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IU de Madrid se asoma a la bicefalia interna ante la negativa de la dirección a integrar a los críticos

Aitor Riveiro

El último año en Izquierda Unida de la Comunidad de Madrid (IUCM) puede considerarse como un paradigma de la paradoja. Mientras las encuestas vaticinan un gran crecimiento electoral de la coalición, el clima interno de una de las principales federaciones de la organización que dirige Cayo Lara se ha enrarecido de tal manera que la posibilidad de una doble dirección paralela ya está encima de la mesa. Como futurible y último recurso, pero como una opción real y con un plazo: la vuelta del parón navideño.

El último choque se produjo este miércoles. Tal y como se había anunciado, la Presidencia Regional, compuesta por más de 83 miembros, rechazó ayer la resolución de la Comisión de Garantías regional que insta al coordinador regional, Eddy Sánchez, a integrar a las corrientes críticas (Cambiar IUCM y Frente Amplio) en la Comisión Ejecutiva, el órgano de dirección que gestiona el día a día de la federación, según ha adelantado hoy Infolibre.

Además, una de las resoluciones aprobadas insta a la militancia a que “cese de manera inmediata las intervenciones públicas a través de redes sociales, medios de comunicación o de cualquier otro medio, que favorezcan fracturas internas”, una medida que la dirección de IUCM incluyó en los últimos estatutos.

El desplante se suma a otros muchos que, según denuncian ambas corrientes, se han producido en los últimos meses, entre las que destacan la irregular elección de la coordinadora del Área de Mujeres, tumbada por los órganos de control federales, y la aprobación de unos nuevos estatutos internos.

La situación ha llegado a un punto límite. “Si la dirección no cumple no puede esperar respeto de la militancia”, ha asegurado hoy en una rueda de prensa el diputado regional y miembro de Cambiar IUCM, Mauricio Valiente. A su lado, su compañera en la Asamblea regional y miembro de Frente Amplio, Tania Sánchez, recordaba la cercanía de las fechas navideñas, y del consiguiente parón que suponen, para remachar: “si no se da [el acuerdo] antes de Navidades, actuaremos en la sociedad porque estamos legitimados para ello”.

Estas dos aseveraciones esconden un ultimátum: si antes del próximo Consejo Político Federal (previsto para el 11 de enero) no se abre un diálogo que solucione la polarización absoluta que paraliza la gestión interna de IUCM, el sector crítico activará los mecanismos para recurrir ante la dirección federal para que obligue a Eddy Sánchez a acatar las resoluciones de Garantías.

Además, sendas afirmaciones avanzan una segunda reacción, aunque ni Valiente ni Sánchez la han explicitado: Cambiar IUCM y Frente Amplio se plantean constituir una suerte de dirección paralela para ejercer en la calle y ante la sociedad madrileña la acción política que, en su opinión, no pone en marcha el coordinador regional. Miembros de ambas corrientes han confirmado que dicha posibilidad está encima de la mesa.

Con todo, como suele ocurrir en IUCM, se han tratado de anteponer los llamamientos al diálogo y al pacto. Paradójicamente, tanto Valiente como Sánchez han subrayado hoy que la reunión del miércoles de la Presidencia Regional fue una de las más cordiales de los últimos meses. Ambos han explicado que la mayoría de las intervenciones abogaban por propiciar una negociación que ponga fin a 12 meses de crudo enfrentamiento. “Solo una minoría bloquea el acuerdo”. Dicha minoría es fundamental para que Eddy Sánchez se mantenga al frente de la federación. Ssegún ha explicado Valiente, está formada por los miembros de Izquierda Abierta (el partido que lidera el diputado Gaspar Llamazares dentro de IU) y los peones que aún maneja en IUCM el exvicepresidente de Caja Madrid, Moral Santín, imputado por la gestión de la entidad y que ha solicitado su baja voluntaria de la coalición, aunque todavía esta no se ha tramitado.

La pelota, así, está a punto de caer en la dirección federal. Valiente, tras recordar la escisión que se produjo en el País Vasco, ha asegurado que “si no se respetan los estatutos la dirección política (de IU) debe imponer la solución”. En este sentido, ambos han valorado la actuación que hasta ahora ha desarrollado la cúpula que dirige Cayo Lara y han abogado por una solución dentro de la organización regional: “No queremos que venga nadie de fuera a arreglar los problemas de Madrid”.

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