Sectores del PP exigen que Cospedal se aparte o que Casado la destituya por las grabaciones: “Esto es insostenible”
Las grabaciones del excomisario José Manuel Villarejo a la exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal y a su marido, Ignacio López del Hierro, han provocado una “tormenta” en las filas populares desde que se conocieron las primeras cintas, el pasado lunes. Las cintas publicadas este viernes por la web Moncloa.com que evidencian que la exnúmero dos del PP envió a su esposo para encargar al policía encarcelado que investigara al exlíder de la formación en Andalucía y también exsecretario general Javier Arenas, han acabado por generar un terremoto interno en toda regla.
Las cintas han hecho reaccionar a diversos sectores del PP que exigen a la propia Cospedal y a los principales líderes populares que tomen decisiones y asuman responsabilidades para “limpiar” la imagen de la organización política. Diputados y dirigentes consultados por eldiario.es reclaman –siempre desde el anonimato, con la condición de no publicar su nombre por miedo a represalias de Génova– a la exsecretaria general que se aparte de los cargos orgánicos que aún mantiene –es diputada y vocal de la Comisión Ejecutiva– para ayudar al partido y a su presidente, Pablo Casado, a contribuir a la “regeneración” que prometió nada más tomar posesión de su liderazgo, en julio.
Si la exministra de Defensa no se va, explican, debe ser Casado el que tiene que “tomar cartas en el asunto” planteando “sanciones disciplinarias” contra Cospedal y, en su caso, promulgando la “expulsión” de la exnúmero dos del partido, al haber incumplido el Código Ético del PP.
“Esto es insostenible”, apunta un veterano diputado que mantiene cargos de responsabilidad en el Congreso. “Es una bomba en plena precampaña de las elecciones en Andalucía. Lo de hoy [en alusión a las grabaciones de este viernes] es muy grave porque refleja la pelea que mantuvieron Cospedal y Arenas durante años y lo hace cuando esa batalla puede hacernos daño en un momento en el que el partido debería mostrarse más unido que nunca”.
De las primarias a las listas
La histórica pugna entre Cospedal y Arenas sigue sobrevolando el día a día de los populares a pesar de que ninguno de los dos ejerce en la actualidad ningún cargo de responsabilidad. La guerra se reflejó en las primarias del verano, cuando en la segunda vuelta la exministra de Defensa se posicionó a favor de Casado y el expresidente del PP andaluz optó por Soraya Sáenz de Santamaría, la principal enemiga interna de la exsecretaria general. Arenas llegó a colocar a su mano derecha, el líder del PP en Cádiz, Antonio Sanz, como uno de los responsables de la campaña de la exvicepresidenta, a quien también apoyó el líder del partido en Andalucía y candidato a la presidencia de la Junta, Juanma Moreno.
La batalla volvió a quedar en evidencia la pasada semana, cuando la dirección nacional de Casado intervino en la elaboración de las listas de las elecciones andaluzas. Tras una dura negociación, Génova impuso a Moreno los cabezas de lista de cuatro provincias, entre ellas las de Sevilla y Cádiz, donde colocó, respectivamente, al exministro del Interior Juan Ignacio Zoido, y al exsecretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto. Los dos son afines a Cospedal. Moreno logró en cambio situar los números uno en los otros cuatro territorios.
El temor que existe entre algunos cargos del partido es que la publicación de las grabaciones de Villarejo –que demuestran que Cospedal ordenó al policía que investigara a Arenas a espaldas de la dirección del PP– provoque un cruce de reproches entre los afines de cada uno de los exdirigentes en la campaña andaluza e incluso después, sobre si todo el resultado de los populares no es óptimo. “Nuestra credibilidad puede quedarse por los suelos si nos mostramos divididos”, explica un diputado.
“Desmontar” el equipo
La solución pasa, según los dirigentes consultados, por que Cospedal “se eche a un lado”, deje su escaño en el Congreso y su vocalía en el Comité Ejecutivo “por responsabilidad”. Si ella no lo hace por su propia voluntad, explica un parlamentario, Génova debe darle “el empujón”. No obstante, este diputado insiste en que Casado es “rehén” de los apoyos que logró durante las primarias, cuando el respaldo de Cospedal resultó decisivo en su triunfo sobre Soraya Sáenz de Santamaría. “Pablo sabe que cualquier decisión sobre Cospedal le desmonta el equipo”, apunta, recordando que esas “deudas” de las primarias hicieron a Casado nombrar como responsables de distintas áreas a populares afines a la exsecretaria general, como la portavoz en el Congreso, Dolors Montserrat.
Una parlamentaria que durante las primarias se posicionó a favor de Sáenz de Santamaría, tilda lo conocido en las cintas de Villarejo como “asqueroso”. “¿Cómo se puede ser tan torpe?”, se pregunta otra fuente del PP, en alusión a la actuación de Cospedal con el excomisario. Un tercer dirigente popular considera que la exsecretaria general “está churruscada”, por lo que considera que su salida es inminente. Estos dirigentes aseguran que el clima interno en las filas del PP es de “máxima preocupación”.
Uno de los integrantes de la Comisión Ejecutiva de Casado apunta que, de momento, impera el “silencio” en la cúpula del partido. “Lo único que queremos es que la tormenta escampe y que entonces Dolores [Cospedal] se eche a un lado. Lo que no vamos a tolerar es que la agenda nos la marque el señor Villarejo”, apunta un miembro de la dirección del PP.
Fuentes oficiales de Génova evitan realizar comentario alguno acerca de las palabras de estos dirigentes que exigen a Casado que actúe. Se remiten a las declaraciones realizadas el jueves por el líder del PP en Málaga, cuando evitó respaldar directamente a Cospedal y marcó distancias con la exnúmero dos que le facilitó la llegada a la Presidencia de los populares. “Mi único compromiso es con los afiliados que me eligieron presidente por primera vez en un proceso abierto de primarias, mi compromiso es de ejemplaridad, transparencia y rendición de cuentas, cualquier conducta que se aparte de esos tres preceptos contará con mi rechazo”, dijo Casado.
Cumplía con su “obligación”
Este viernes hablaba en la misma línea el secretario general del PP, Teodoro García Egea: “Hemos escuchado que ella ha dado explicaciones en un medio de comunicación radiofónico y, por tanto, yo me remito a sus explicaciones”.
Cospedal se defendía a primera hora en la Cadena Cope y aseguraba que ella cumplía con su “obligación” cuando pidió al excomisario Villarejo información sobre Arenas a través de su marido: “Yo conozco a Villarejo igual que lo conoce media España. Yo no se si tendrá a todo el mundo grabado, pero sé que ha hablado con mucha gente. Yo nunca voy a negar que lo conozco, porque yo tenía la obligación de recabar información”.
La consigna de Génova es resistir y esperar a que dejen de publicarse los audios de las conversaciones entre Cospedal y Villarejo. El rasero que aplica, de momento, la dirección de Casado es que si la ministra de Justicia, Dolores Delgado, no ha dimitido por el contenido de las grabaciones que también le realizó el excomisario, tampoco debe apartarse la exnúmero dos del PP. Pero la presión para que el líder de los populares tome alguna decisión que ponga fin a la crisis no deja de incrementarse.