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En un mundo de redes sociales, las 'newsletters' se niegan a morir

En un mundo de redes sociales, las 'newsletters' se niegan a morir

Manu Contreras

Son incontables las veces que se ha intentado matar al correo electrónico. Esta herramienta de comunicación, que ya es parte de la prehistoria de internet, data de la década de los sesenta. Con más de 50 años de vida, el e-mail sigue siendo una de las principales vía de comunicación para millones de personas, pese al auge de las redes sociales.

Uno de los subgéneros del e-mail, aparte del spam, las cadenas de PowerPoint o las notificaciones de nuevos mensajes en LinkedIn, son las newsletters: listas de correos o boletines, como traduce Fundeu. Correos electrónicos enviados en masa a los que te suscribes previamente, enviados generalmente varias veces al mes. Sorprendentemente, y aunque suene muy de otra época, este formato de comunicación está en auge.

El correo electrónico sigue siendo una forma muy práctica de comunicación y sobre todo, muy eficaz para dar a conocer información. El uso de las newsletters se ha mantenido durante años como herramientas práctica para empresas, pero también ha resucitado como aliado de los medios de comunicación y comienza a ser cada vez más habitual encontrarse boletines gestionados por particulares que encuentran en este formato una forma permanente de transmitir sus inquietudes: como un blog, pero directamente enviado a tu bandeja de entrada.

El boca a boca sigue siendo crucial

Hablar de newsletters personales de éxito es hablar de theSkimm. Creada por las periodistas Danielle Weisberg y Carly Zakin en 2012, ha sobrepasado todo lo conocido en este formato. TheSkimm se envía todos los días por la mañana (en horario de la costa este de EEUU) con un resumen de las noticias más importantes del día anterior. Según las últimas cifras conocidas, tienen 3,5 millones de suscriptores en todo el mundo. Figuras públicas como Oprah o Michelle Obama son conocidas suscriptoras.

Su crecimiento, basado en el boca a boca, les ha permitido crear un pequeño imperio mediático. Entre sus hitos se encuentra recaudar más de 16 millones de dólares en capital de riesgo. Uno de sus últimos movimientos ha sido crear su propia aplicación de pago para móviles, que requiere una suscripción mensual de 3 dólares.

Una historia más cercana de cómo una newsletter más personal crece gracias a las recomendaciones de suscriptores la encontramos en City Confidential, creada por Carmen Pérez y Chloe Pueyo. Estas dos amigas crearon en 2012 Madrid Confidential, un blog y lista de correo que da a conocer lugares de interés, comercios o planes en Madrid y Barcelona. “Los lectores nos identifican como una newsletters, a veces no se meten ni en nuestra web”, comenta Pérez para Eldiario.es.

La lista de City Confidential es un ejemplo de como boca a boca sigue siendo la base para aumentar suscriptores: “nuestro crecimiento es fundamentalmente por el boca a boca, nunca hemos hecho publicidad en internet”. Según Pérez, City Confidential ya cuenta con 100.000 lectores que buscan sobre todo planes o “chivatazos”, como ellas los llaman.

Aunque los números de algunas newsletters son impresionantes, no son la forma más práctica de medir su influencia. “Más allá de los suscriptores, lo que importa es la calidad de los mismos”, cuenta David Bonilla, CTO de la empresa española 8kdata. Su newsletter Bonilista, enfocada en la tecnología y desarrollo de software, cuenta con casi 7.000 suscriptores. “Si hay una comunidad profesional leyendo, ahí hay dinero”, concluye.

Sí, se puede hacer dinero con las newsletters

newslettersUna vez creada una base de usuarios estable y de calidad, aquellos que de verdad leen e interactúan con lo publicado, llega el momento de encontrar una fuente de ingresos para compensar el trabajo que requiere montar estos correos electrónicos. No hay que olvidar que son pocos los servicios que ofrecen la posibilidad de enviar correos electrónicos masivos. La mayoría, como MailChimp, requieren una suscripción mensual que se incrementa dependiendo de a cuántas personas llegue.

Muchas newsletters que quieren financiarse suelen apostar por el formato de enlaces referidos en sitios de comercio electrónico, por ejemplo Amazon. Por cada venta que se realice mediante un enlace, el autor de la lista se lleva un porcentaje.

El comercio electrónico es una de las fuentes de ingresos que usan en City Confidential, pero también son los eventos, ya que organizan ocho por semana: “Los que a nosotras nos apetece hacer, pero que no existen”, comenta Pérez.

Tras más de 50 años, el correo electrónico sigue vivo, aún una forma muy sencilla, fiable y que permite a negocios y personas comunicar sus últimas novedades, desde productos revolucionarios hasta su opinión sobre la última película de moda.

El correo electrónico es, por ahora, inmune al paso del tiempo. Las newsletters, una antigua forma de comunicación que usaban las empresas, son de nuevo populares entre una generación que mantiene la misma dirección de e-mail desde hace más de una década.

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