El Tribunal de Estrasburgo aplaza el recurso de Otegi, que seguirá en prisión hasta primavera
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha aplazado el recurso presentado por Arnaldo Otegi, que solicitaba condenar a España por vulnerar sus derechos y anular su condena por el caso Bateragune. El fallo rechaza la mayor parte de los argumentos de la defensa de Otegi, pero posterga su juicio sobre la imparcialidad de la Audiencia Nacional, el tribunal que le condenó en primera instancia. Estrasburgo pide al Gobierno español que presente alegaciones a este respecto.
La defensa de Arnaldo Otegi y otros tres condenados en la causa conocida como Bateragune -Miren Zabaleta, Arkaitz Rodríguez y Sonia Jacinto- acudió al tribunal de garantías europeos con el argumento de que los fallos de la Audiencia Nacional, el Tribunal Supremo y el Constitucional habían vulnerado los derechos de los condenados.
La sentencia del caso Bateragune que dictó la Audiencia Nacional fue rectificada por el Tribunal Supremo. Si la primera había condenado a Otegi a ocho años de prisión como dirigente de ETA, el Alto Tribunal rebajó la pena a 6 años y medio por un delito de integración, pero como miembro de su dirección. Los abogados fueron hasta el Constitucional, que avaló el fallo del Supremo en una decisión muy ajustada, de siete votos a favor y cinco en contra.
La abogada Jone Goirizelaia aducía cuatro motivos ante Estrasburgo para solicitar la condena a España. El primero de ellos está relacionado con la vulneración del principio acusatorio. Agumenta Goirizelaia que los hechos por los que se condenaron a Otegi y el resto no están relacionados con otros por los que habían sido acusados, la estructura denominada erróneamente Bateragune.
El tribunal que condenó en la Audiencia Nacional estaba presidido por Ángela Murillo, la misma magistrada que en otro proceso preguntó a Otegi si condenaba a ETA y, después de que el político eludiera responder, afirmó: “Ya sabía yo que no me iba a contestar esta pregunta”. Aquel incidente motivó la repetición del juicio. Sin embargo, Murillo presidió después el juicio del caso Bateragune.
Asimismo, la abogada de Otegi considera que su defendido fue condenado en base a indicios, no a pruebas. Se trata de las reuniones del grupo que encabezaba en la sede del sindicato LAB, sus viajes a Francia -a pesar de la prohibición que pesaba sobre él de abandonar España- para reunirse con la dirección de ETA, o el uso compartido de la terminología con la organización terrorista.
La defensa del político también considera que se vulneró su derecho de defensa al negar el tribunal que declararán durante la vista políticos y periodistas que iban a respaldar la defensa de Otegi de las vías exclusivamente políticas en el proceso independentista.
La detención y el final de ETA
La detención que terminó llevando a Otegi a prisión se produjo en octubre de 2009. En aquel momento, el político lideraba una estrategia para conducir a la izquierda abertzale a reclamar sus objetivos políticos por vías pacíficas, una vez fracasado en 2007 el último intento de negociación con el Estado por el empecinamiento de ETA en exigir la autodeterminación y tutelar el proceso.
Su arresto precipitó los acontecimientos. En el seno de la izquierda abertzale se libraba una batalla entre los partidarios de la violencia y del tutelaje de ETA y los de Otegi, con dos ponencias contrarias que pugnaban por imponerse en el debate interno. Los contrarios a Otegi y los suyos intentaron aprovechar los arrestos para imponerse, pero no lo lograron. Con el trabajo de los colaboradores de Arnaldo Otegi que seguían en libertad, posible gracias a una debilidad de la banda propiciada por los éxitos de los servicios de inteligencia y las Fuerzas de Seguridad, la banda anunció el 20 de octubre de 2011 que dejaba de matar para siempre.