La deuda ilegítima y los recortes, de nuevo a debate por las confluencias a un año de las elecciones municipales
“Primero auditaremos y luego la ciudadanía decidirá qué tenemos que hacer con esa deuda”. Con esas palabras nacía, hace poco menos de un año en Cádiz, la Red Municipalista contra la Deuda Ilegítima y los Recortes, una plataforma de encuentro de municipios y movimientos sociales para “construir un municipalismo más autónomo” y promover la realización de auditorías ciudadanas de la deuda. Desde este viernes hasta el domingo 4 de febrero, la plataforma se reúne en el Ayuntamiento de Rivas, en su tercer encuentro, para volver a poner el foco en la deuda de los municipios y la regla de gasto que frena las capacidades de actuación de los municipios que cierran sus cuentas con superávit que no se pueden gastar.
Auditar la deuda es uno de los compromisos que las confluencias llevaron en sus programas electorales, pero tres años después y a un año de las próximas elecciones municipales es una promesa que no se ha realizado. Para José Térrez, concejal de Hacienda de Badalona por la CUP, el principal motivo es que “los activistas que antes estábamos en la calle ahora estamos en los ayuntamientos gestionando esa deuda”, explica. Otro de los motivos para Téllez, es que cabe definir qué se entiende por deuda ilegítima ya que “endeudarse en sí no es malo”.
Antes de que el debate de la deuda ilegítima llegara a la campaña electoral de 2015, Badalona ya aprobó una medida pionera en 2013 al considerar parte de su deuda como “ilegítima”. Así lo recogió una moción impulsada por el Grupo Auditoría Badalona y presentada por ICV-EUiA. CiU y el PSC votaron a favor, mientras que el PP, que gobernaba el municipio, se abstuvo en la votación.
En concreto, la moción criticaba el Plan de Pago a Proveedores de 2012 impulsado por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, ya que los préstamos que concedía el ministerio al consistorio se efectuaban a través de entidades bancarias. Los intereses de los préstamos se elevaron al 5,54%, mientras que los bancos se financiaban con unos intereses inferiores al 1%. Según recogió la moción, fueron más de 31 millones de euros provenientes del erario público que, en lugar de haber sido concedidos directamente al Ayuntamiento, llegaron a través de la banca privada. El texto instaba al gobierno municipal a “cuantificar estos intereses y a emprender las acciones legales necesarias ante la justicia española, europea e internacional para conseguir la nulidad de esta deuda ilegítima”.
Manifiesto de Oviedo
La Red municipalista comenzó a originarse un año antes de su creación, con las políticas de austeridad, los recortes y la priorización del pago de la deuda como caldo de cultivo. En octubre de 2016, más de 600 cargos públicos y representantes de movimientos sociales firmaron el Manifiesto de Oviedo, presentado en el Congreso de los Diputados por Alberto Garzón (líder de Izquierda Unida), Carlos Sánchez Mato y Ana Taboada.
Ahora la red se reunirá por tercera vez en Madrid, en la localidad de Rivas, muy cerca de la capital, símbolo de la batalla económica de un Ayuntamiento contra el Ministerio de Hacienda a cuenta de la regla de gasto que impide reinvertir el superávit de los municipios en políticas públicas. El resultado de esa batalla ha sido la derrota del Gobierno de Manuela Carmena que ha aceptado unos recortes de más de 500 millones para este año a cambio de que se levantase la intervención de sus cuentas.
El enfrentamiento con el Ministerio de Hacienda personalizado por Cristóbal Montoro y el exconcejal de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato, a propósito de la regla de gasto puso a prueba el delicado equilibrio sobre el que se sustenta el Gobierno de Ahora Madrid. Y se cobró una víctima antes de sellar una paz que trae consecuencias todavía no cuantificables ya que, a 2 de febrero, Madrid no cuenta todavía con unos presupuestos para 2018.
Carlos Sánchez Mato, el concejal de Economía y Hacienda del Ayuntamiento hasta el 17 de diciembre, cayó del Gobierno municipal por su negativa a defender en el Pleno municipal un plan económico con recortes pactado con Montoro. Sánchez Mato, responsable de Economía de IU, no es un dirigente cualquiera, era el hombre encargado de las cuentas y el máximo exponente junto a la alcaldesa de una gestión económica de Ahora Madrid marcada por la reducción de la deuda en más de un 40%, unas cuentas con superávit de más de 1.000 millones de euros cada año y el aumento del gasto social. Las discrepancias internas entre la regidora y su concejal más beligerante contra la herencia recibida del PP pesaron más que las que mantenía con el ministro de Hacienda por la interpretación de la regla de gasto que llevó a Hacienda a intervinir las cuentas municipales.
Precisamente, Sánchez Mato ha sido este viernes uno de los encargados de abrir este encuentro junto con el alcalde de Rivas, Pedro del Cura (IU), contra esa Ley de Estabilidad Presupuestaria de Montoro que le costó el puesto de concejal de Hacienda en el Ayuntamiento de Madrid. El Manifiesto de Oviedo pedía un cambio en “la política de asfixia financiera” aplicada por el Gobierno central, la derogación de la reforma del artículo 135 de la Constitución y las 'leyes Montoro' (la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, y la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local).
Dos años después del manifiesto y con el horizonte puesto en las municipales de 2019, el ejemplo de Madrid demuestra que el pulso lo va ganando Montoro, aunque con matices.
Proposición de ley de Unidos Podemos
Un error del Gobierno de Mariano Rajoy fue clave para que una Proposición de Ley de Unidos Podemos para cambiar la interpretación de la regla de gasto haya prosperado en el Congreso de los Diputados. Ahora, las jornadas servirán para defender una estrategia común dentro del municipalismo que no pierda fuerza sino que “crezca todavía más y encare el año y medio que queda hasta las próximas elecciones con un mensaje claro, 'Hemos venido a cambiar la política municipal y no nos vamos a ir'”, explica la plataforma.
El concejal de Badalona lo define así: “Aplicamos la creatividad en red”. “Compartimos experiencias propias de nuestros gobiernos, y nos sirve para marcar nuevas iniciativas. Compartiendo esas experiencias vemos ñas dinámicas a una manera de gobernar, cómo incluso a veces se puede sortear una ley que a priori es desfavorable para los municipios, vemos cómo lo han hecho otros y podemos llevarlo a nuestra gestión”.
Precisamente en Badalona, encontraron la manera de con la ley poder invertir superávit en políticas sociales. Como explica el edil, “teníamos deuda a un crédito a un interés muy alto muy superior al del mercado, pero encontramos un resquicio en la ley Montoro”. “Devolvemos deuda pero nos volvemos a endeudar a un precio más bajo ya que la ley no dice que no te puedas volver a endeudar”, concluye. “De esta manera hemos conseguido pagar menos sin que se revierta el gasto social”.
Las auditorías de la deuda están, de momento, paralizadas en los municipios. Queda ahora en estas jornadas redefinir estos propósitos de cara a el futuro. Sira Rego, concejal de Hacienda Rivas, valora positivamente los encuentros. Para la edil, la lección “más valiosa” que ha aprendido estos años al frente de una administración es que “es muy importante y necesario generar alianzas con otros municipios para que se consiga una fuerza superior”, explica. “Hay que reforzarlo más de aquí en adelante”.
Para Rego, Madrid no supone un fracaso en el autogobierno de los municipios frente a Montoro. “La gran victoria de Montoro habría sido que nadie hubiese señalado las prácticas de recortes del Gobierno. Plantear la confrontación con Montoro es la victoria de los ayuntamientos del cambio, que esto no sea una situación normalizada, argumenta.
Durante las jornadas intervendrán concejales de varios municipios del país, pero también diputados de Unidos Podemos en el Congreso. También activistas de los movimientos sociales en un encuentro que servirá para fijar los mimbres de cara a las próximas elecciones.