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Sanitas: un seguro médico privado en observación

Manises (Comuniad Valenciana), uno de los hospitales públicos gestionados por Sanitas.

Raúl Rejón

En diciembre de 2012, Sanitas adquirió el control del hospital público de gestión privatizada de Torrejón de Ardoz en Madrid. Se introducía así en el sistema sanitario público de la región sin haber concursado por él. Le compró el negocio a la contratista sanitaria Ribera Salud, que había obtenido la concesión del Ejecutivo regional. Al mismo tiempo, Sanitas también adquirió de Ribera Salud todo el paquete accionarial de la empresa concesionaria de otro hospital público, el valenciano de Manises –donde ya controlaba el departamento sanitario por encomienda de la Generalitat desde 2009–. Montante de la operación: 77,6 millones de euros en la compra-venta de acciones.

Según Sanitas, esta maniobra evidenciaba una “muestra del interés del Grupo BUPA-Sanitas por el mercado español, en el que tiene intención hacer fuertes inversiones en los próximos años”. Este grupo sanitario privado aceleraba su despegue en lo que llama apuesta “por la colaboración público-privada, que considera un modelo de futuro que ofrece beneficios para todas las partes”.

Apenas 15 meses después, el brillo de Sanitas, empresa que se postulaba y colocaba como segunda operadora privada del sistema sanitario público, se apaga. Este lunes 14 de abril de 2014, la compañía tenía que explicarse ante una investigación de la Agencia Tributaria por presunto fraude fiscal. Según informaba El País, el fraude podría alcanzar los 28 millones de euros. Sanitas reconoce en su Informe Anual 2012 que “tanto la sociedad como la dominante del grupo fiscal están siendo inspeccionadas por las autoridades fiscales en su presentación del impuesto de sociedades de los ejercicios de 2007 a 2010 (…) así mismo el resto de impuestos presentados por la Sociedad están siendo inspeccionados por el periodo entre septiembre de 2008 y diciembre de 2010”. Luego se muestra tranquila, ya que no espera “que de esta inspección (…) pudieran surgir pasivos adicionales”, es decir, que tenga que pagar más.

BUPA significa British United Provident Association y es el mayor asegurador privado de Gran Bretaña. Desde 1989, Sanitas pertenece a este grupo. La matriz de la empresa española también aporta su ración de quebraderos de cabeza. Anda estos días defendiéndose de una práctica, cuando menos, polémica: los gestores de la aseguradora están ofreciendo por carta a sus clientes una cantidad de dinero (en torno a 2.000 libras; unos 2.400 euros) si, ante ciertas enfermedades, optan por tratarse en hospitales públicos en lugar de acudir a los de BUPA en el Reino Unido. La carta de BUPA se encabeza con el título “dando a nuestros clientes mejores opciones” establece, según ha trascendido, que si los pacientes son “admitidos en un hospital del NHS [Sistema Nacional de Salud] le pagaremos una suma fija”. Entre las patologías señaladas están el cáncer o las cardiacas. Esta práctica que ha sido calificada como “soborno” y supone ahorros de hasta 10.000 libras en determinados procesos médicos. BUPA defiende que se limita a “ofrecer opciones a sus clientes”.

Sanitas ganó en España 48 millones de euros en 2012 –el año anterior fueron más de 300–. La matriz BUPA ingresó 9.000 millones de libras y ganó 411 millones en 2013. La sociedad española gestiona en la Comunidad Valenciana la sanidad pública de 195.000 habitantes en el departamento de Manises, que incluye su hospital de referencia, los 22 centros de atención primaria de 14 poblaciones y el hospital de larga estancia de Mislata.

En la Comunidad de Madrid, el hospital Universitario de Torrejón da servicio a más de 136.000 tarjetas sanitarias. Sanitas había concursado –y obtenido sin competencia– la gestión de otro hospital público en Madrid –el de Coslada, distante 12 kilómetros de Torrejón– al decidir Madrid privatizar su dirección sanitaria, hasta entonces pública. La suspensión del proceso privatizador paralizó esa operación.

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