Madrid se moja contra la violencia machista
En la madrileña Puerta del Sol este 25 de noviembre los paraguas se confundían con los carteles que clamaban por una vida libre de violencia machista. La lluvia y las bajas temperaturas no han impedido que, como cada año, una marcha recorra las calles de la capital, al igual que en medio centenar de ciudades más, para mostrar su rechazo y exigir la erradicación de todas las formas de violencia contra la mujer.
La asistencia ha rebasado las expectativas que anunciaba el cielo nublado con el que se ha levantado Madrid este viernes. Mujeres y hombres de todas las edades han alzado su voz para reclamar que la violencia de género sea considerada cuestión de Estado y el compromiso al que ha llegado el Congreso recientemente no se quede en papel mojado.
Para Sara, que ha acudido junto a su amiga Sonia, explicar por qué es necesario que cada día sea 25 de noviembre tiene una respuesta clara: “porque nos siguen asesinando”. Dice que la población “parece que cada vez está más concienciada”, pero tilda de “fundamental” que los políticos que integrarán la Subcomisión que articulará el futuro pacto “tengan perspectiva de género”.
Unos metros más allá una batucada acompaña a los gritos. “No son muertas, son asesinadas”, “no es un caso aislado, se llama patriarcado”, “si tocan a una nos tocan a todas”. Los asistentes han recorrido así, entre tambores y lemas, el escaso kilómetro que separa la plaza de Isabel II del kilómetro 0 de la capital para recordar que la violencia machista no solo se ciñe a la que las mujeres viven en el ámbito de la pareja o expareja.
Marisa no sabe con qué resguardarse de la lluvia. Se le ha roto el paraguas y lamenta haber salido de casa con un abrigo sin capucha. Aún así sigue caminando, como lo ha hecho desde 1996. El 25 de noviembre de aquel año el Foro de Madrid contra la Violencia a las mujeres convocó la primera marcha. “Del Gobierno no hay que esperar nada, que es lo que ha hecho estos últimos cuatro años”, dice.
Mientras la cabecera de la manifestación, guiada por varias mujeres portando una pancarta que pide “Violencia de género, cuestión de Estado, ya”, llega a la Puerta del Sol, la cola acaba de dejar el punto de partida. La lluvia da pequeñas treguas, que duran unos pocos minutos, pero las organizadoras han adecuado una carpa blanca para la acción que el Bloque Feminista Estudiantil ha preparado.
Varias chicas vestidas de blanco esperan en el centro del escenario y otra de ellas comienza a leer titulares de noticias publicadas. Quieren denunciar “la invisibilización de la violencia machista en los medios de comunicación”. “Muere un vecino tras pender fuego a su coche”, lee. “Su mujer también estaba dentro, pero no aparece nombrada en el titular”, denuncia minutos después.
Sofía, que escucha atenta los nombres y la edad de las mujeres asesinadas este año a las que están recordando una a una desde el escenario, pide “compromiso” a las instituciones para luchar eficazmente contra las agresiones sexuales. De 2009 a 2015, 9.000 mujeres han sido violadas, según datos del Ministerio del Interior, que no contabiliza aquellas que nunca se denuncian.
Silvia García, 33 años; María Santos, 73 años; nombre y apellidos no conocidos...Mientras, se escuchan los gritos que aún siguen recorriendo la calle que desemboca en la plaza. Las peticiones se suceden una tras una: educación en igualdad, dotación presupuestaria, compromiso de los medios de comunicación...“Pero también queremos que este acto se convierta en un sincero homenaje dirigido a todas las mujeres que han sido asesinadas”.