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Sánchez anuncia que se permitirá salir a los niños desde el 27 de abril y que la desescalada será por territorios

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una comparecencia.

Irene Castro / Sofía Pérez Mendoza

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Pedro Sánchez solicitará al Congreso la tercera prórroga del estado de alarma este miércoles hasta el próximo 10 de mayo. El presidente ha anunciado de nuevo que no será la última y que habrá “sucesivos estados de alarma”. España no cumple los requisitos para levantar el confiamiento, que seguirá teniendo carácter general como hasta ahora con única única salvedad: el Gobierno plantea que, a partir del 27 de abril, los niños puedan salir de manera controlada. Ese es el único “alivio” que permitirá por ahora el Ejecutivo, que comenzará a tomar más medidas de “desescalada” en el mes de mayo a partir de cómo evolucione la pandemia y lo hará de manera diferente en cada territorio. “Tendremos el mes de mayo para trabajar en esa desescalada”, ha señalado Sánchez.

Sánchez ha explicado que aún tendrá que definir los requisitos con los que se deja salir a los niños: “Naturalmente, estas salidas van a estar limitadas”. La duración o la distancia de los paseos serán algunas de las condiciones que tendrá que decidir próximamente el Ejecutivo en base a las recomendaciones que le han hecho llegar los expertos en infancia así como de lo que diga el comité científico. En principio ese “alivio” será para los menores hasta los doce años, que es el punto de referencia que establece la ley de salud pública. No obstante, Sánchez ha apuntado que es el punto de “partida”: “Tenemos que hacerlo bajo el amparo y el asesoramiento del comité de expertos”.

El relajamiento del confinamiento para los niños era una de las principales exigencias de las comunidades autónomas, así como que la desescalada se produzca de manera diferenciada en los distintos territorios del país. Sánchez ha reconocido que las medidas de desconfinamiento se empezarán a adoptar en una siguiente prórroga del estado de alarma el 10 de mayo, si España cumple los requisitos que ha marcado la OMS, y que se realizará de “forma cautelosa y progresiva” y también por territorios, que era otra de las reclamaciones de presidentes autonómicos y alcaldes dado que la incidencia no es igual en algunos municipios que en grandes urbes, así como las posibilidades de contagio.

“Podremos dar una respuesta diferenciada y asimétrica pero no tiene por qué ser una comunidad autónoma ni una provincia. La escala puede ser distinta a la que conocemos institucionalmente”, ha afirmado Sánchez en su comparecencia este sábado. Así lo trasladará Sánchez a las comunidades autónomas en la conferencia de este domingo.

“Lenta marcha hacia la nueva normalidad”

El presidente ha dejado claro que contempla “un horizonte de una lenta marcha hacia esa nueva normalidad” dado que ha reconocido que, pese a que se ha “conseguido lo más difícil” y se han dejado “atrás los momentos más extremos” de la pandemia, los “logros son insuficientes y sobre todo frágiles”. De hecho, miembros del Gobierno se mostraban reticentes a cualquier relajación del confinamiento dado que las cifras de contagios y fallecimientos por la COVID-19 siguen siendo muy elevadas.

El Gobierno, de momento, no dará permiso para salir de casa a hacer ejercicio, que era una de las medidas de desconfinamiento que se estudiaban en un primer estadio, aunque no descarta hacerlo pronto. “Progresivamente iremos tomando otras medidas. Y esperemos que sea cuanto antes”, ha sido su respuesta. “Sería a mi juicio, al juicio del Gobierno, un error muy grave que ahora cediéramos al virus el terreno que le hemos ganado durante este mes largo”, ha justificado Sánchez para no tomar más medidas de desconfinamiento por ahora.

Pero Sánchez ha admitido que las condiciones que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS) para comenzar la desescalada no se dan en España y por eso ha advertido de que “no es posible levantar las medidas generales de confinamiento y pasar a la fase dos” por ahora. Además, ha asegurado que una vez se tomen las medidas de desescalada, el Gobierno podrá dar marcha atrás si se incrementan los contagios.

El Gobierno controlará el precio de las mascarillas

“Actuaremos bajo una presión: la de los científicos y los expertos que nos digan qué cosas podemos ir graduando -ha dicho-. Si vemos que hay retrocesos en algún territorio, en algún municipio, revisaremos esas condiciones”.

Sánchez ha insistido en que es fundamental mantener las medidas de distanciamiento social así como de higiene y seguir recomendaciones como el uso de mascarillas. “Van a formar parte de nuestro día a día”, ha aseverado el presidente. El Gobierno dictará una orden que se publicará este domingo en el Boletín Oficial del Estado (BOE) para establecer el “control de precios” para que “sean asumibles para el total de la ciudadanía”.

Esa era una reivindicación, por ejemplo, del Colegio de Farmacéuticos dado que la crisis sanitaria ha dado pie a la especulación en determinados productos cuyo precio se ha disparado.

Alegato por la unión de las fuerzas políticas

Sánchez ha aprovechado su intervención este sábado para hacer un alegato por la unión de las distintas fuerzas políticas ante la crisis económica y social que dejará la pandemia. “Podemos dejar llevarnos por la rabia o el desánimo o podemos unir fuerzas y acometer unidos el esfuerzo de la reconstrucción al que estamos todos llamados. Me voy a centrar, de corazón, en impulsar nuestra unión”, ha asegurado Sánchez, que se reunirá por videoconferencia con Pablo Casado el próximo lunes después de que el jefe de la oposición retrasara hasta la próxima semana el primer encuentro planteado por Moncloa para explorar los “pactos de reconstrucción”. Lo que no ha respondido es por qué no ha descolgado personalmente el teléfono para contactar con el presidente del PP.

También ha descartado que la negociación de un gran acuerdo pueda pasar por romper la coalición con Unidas Podemos. “Nadie me lo ha planteado en mis conversaciones pero tampoco habría dejado que me lo planteen”, ha contestado Sánchez que, pese a las discrepancias con su socio, ha asegurado que el Gobierno está enfrentando la crisis “con una unidad de acción y una generosidad y compromiso por las partes absoluta”.

Sánchez ha agradecido al resto de formaciones políticas que hayan mostrado su disponibilidad para participar en la “mesa de reconstrucción económica y social”. “A lo largo de estas conversaciones he encontrado en grupos con opiniones diversas, proyectos antagónicos, un mínimo común denominador para poder encontrar un ánimo para arrimar el hombro”, ha afirmado Sánchez, que ha apelado a la “generosidad, la responsabilidad y el compromiso con España de todas las fuerzas” en un claro mensaje al PP. En Moncloa creen que Casado no puede quedarse fuera de esa negociación.

Reconstrucción dejando fuera las “controversias”

La pretensión de Sánchez es abordar en esas reuniones solo las temáticas que están relacionadas con la emergencia sanitaria y sus consecuencias económicas y sanitarias “para facilitar así el entendimiento y también dejar fuera otros temas sujetos a controversia”: “No queremos alejarnos cuando debemos acercarnos”.

Así, el primer reto que planteará el Gobierno será la búsqueda de fórmulas para “reconstruir y reforzar nuestro sistema de salud” y, en segundo lugar, las “acciones financieras, fiscales, administrativas precisas para reconstruir y relanzar el tejido empresarial y los sectores afectados por esta pandemia” así como la creación de empleo con una especial atención a los sectores más “golpeados”, como el turismo, la hostelería o la cultura. “Pensaremos en todos y les tendremos en cuenta a todos”, ha expresado Sánchez. Y finalmente, en tercer lugar, incorporarán las .

El tercer pilar sobre el que pivotará la conversación en la que Sánchez quiere involucrar no solo a las fuerzas políticas sino también a las comunidades, los ayuntamientos y los agentes sociales serán las “medidas de protección social indispensables para que nadie pueda quedar o sentirse abandonado en este trance y las familias más vulnerables se vean amparadas”. El presidente ha establecido un cuarto bloque y es la “posición común de negociación” en la UE. “No hay futuro sin solidaridad. No hay porvenir sin unión”, ha expresado convencido de que Bruselas no puede cometer los mismos “errores” que en la crisis de 2008: “Europa no debe permitir que los lobos del populismo antieuropeo aprovechen la oportunidad de la crisis para extender su mensaje de odio. Dentro y fuera de nuestras fronteras, pensar y actuar en unión, sin dejar a nadie atrás será, a juicio del Gobierno de España, la única vía para la reconstrucción”, ha zanjado.

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