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El PSOE se da una tregua

Susana Díaz y Pedro Sánchez en una imagen de archivo

Irene Castro

El PSOE ha vivido unos días de calma interna después de la tensión que existió durante la semana posterior al 20D y que tuvo su máximo exponente en el Comité Federal celebrado el Día de los Inocentes en el que importantes dirigentes socialistas expresaron su deseo de que el congreso en el que se decidirá el futuro de Pedro Sánchez -su liderazgo será revalidado o se elegirá un nuevo secretario general- se celebre cuanto antes. Las maniobras para forzar que se ponga en marcha la convocatoria de ese cónclave no han comenzado y las federaciones más críticas están dando un margen a Ferraz después de que el secretario de Organización, César Luena, dijera que el congreso tendrá un “mínimo aplazamiento” y que su convocatoria empezará a prepararse “en unas semanas”. 

La mayoría de barones que mostraron su intención de que ese congreso sea “cuando toca”, es decir, a finales de febrero o principios de marzo y no en primavera, como ha planteado Sánchez, han optado desde el pasado lunes por mantenerse en silencio. Ha sido el caso, por ejemplo, del presidente asturiano, Javier Fernández, que fue uno de los más claros en su posicionamiento en el Comité Federal al mostrarse contrario a aplazarlo y al afear a la dirección que lo planteara pocas horas después de que el PSOE obtuviera los peores resultados de su historia.

Ximo Puig, uno de los dirigentes alineados con Fernández, Susana Díaz, Emiliano García-Page y Javier Lambán (Aragón) aseguró apenas unas horas después de que la división interna por la fecha del congreso quedara patente tanto a puerta cerrada como ante los micrófonos que le parecía “razonable” que fuera en primavera, tal y como había expresado Ferraz. Luego matizó que se refería al mes de marzo. La idea que defiende el presidente valenciano y otros dirigentes, como el extremeño Guillermo Fernández Vara, es que se pueda dar algo de tiempo para no “quemar etapas antes de tiempo” y que se vaya esclareciendo el panorama político. 

La dirección del partido considera que ha salido victoriosa frente a la rebelión de los barones, que tenían su vista puesta en la sucesión de Sánchez ante la posibilidad de que se repitan las elecciones. En Ferraz están convencidos de que en el Comité Federal demostraron tener más fuerza que los barones regionales. “Venían como venían y se han ido como se han ido”, presumieron fuentes de la dirección tras la reunión de los cerca de 250 miembros del Comité Federal. Aseguraban, además, que había habido un amago para forzar un nuevo Comité Federal por la vía de la recogida de firmas para que convocara el congreso cuanto antes pero que no prosperó. Los más críticos lo niegan.

No obstante, la posibilidad de convocar una nueva reunión a través de la recogida la firma de un tercio de los miembros de ese órgano con el objetivo de marcar los tiempos para la sucesión del secretario general estuvo sobre la mesa en el momento de máxima tensión, pero por el momento se ha disipado. Nadie ha iniciado esa maniobra, aunque tampoco se descarta al 100% que no se vaya a hacer. Los dirigentes de las federaciones más críticas dan un cierto margen a Ferraz después de que el número dos del partido asegurara el martes que “en unas semanas” se celebrará un nuevo Comité Federal. No obstante, Luena sostiene que el trámite será para otorgarle un “mínimo aplazamiento”. 

La declaración de que “en unas semanas” se convocará una nueva reunión del Comité Federal para que en “unos meses” tenga lugar el congreso ha dado un cierto margen a la dirección por parte de los críticos, aunque aún no se sabe en qué fecha será. De producirse alguna maniobra será tras las fiestas, según fuentes socialistas. 

El salto de Susana Díaz

Lo que subyace en el fondo es la batalla por el poder en el seno del PSOE, donde los principales barones miran a Susana Díaz para que ponga fin a la etapa de Pedro Sánchez. La presidenta andaluza, que estuvo en la misma tesitura hace algo más de año y medio cuando Alfredo Pérez Rubalcaba anunció su dimisión, aún no se ha pronunciado sobre sus aspiraciones.

Aunque muchos de los críticos con Sánchez creen que ella sería la solución ante una posible repetición de las elecciones, hay quien en el PSOE andaluz sostiene que “perdió su tren” en 2014 cuando no quiso enfrentarse a Eduardo Madina y que ahora no está claro que consiga reflotar el resultado de los socialistas en las generales. “España no es Andalucía”, comentaba hace unas semanas un barón en conversación con eldiario.es.

Además, para dar el salto tendría que enfrentarse a Sánchez en unas primarias. Ferraz sostiene que el secretario general ha cosechado muchos apoyos de militantes en los últimos meses y que también tiene de su parte a los “órganos intermedios”, es decir, a los que dentro de las federaciones están enfrentados a los barones. Aunque la fecha es incierta, esta nueva batalla del PSOE quedará resuelta en los primeros meses de 2016.

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