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Madrid se enfrenta al coronavirus con plantillas sanitarias menguadas por los recortes: menos profesionales que en 2010

Los 38 sanitarios carecen de síntomas

Raúl Rejón

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Un 13,6% de los infectados de coronavirus en España son sanitarios, una de las grandes preocupaciones en este momento, como ha reconocido este lunes el director del Centro Nacional de Emergencias, Fernando Simón. Son, este lunes, unas 5.400 médicas o enfermeros –especialmente de Euskadi y la Comunidad de Madrid– que se han contagiado sobre todo por el contacto con pacientes o con otros profesionales. En Madrid, particularmente, la epidemia está llevando al límite a una plantilla a la que le ha llegado la oleada de pacientes siendo, prácticamente, idéntica que la que ejercía hace una década tras años de recortes de los que todavía no se había recuperado.

“Estamos agotados física y emocionalmente”, resume una enfermera de las urgencias del hospital Severo Ochoa de Leganés. La plantilla de sanitarios en la Comunidad de Madrid al arrancar 2019 era menor que la disponible en 2010: 54.531 en lugar de los 55.433 de hace diez años, según las Memorias Oficiales del Servicio Madrileño de Salud (Sermas).

Esta sanitaria repite a eldiario.es que “trabajo con un gran equipo tanto humana como profesionalmente. Ellos son los verdaderos héroes de esta crisis”. El Severo Ochoa ha ilustrado cómo los centros hospitalarios públicos en la Comunidad de Madrid se han visto desbordados por la demanda: el viernes pasado las urgencias se colapsaron, “en mi área, que tiene 28 puestos entre camillas y sillones, había 100 pacientes. Estábamos hacinados para atender a toda esa población”, describe esta sanitaria que, además, insiste: “Necesitamos más recursos materiales, pero también humanos”. Es decir, más profesionales.

Madrid es la zona más afectada por el brote de coronavirus y este lunes superaba los 10.500 contagios confirmados. Lo que reflejan las memorias del Sermas es que, precisamente, el sistema sanitario público de la Comunidad de Madrid tenía, en 2019, menos licenciados sanitarios, diplomados, técnicos superiores y auxiliares de enfermería que en 2010.

En cuanto a los facultativos, las memorias indican que se pasó de 16.656 a 16.492. La mayoría de este grupo son médicos, aunque también hay algunos otros profesionales, como farmacéuticos. En 2015 ese colectivo había bajado a 15.736. En cuanto a diplomados y técnicos, hace una década había unos 38.700 y en 2019 los que comenzaron el curso apenas superaban los 38.000. El Sermas pasó de 75.400 trabajadores incluyendo también a los encargados de servicios y administración (que mantienen el sistema operativo) en 2010 a 72.193 al inicio de 2019, según los recuentos del propio Servicio.

Tras los años de recortes continuados “a partir de 2015 y 2016 se comienzan a recuperar plantillas de manera leve, pero lejos de los niveles alcanzados en 2010”, analizaban el sindicato CCOO y la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública al advertir del deterioro que se acumulaba en este sistema sanitario.

La Comunidad de Madrid tiene un presupuesto sanitario (ahora prorrogado) muy alto en términos absolutos. El último ejercicio asignó 8.106 millones de euros, solo por debajo de Andalucía y Catalunya. Pero, se da la circunstancia de que esta comunidad autónoma está muy poblada: viven 6,6 millones de personas. Eso implica que la asignación de recursos supone unos 1.228 euros por habitante. Está por debajo de la media española (1.260 euros por habitante) y lejos de los líderes como el País Vasco (1.670 euros), Navarra (1.635 euros) o Asturias (1.586 euros).

Uno de los capítulos donde más se acusaron los ajustes fue el del personal: se aumentaron las horas de trabajo para necesitar menos profesionales cubriendo turnos. Se ralentizaron las sustituciones de sanitarios. En Atención Primaria la escasez de médicos se ha convertido en un problema crónico. Y no ha dado tiempo a la recuperación.

El golpe de gracia del coronavirus

Y entonces llegó el coronavirus. El impacto de COVID-19 en los sanitarios representa un grave problema para la gestión de la epidemia. Tanto que el Ministerio de Sanidad va a dar prioridad a este grupo a la hora de multiplicar los test de diagnóstico. “En efecto, todos estos años de recortes han hecho que el sistema, aun siendo muy potente, se haya quedado tan adelgazado que ante una situación como esta –que perjudicaría a cualquiera, porque es algo desconocido– se generen muchos más problemas de los que realmente hubiéramos debido tener”, reflexiona Julián Ordóñez, encargado de Sanidad en el sindicato UGT.

El Gobierno ha autorizado ahora a que se recurra a médicos jubilados para que se reincorporen de manera transitoria al servicio. Incluso se va a permitir echar mano de estudiantes de último curso de la carrera de Medicina. En la Comunidad de Madrid, la Consejería de Sanidad ha recurrido a contrataciones de urgencia para intentar paliar la falta de profesionales agravada por los contagios entre sanitarios de una plantilla que ya había sido menguada.

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