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Las complicaciones de velar a un familiar durante la pandemia: “Es una sensación tremenda de soledad”

Imagen de archivo de un cementerio

Laura Galaup

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“Nos ha cambiado la forma de vivir y tenemos que cambiar la forma de morir”, resume Alfredo Gosálvez, secretario general de la Asociación Nacional de Servicios Funerarios. La pandemia del coronavirus ha modificado los protocolos de los servicios funerarios, tanto para defunciones por esta infección como para aquellos que hayan fallecido por otras causas. Charo, que ha despedido a su madre este miércoles, lamenta que las medidas para contener esta infección sean “absolutamente crueles” para los familiares que han perdido a un ser querido, aunque ante todo destaca que entiende que son “normas prioritarias” para combatir un problema de salud pública.

Rosario, la madre de Charo, falleció este lunes en una residencia de mayores a causa de una parada cardiorespiratoria. Desde el pasado domingo 8 de marzo sus familiares no podían acudir a visitarla, como hacían de costumbre, porque la Comunidad de Madrid limitó la entrada a los centros de mayores para disminuir el riesgo de infección entre sus residentes. La familia de Rosario reclama que esas medidas se humanicen, no entienden que a su madre no se le permitiese contactar con su hijos mediante videollamadas. “Es lo que más he sentido, te deja una sensación de abandono, de que se ha quedado sola. Es una sensación de soledad tremenda”, cuenta Charo por teléfono.

Según explica esta mujer, las restricciones impuestas por el coronavirus han contribuido a esa emoción. Después de recibir la llamada de la residencia para informarles de la muerte, solo permitieron a dos familiares acompañar al cuerpo. “Tienes la sensación de que ha muerto sin que hayas podido estar y cuando se muere, tampoco. Nos fuimos turnando para entrar en parejas”, reseña.

Durante los dos siguientes días, la familia de Rosario asegura que no han tenido la posibilidad de velar sus restos, aunque no fuera una fallecida por coronavirus. “Se la llevaron al tanatorio de San Isidro. Como ayer [por este martes] no la pudieron incinerar en el crematorio Sur, lo han hecho este miércoles”, reseña. Finalmente, debido a la insistencia de la familia –siempre según su versión– les dejaron ver el cuerpo de Rosario en el tanatorio un par de minutos. “Nadie nos informó de nada”, lamenta.

Prohibidos los velatorios para fallecidos de coronavirus

La Comunidad de Madrid no permite desde el pasado 12 de marzo realizar velatorios en tanatorios a fallecidos que hayan dado positivo por coronavirus. Para el resto de casos, según informan desde la Asociación Nacional de Servicios Funerarios, la organización de esta despedida depende de las empresas. Por ejemplo, en los tanatorios de la empresa municipal Servicios Funerarios de Madrid han establecido un límite de 10 personas en el interior de las salas para “primar la seguridad”.

Por su parte, el grupo Mémora, que gestiona un centenar de tanatorios en España, ha optado por limitar “el aforo de las salas de ceremonias de todas sus instalaciones a un tercio, con el fin de reducir aglomeraciones y colaborar en la prevención de potenciales contagios”. eldiario.es se ha puesto en contacto en con el grupo Interfunerarias, responsable del tanatorio de San Isidro, para conocer cómo organizan los velatorios desde que se impusieron medidas para combatir el coronavirus, sin haber recibido respuesta por el momento.

El CEO de la compañía funeraria Albia explica que es “muy duro” y “difícil” apuntar a los familiares los protocolos de seguridad y las distancias de prevención que tienen que mantener durante las despedidas de sus allegados. “¿Cómo explicas a dos hermanos a los que se les ha muerto su madre que no se abracen después de estar sin verse un tiempo y se ven para esta desgracia? Tratamos de ser muy empáticos, pero también contundentes, al trasladar estas medidas”, reseña Juan Rodríguez, responsable de esta compañía. Su funeraria, que gestiona más de un centenar de tanatorios, ha optado por limitar a un “máximo de seis personas” la presencia “simultánea” en las salas.

Fuentes oficiales de la empresa municipal madrileña explican que han percibido “una disminución de asistencia a los tanatorios”. Desde la patronal de las empresas reseñan que la acogida de las medidas adoptadas por la pandemia del COVID-19 “está siendo impecable”. “Hay que entender que si las familias contagian, o si el personal es sometido a cuarentena se generaría un gran problema de salud pública para dar sepultura a los fallecidos”, apunta Gosálvez.

Además, la empresa funeraria de Madrid ha ampliado el horario de cremación hasta cubrir las 24 horas de día y ha reforzado la plantilla, ante el incremento de fallecimientos a causa de la epidemia. Fuentes municipales del área de Madrid Salud han indicado que los crematorios de Almudena y del Sur “están funcionando dentro de los plazos habituales” y se incinera a los fallecidos “dentro de las 24 horas siguientes”.

La importancia del velatorio para el duelo

La psicóloga Vanessa Fernández destaca la importancia del velatorio para afrontar el duelo. “Su función tiene un objetivo de asimilación de la pérdida. El hecho de ver el cuerpo parece que ayuda a aceptar que la persona no está y facilita comenzar la desvinculación”, incide esta doctora en Psicología y docente de la Universidad Complutense. Este evento también es importante porque aporta al afectado un soporte de otros seres queridos. “Hay estudios que sostienen que el apoyo social amortigua las emociones negativas como el estrés o la pena”, reseña Fernández.

En caso de que el fallecido haya dado positivo por coronavirus, el protocolo del Ministerio de Sanidad determina que antes de trasladar el cuerpo se debe permitir “el acceso de los familiares y amigos, restringiéndolo a los más próximos y cercanos, para una despedida sin establecer contacto físico con el cadáver ni con las superficies u otros enseres de su entorno”.

Algunas comunidades autónomas, como Madrid o Valencia, han prohibido la celebración de estos velatorios. Fuentes oficiales de la empresa municipal funeraria de la capital explican que en estos casos los seres queridos “por el momento” pueden “asistir al crematorio o cementerio a la despedida, aunque siempre se pide que mantengan medidas de seguridad”. “Entendemos que en estos momentos en los que necesitas un abrazo es difícil, pero la situación es muy delicada y apelamos a la responsabilidad entre los asistentes”, apuntan estas fuentes.

Algunas empresas funerarias, como el grupo Mémora, han optado por ofrecer la posibilidad de realizar una ceremonia de despedida a los fallecidos por coronavirus una vez que haya finalizado el periodo de cuarentena, “atendiendo a recomendaciones de psicólogos especialistas en duelo sobre la necesidad emocional de realizar una adecuada ritualización tras una defunción”.

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