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Madrid busca vaciar sus viviendas sociales para venderlas a fondos de inversión

Encierro en la EMVS de Madrid.

Raúl Rejón

Poco después de las 10.30 un grupo de personas se plantaba en la Empresa Municipal de la Vivienda de Madrid (EMVS) para reclamar una reunión y salvar tres desahucios inminentes en casas de naturaleza social. “Podrían llegar a diez este mes de enero”, calculaban los miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) que coordinaban el acto.

La situación es de una ecuación simple: la EMVS necesita los pisos sin estos inquilinos para vender las promociones -y los alquileres- a compradores (empresas o fondos de inversión) por paquetes. Así busca saldar una millonaria deuda (se calculaban 630 millones) en una compañía de titularidad municipal que fue declarada “inviable” por una auditoría de PriceWaterhouseCoopers.

¿Pueden dehacerse de las familias? La letra estricta de la normativa se lo permite. “Los inquilinos no poseen el título habilitante que les reconoce ante la EMVS”, explica Manuel San Pastor, abogado de la PAH, porque las familias recibieron las casas de algún familiar. “La vivienda social se quedará vacía mientras unos ciudadanos se quedarán en la calle”, reflexiona San Pastor.

“Ellos quieren regularizarse y abonar las rentas pero la EMVS no está interesada, ni siquiera responde a los escritos solicitando una reunión para solventar el asunto”, continúa el letrado. Una de las familias afectadas es la de Arturo y Eva Suárez. Ellos cuentan que “vivimos en esta casa desde haca más de diez años”. Su hogar está en Villaverde Bajo, un barrio del sur de la capital. Se mudaron a un “piso que era peor que una chabola porque el pariente de mi padre que la tenía lo destrozó”.

De acuerdo con su historia, Eva y Arturo adecentaron el inmueble “y pagamos la comunidad, vivimos como un vecino más”. Tienen tres hijos menores, pero antes de fin de año recibieron la carta de la EMVS que les anunciaba el desalojo. “A lo largo de los años hemos pedidos más de cinco veces regularizar la situación pero no nos contestan”. Traen bajo el brazo una lista de cinco folios con firmas de los vecinos para pedir una solución.

La EMVS entiende que estos inquilinos son irregulares, una especie de okupas sobrevenidos, y que la ley les ampara para vaciar las casas. Las promociones están siendo objeto de venta a fondos que las gestionan en bloque.

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