Manute Bol

Así se construyó la gran mentira del jugador más alto de la NBA

La edad es una cifra que define derechos, oportunidades y límites. Y también puede abrir o cerrar puertas. En el deporte, cumplir años no es solo cuestión de tiempo: es una medida de valor que decide quién entra y quién se queda fuera. A los 19, se es promesa; a los 35, se es un problema.

A veces, el simple hecho de haber nacido en un año u otro puede marcar toda una carrera profesional. Lo supo bien Manute Bol, un jugador que medía 2,29 metros y cuya fecha de nacimiento fue, literalmente, inventada.

La fragilidad de los registros en algunos países africanos propicia el engaño

El nombre de Bol apareció por primera vez en los despachos de inmigración estadounidenses a mediados de los años 80, acompañado por una cifra concreta: 16 de octubre de 1962. Oficialmente, esa fue su fecha de nacimiento. Lo que nunca quedó claro es de dónde salió.

Quien la puso en marcha fue Kevin Mackey, entonces entrenador de Cleveland State, que vio en él a una figura capaz de revolucionar el baloncesto universitario. Como él mismo explicó años más tarde a Zagsblog, Bol no sabía con certeza cuándo había nacido y su acompañante tampoco podía aportar datos. Mackey señaló que “me inventé una fecha de nacimiento porque Manute Bol no tenía idea de cuántos años tenía”.

En algunos países africanos, especialmente en regiones rurales o con sistemas administrativos frágiles, registrar oficialmente un nacimiento sigue sin ser algo automático ni garantizado. Las guerras, la pobreza, el acceso limitado a instituciones y la falta de infraestructuras básicas han hecho que millones de personas crezcan sin documentos que acrediten su edad real.

En ese contexto, no es extraño que los datos se construyan a posteriori, según convenga o se pueda. Y en el deporte, donde los años marcan el futuro de los atletas, ajustar la fecha de nacimiento puede convertirse en una herramienta más para salir adelante. Así lo reflejó el caso del gigante sudanés, cuyo año de nacimiento fue inventado al llegar a Estados Unidos para encajar en el sistema universitario.

La mentira arrancó cuando el joven sudanés aterrizó en Estados Unidos sin papeles oficiales, ni un documento que acreditara su edad. Mackey necesitaba que los registros dijeran que tenía menos de veinte. Así, podría asegurarle una carrera deportiva larga, o al menos viable. “Probablemente Manute Bol tenía entre 40 y 50 años cuando jugaba en la NBA”, apuntó el técnico, que también fue quien impulsó el proceso para obtener la documentación necesaria.

Gracias a la colaboración de varios funcionarios entusiastas del baloncesto, la tramitación fue sencilla. Mackey explicó que “los de inmigración estaban en la oficina de la universidad y les pareció estupendo”, ya que Bol, por su aspecto, ya había empezado a atraer la atención de medios y curiosos.

Aquella altura descomunal, sumada a la imagen completamente desconocida en el entorno estadounidense, convirtió a Bol en una figura imposible de ignorar. Era demasiado alto como para no permitirle jugar. Su cara aparecía en las noticias locales y su cuerpo destacaba en cualquier lugar. Sin hablar apenas inglés, y sin haber jugado un solo partido en la NCAA, acabó matriculándose en la Universidad de Bridgeport, una institución modesta donde pudo competir durante la temporada 1984-85.

Sanciones deportivas y consecuencias que no evitaron la llegada a la NBA

Nunca llegó a disputar ni un minuto oficial con Cleveland State. Mackey detalló que “sabíamos que no podíamos meterlo en la universidad, pero ¿qué se suponía que debíamos hacer? ¿Enviarlo de vuelta?”. Las consecuencias no tardaron en llegar. El programa de baloncesto de Cleveland State fue sancionado con tres años de inhabilitación por ofrecer ayudas económicas a jugadores extranjeros, entre ellos Bol.

El técnico, ya fuera del banquillo y con problemas personales que lo alejaron del baloncesto, siempre defendió que aquella operación no trajo beneficios deportivos al equipo. Según explicó, “ no obtuvimos ninguna ventaja competitiva, ninguna”.

Aunque su historia en la NCAA fue breve y llena de obstáculos, Manute Bol consiguió llegar a la NBA. Fue elegido en el Draft de 1985 por los Washington Bullets y jugó durante más de una década en equipos como los Golden State Warriors o los Philadelphia 76ers. Su envergadura de 2,59 metros - sacada con los brazos totalmente extendidos - le permitió convertirse en uno de los mejores taponadores de la historia. Lo que nunca se supo con certeza es cuántos años tenía cuando colgó las botas.

El propio Mackey, ya retirado y convertido en ojeador de los Indiana Pacers, reflexionó años más tarde sobre su decisión y los motivos que le llevaron a manipular los datos de Bol. “Quería asegurarme de que Manute Bol fuera visto lo suficientemente joven como para tener todas las puertas abiertas en el mundo del deporte”, afirmó.

Bol murió en 2010 por una enfermedad renal. Oficialmente, tenía 47 años. Extraoficialmente, nadie lo sabe. Pudo tener 48, 58 o incluso 64. Su leyenda, cuyo hijo Bol Bol intenta continuar, se construyó sobre tapones, centímetros... y una fecha inventada en mitad de un sistema donde la edad, en muchos casos, era una cuestión de supervivencia.