Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Un directivo de la Federación de Fútbol, condenado por dañar el honor de una empleada: “Me destruyó la vida”

José Ángel Peláez, presidente de la Federación Cántabra de Fútbol. | FCF

Raquel Ejerique

Rosalía Ortega ha sido de las primeras directivas del fútbol español y ocupó en 2012 la secretaría general de la Federación de Fútbol de Cantabria. Experta en derecho deportivo, se convirtió así en número dos de esta organización. Duró medio año que define como un infierno, algo que achaca a su entonces jefe, José Ángel Peláez, presidente cántabro y actual miembro de la Junta Directiva de la Federación Española de Fútbol tras ficharle el presidente Luis Manuel Rubiales en 2018. “Me destruyó la vida”, cuenta Rosalía. Ahora tendrá que pagarle 9.000 euros junto a la federación cántabra, frente a los 98.760 que pedía la demanda.

“Teníamos maneras de pensar muy distintas y empezaron pronto los problemas. Yo denuncié un asunto ante los miembros de la asamblea ordinaria, que es el órgano máximo de gobierno. Ahí empezó todo”. Rosalía no explica qué denunció alegando “deber de confidencialidad”. Sin embargo, en la demanda queda recogido y se lee que Ortega achaca los hechos a una venganza por haberse negado “a certificar el haberse celebrado una asamblea de cuentas en el año 2013, que no tuvo lugar, ni certificar que las cuentas no habían sido aprobadas”.

Según una sentencia notificada el 13 de marzo por el Juzgado número 2 de Toledo, Peláez y la federación cántabra hicieron una “intromisión ilegítima en el derecho al honor y prestigio profesional” de la exsecretaria general. Esa campaña de intromisión se basó en enviar a “119 medios” según la demanda, la carta de despido, que se difundió en nota de prensa. Peláez explica que se adjuntó la carta por “error”.

También la sentencia recoge que hubo comentarios en el programa de radio 'Directo Antolín' sobre su “vestimenta inapropiada” o todo tipo de frases encaminadas a “ensalzar la negligencia profesional de la señora Ortega”. La Fiscalía también apreció esa “vulneración al derecho al honor”. El directivo incide a posteriori en conversación con eldiario.es en el comentario de la vestimenta y le resta importancia: “Simplemente es que empezó a ir vestida no normal, muy informal, los compañeros tenían problemas con ella”.

Los comentarios en redes, un blog y alguna entrevista -que Peláez circunscribe a “tres en tres años”- constituyeron juntos un atentado contra el derecho al honor, según el fallo, por ser “repetitivos y sucesivos en el tiempo”, “si bien de modo particular podrían no ser atentatorios”. Rosalía Ortega recuerda algunos especialmente: “Dijo una vez, por ejemplo, que si yo iba a dar clases y conferencias de derecho deportivo era porque ando con señores mayores”, relata la experta en derecho deportivo. Peláez puntualiza: “Le dije que esperaba que no perdiera el contacto con algunas personas para que pudiera seguir dando charlas”. Lo que consta literalmente en la demanda que dijo en Facebook es esto: “Eso sí, no abandone a la única persona que le lleva de conferencias por el mundo, algo curioso por su  escaso bagaje profesional y su amplio currículum de ceses en sus breves experiencias  laborales.

“Tranquila, seguro que nadie se fija en la diferencia de edad” 

Todos estos comentarios no acabaron cuando fue despedida, en 2013, sino que se prolongaron durante varios años y la campaña no cesó hasta que puso la demanda contra Peláez, que también es presidente de la Comisión de Segunda División B y Tercera División de la Federación Española de Fútbol por decisión de Rubiales. Desde la acción judicial, el contenido contra ella está inaccesible, aunque eldiario.es ha podido ver algunos comentarios recogidos en la demanda inicial. En ellos, Peláez decía que “algunas tardes (era  verano) por su mano mayor decidía irse a hacer surf, o a la playa, etc….  olvidándose de que tenía que ir a trabajar, se dormía prácticamente todas las mañanas” o “es un encanto hasta que a alguien se le ocurre discrepar con usted. Es  entonces cuando se conoce a la verdadera señorita Ortega”. También le acusa públicamente de apropiaciones indebidas y faltas en el trabajo.

La carta de despido que se difundió a medios de comunicación recogía que los motivos del mismo eran “faltas de asistencia y puntualidad, indisciplina o desobediencia en el trabajo, ofensas verbales contra el presidente” o incluso “uso indebido de la tarjeta” de Peláez. Ortega inició una demanda laboral y la justicia le dio la razón: el despido había sido improcedente, no disciplinario. Pese a eso, continuó la campaña. Ahora la justicia le da la razón sobre los comentarios vertidos y condena que se hiciera pública la carta que, según el artículo 53 del Estatuto de los Trabajadores, no debe divulgarse a terceras personas.

“Veía mi cara en portada del Diario Montañés, hablaban de mí en la radio. Había alusiones y vejaciones personales. Dijo en radio que iba vestida de un modo que 'tu eres hombre y ya me entiendes', por ejemplo. Ponías mi nombre en Google y salían estas barbaridades”.

La sentencia considera probado además que perdió su trabajo en la Federación Hípica de Madrid por todos estos comentarios. Ortega era asesora legal allí, pero dejó de serlo el mismo año del despido de la Federación de Fútbol de Cantabria. Según el fallo, la propia Federación Hípica admite que la despide por el “episodio laboral-deportivo surgido en Cantabria”.

“Yo iba a ser la primera mujer secretaria general de la federación, cogí el trabajo sin pensarlo, pero es lo peor que hice, me destruyó la vida, empecé de nuevo con menos cien puntos y con un descrédito total”. José Ángel Peláez adelanta que van a recurrir el fallo judicial. La Federación Española de Fútbol, de la que es directivo, zanja que “no hay ningún comentario” y no detalla si tomará alguna medida: “no hay comentarios”, concluye.

Etiquetas
stats