España bajo el mecanismo de recuperación y resiliencia es infundada”, escribió Nuyts Veerle. “España ha cumplido satisfactoriamente con todos los hitos y objetivos vinculados a todos los pagos solicitados hasta ahora”. Hay veces que en los portavoces de gobiernos o ministerios suenan un tanto ambiguos. No en este caso.

Si hubiera un claro malestar de la Comisión, no se entendería cómo España recibió el 29 de julio un segundo tramo de los fondos por un valor de 12.000 millones de euros. Aún no ha pedido el tercer tramo –eso ocurrirá en noviembre– y para entonces sería conveniente que el Gobierno presentara un sistema de auditoría del uso de los fondos, como ha prometido.

La declaración de la portavoz parecía tajante y los medios españoles no contaban con más información que la que había dado Bloomberg. No lo suficiente para ABC, que en este caso no estaba por la labor de permitir que le estropearan un bonito editorial. “Europa desconfía de España” era su titular. Qué sabrá la portavoz de la Comisión sobre lo que hace la Comisión.

En los tiempos que corren, no es suficiente con propagar un bulo. Hay que saber mantenerlo cuando queda desmentido en todo o en parte. Por eso, Díaz Ayuso no ha borrado el tuit del viernes. Sería como conceder una victoria inmerecida a sus enemigos. Sus partidarios, al igual que el ABC, saben que en el fondo tienen razón cuando denuncian alguna conducta intolerable del Gobierno.

La Comisión confirmó este lunes lo que había dicho el viernes. La portavoz Veerle dijo que cuando España presente la tercera solicitud de pago “vamos a verificar si las obligaciones de auditoría y control, es decir, los compromisos adicionales” se han cumplido. El mismo trato que con los demás países.

El Partido Popular no podía admitir que esta vez el asunto no era para tanto cuando la prensa de derechas había hecho fiesta con el tema. Elías Bendodo respondió el lunes a algunas preguntas de periodistas como si la portavoz de la Comisión no hubiera dicho nada. “España, al contrario que otros países, no ha puesto en marcha ningún tipo de control externo e independiente”, dijo el coordinador del PP, sobre un asunto que gusta a su partido pero al que no se ha referido ahora la Comisión.

Bendodo no desaprovechó la ocasión para meter otra referencia a un tema engordado de forma artificial. “El Tribunal de Cuentas de la UE dijo que España es el peor país en la ejecución de los fondos europeos”, dijo. Esta es una historia de septiembre que tuvo un final desternillante. No tiene que ver con los fondos extraordinarios que se reciben desde la pandemia, sino el porcentaje de uso de los fondos estructurales en los que España aparecía en última posición en el periodo 2014-2020.

Esa estadística nada brillante corresponde a cuatro años de Gobierno de Rajoy y dos años y medio del periodo de Pedro Sánchez. No es responsabilidad sólo de Sánchez, pero nunca lo sabrías escuchando a Bendodo.

La maquinaria de titulares no puede parar y sería muy exagerado reclamar que fueran ciertos. Los ejemplos son numerosos. La existencia de contenidos adoctrinadores en libros escolares en Madrid, denunciados por Díaz Ayuso, que la inspección de Educación no encontró por ningún sitio. Un terrorífico y orwelliano Ministerio de la Verdad que sólo era una orden ministerial con la que crear un departamento en Moncloa sobre amenazas exteriores de desinformación cumpliendo la petición de Bruselas. El maquillaje de los fijos discontinuos achacados a la reforma laboral de Yolanda Díaz que también existían en los tiempos de Rajoy sin que entonces causaran tantos reparos.

“Somos los colistas de Europa en crecimiento económico”, dijo Alberto Núñez Feijóo el domingo. En la previsión de crecimiento para 2022 que hace la Comisión Europea, España está en los puestos de cabeza de la UE con un dato del 4%. Se prevé que Alemania crezca un 1,4%, Francia un 2,4% e Italia un 2,9%. En el dato de 2021 hay varios países que estuvieron mejor que España, pero no dependían tanto del turismo y por eso les afectó menos el impacto de Ómicron en el sector.

Pero Feijóo habla en presente, como si lo que denuncia estuviera sucediendo ahora. Eso es lo importante con la desinformación. Vivir siempre en un presente al que se adultera cuando es necesario y no molestarse en rectificar cuando se descubre que lo que habías dicho no era cierto. En ese momento, ya estás pensando en lo siguiente que vas a soltar. Los hechos son sólo pequeños obstáculos que no pueden poner en peligro tus objetivos.

Etiquetas
stats