El presidente del Supremo también halla culpables a cinco procesados en Brasil

El presidente del Tribunal Supremo de Brasil, Carlos Ayres Britto, emitió hoy el último voto sobre los primeros cinco de los 37 acusados por corruptelas denunciadas en 2005 y se sumó a la amplia mayoría que los ha declarado culpables.

De ese modo, la corte considera probada la responsabilidad del diputado Joao Paulo Cunha, del publicista Marcos Valerio Fernandes y de sus socios Ramón Hollerbach y Cristiano Paz, y del exdirector del estatal Banco do Brasil Henrique Pizzolato en hechos de corrupción que en 2005 enlodaron al Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.

El escándalo se refiere a financiación ilegal de campañas, entre ellas la del propio Lula, y a sobornos de diputados, de los que se habría valido el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) para construir la mayoría parlamentaria que no logró en las urnas en las elecciones de 2002.

Cunha, quien en la época presidía la Cámara de Diputados y es actualmente candidato a alcalde por el PT, fue hallado culpable por nueve de los magistrados y otros dos lo exculparon, mientras que la responsabilidad de los otros cuatro fue considerada probada por los once miembros de la corte.

Aunque cualquiera de los jueces puede modificar su voto hasta que el proceso concluya por completo, las claras mayorías en cuanto a estos cinco casos son consideradas definitivas por los juristas.

Según Ayres Britto, el último de los once jueces en emitir su voto sobre los cinco procesados juzgados hasta ahora, las pruebas presentadas por la acusación bastan para probar su culpabilidad en los delitos de corrupción pasiva y activa, malversación y lavado de dinero.

El presidente del Supremo comparó la corrupción actual con lo que sucedía en los tiempos en que Brasil era colonia lusa y la corona portuguesa enviaba a los llamados gobernadores generales.

En su opinión, con muchos políticos ocurre hoy lo mismo que con los “los gobernadores generales, que llegaban pobres a las colonias ricas y volvían ricos de las colonias pobres”.

Al igual que los otros diez jueces, Ayres Britto también halló inocente al extitular de la cartera de Información Luiz Gushiken, quien fue acusado de malversación y es uno de los tres exministros de Lula que figura entre los 37 reos.

El proceso ha sido dividido en siete capítulos y el voto de Ayres Britto puso punto final al primero de ellos, relacionado con desvíos de dinero público de la Cámara de Diputados y del Banco do Brasil.

Las sentencias que correspondan serán dictadas una vez que acabe la totalidad del juicio, lo que el Supremo prevé que ocurrirá hacia mediados de septiembre.

No obstante, el magistrado César Peluso, quien se jubilará la próxima semana y no podrá participar en el resto del proceso, adelantó su opinión este miércoles al emitir su voto sobre los primeros cinco acusados.

Peluso pidió condenar al diputado Joao Paulo Cunha con seis años de prisión y la pérdida del escaño que ocupa en la Cámara Baja.

Asimismo, recomendó una pena de 16 años de cárcel para Marcos Valerio Fernandes, considerado artífice de la supuesta red de corrupción; diez años y ocho meses para Hollerbach y Paz, y dos años y seis meses para Pizzolato.

No obstante, en los casos de Fernandes y sus socios las penas pueden ser mayores, pues aún responden por otras acusaciones en este mismo proceso.