Una mujer supera una infección por una bacteria resistente gracias a un tratamiento con virus
Las infecciones por bacterias resistentes a todos los medicamentos son una de las 10 principales amenazas para la salud pública, según la Organización Mundial de la Salud. Ahora, un equipo científico ha descrito un tratamiento experimental con una combinación de antibióticos y virus bacteriófagos que han acabado con una infección por una 'superbacteria'.
La paciente es una mujer de 30 años que fue víctima del atentado de 2016 en el aeropuerto de Bruselas. A raíz de una fractura, se contagió por la bacteria Klebsiella pneumoniae, un tipo de microorganismo que entra dentro del grupo de prioridad crítica de la OMS, conocido como ESKAPE. Durante casi dos años recibió tratamiento con antibióticos, pero no mejoró hasta que el grupo de la investigadora Anaïs Eskenazi combinó los antimicrobianos con virus bacteriófagos, una terapia alternativa cuyos resultados han sido publicados en la revista Nature Communications este martes.
“Terapia de rescate”
El 22 de marzo la paciente sufrió un politraumatismo durante el atentado suicida del aeropuerto de Bruselas. Tras una agresiva intervención multidisciplinar, que incluyó la reanimación, la imputación parcial del hueso ilíaco y la fijación externa de un fémur roto, fue estabilizada. Sin embargo, el día 4 su situación evolucionó hacia un shock séptico debido a una infección en la herida quirúrgica del muslo izquierdo, a pesar de los antibióticos.
El cultivo bacteriano de las biopsias quirúrgicas mostró una flora compuesta por diferentes microbios, consistente en “Enterococcus faecium”, “Pseudomonas aeruginosa”, “Enterobacter cloacae” y “Klebsiella pneumoniae”. Este fue el punto de partida para el equipo del Hospital Erasme de Bruselas.
El grupo utilizó una combinación de un virus bacteriófago aplicado localmente en la herida y antibióticos, una “terapia de rescate” que dio como resultado una mejora clínica, microbiológica y radiológica objetiva de las heridas y el estado general de la paciente. Tres meses después, el estado general de la mujer había mejorado, la herida estaba cicatrizando y no se encontró ninguna evidencia de infección bacteriana. Tres años después del tratamiento, la paciente había recuperado la movilidad, según indican los investigadores, que hablan de la promesa que suponen este tipo de terapias para las infecciones bacterianas resistentes a los medicamentos, también llamadas 'superbacterias'.
Los virus bacteriófagos o fagos 'rompen' las bacterias desde dentro -lo que se conoce como lisis celular-, con lo que para que se puedan multiplicar, es necesaria la muerte de estas bacterias. En la última década se ha producido un aumento de la investigación en terapia con fagos, incluido el uso de estos para tratar infecciones relacionadas con la ortopedia -ya se han publicado otros casos clínicos en revistas científicas-. Sin embargo, pese a que este estudio de caso demuestra el potencial de estas terapias, es probable que sea necesaria una compleja personalización del tratamiento, lo que dificulta su aplicación a grupos de pacientes más amplios, advierten los autores.
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