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La Web, ese lugar desesperadamente lento

Esos momentos en los que navegar en internet tiene la velocidad de esta mascota | Foto: Mr Hicks46

Manu Contreras

Aunque durante la última década se ha logrado mejorar la penetración y velocidad de Internet, cada vez es más difícil encontrar sitios webs que no estén sobrecargados, haciendo de la Web un lugar desesperadamente lento.

Qué afecta a tu navegación

Cuando te conectas a Internet y abres tu navegador, hay una lista de características que afectan a que un sitio web cargue más o menos rápido. No solo es el tipo de velocidad que tienes contratado, hay más que eso.

El primer factor que tienes que considerar es el navegador, no todos son iguales. Por regla general todos los desarrolladores de navegadores, ya sea Microsoft con su nuevo Edge, Google con Chrome o Apple con Safari, a la hora de lanzar su última versión dirán que este es el más veloz.

Para que los navegadores carguen páginas web de forma eficiente se necesita memoria RAM y un procesador rápido. A mejor procesador y más memoria RAM disponible, el navegador puede gestionar mejor la carga de las páginas. Por ejemplo, Chrome es conocido por su forma ineficiente de manejar la memoria RAM en cuanto tienes muchas pestañas abiertas, en cambio los navegadores Internet Explorer o ahora Edge en PCs con Windows y Safari en equipos Mac, funcionan mucho mejor en sus plataformas. En lo que al móvil se refiere, no existen muchas grandes diferencias entre Safari (iOS) y Chrome (Android).

El segundo factor importante para la carga son las mismas páginas. Que una página tenga mucho contenido no quiere decir que sea lenta. Si una web tiene mucho contenido pero este está alojado bajo el mismo servidor y hace pocas llamadas a archivos pesados (como scripts de publicidad o grandes imágenes y vídeos) no tiene por qué tardar mucho, pero a cuantas más llamadas “externas” haga, más tardará en cargar.

Tiempo de carga de webs populares | Create infographics

Un factor importante es el tipo de conexión a la que te conectas. No es lo mismo una conexión 4G en una gran ciudad que en el extrarradio. Tampoco es comparable un ADSL cerca de un nodo o alejado del mismo, como compararlo a una conexión de fibra óptica. Según el estudio de la Sociedad de la Información de la Fundación Telefónica, en 2014 unos 26,25 millones de personas se conectaron a Internet. La mayoría lo hizo mediante conexiones de ADSL que ofrecen velocidades superiores a 10 Mbps. Los últimos datos de la CNMC (abril 2015) cifra en 2 millones de líneas de fibra óptica hasta el hogar (FTTH) y de 50.368.473 de líneas móviles. En su estudio de 2014 se estimó que 30,9 millones de líneas se conectan a Internet, un 30,5% frente al mismo periodo de 2013.

Y con las líneas vienen los móviles, durante 2014 se vendieron unos 14,5 millones de terminales, un número al alza tras el desastroso 2013. Cada vez se venden más smartphones con líneas de datos compatibles con las nuevas redes 4G, por lo que tenemos un parque móvil más conectado con mejores velocidades. Sin embargo la sensación de la web es que es lenta, sobre todo comparado con los servicios que ofrecen las aplicaciones.

Cómo carga una web

Abres el navegador, insertas la dirección de una página y se crea la magia: todo empieza a mostrarse. En realidad el trabajo de cargar una web es complejo, y todo depende de qué tipo de sitio sea y cuál sea su función.

Normalmente una web con contenido de noticias como la de eldiario.es se basa en un software que almacena las noticias en una base de datos dentro de un servidor. Para que estas noticias se aparezcan en tu navegador se necesita un servidor que almacene los archivos estáticos como vídeos o imágenes, además de un software que interprete el código del software que gestiona el contenido en un texto que el navegador pueda identificar (HTML).

En el transcurso que hay entre el servidor del sitio y tu navegador, este manda una serie de códigos en HTML para que el segundo lo interprete. Una serie de texto plano codificado para que el navegador sepa qué es cada elemento.

Los navegadores leen las páginas web como tú podrías leer un libro, de arriba a abajo y de izquierda a derecha. Esto para el navegador quiere decir que primero empezará a leer desde arriba hacia abajo, por lo que cargará todos los elementos en ese orden. Cuando existen muchos elementos pesados, como imágenes, vídeos o llamadas a archivos para mejorar ciertos elementos visuales de una web, la página tarda más en cargarse.

Si tuviésemos una página con pocas llamadas a este tipo de contenidos y la mayoría de las llamadas se hiciesen en el mismo servidor que estás visitando, la carga por regla general suele ser más rápida.

Los frenos de la web

Cuando te conectas desde tu trabajo o desde tu casa, la velocidad de carga de una web puede ser muy corta, gracias a que estas conexiones de fibra óptica o ADSL suelen ser rápidas, pero cada vez hay más móviles y líneas de datos contratadas, con velocidades que aunque han mejorado, no tienen la estabilidad y velocidad de las redes alámbricas.

Si una web es pesada en tu PC tarda en cargar, pero si la web es pesada al conectarte desde tu móvil, donde existe una tarifa de datos limitada, cada megabyte es un bien preciado que no se debe desaprovechar.

Hay muchos elementos que frenan la velocidad de la web. Los más normales es la sobreexplotación de scripts como jQuery (aunque exista una versión comprimida), que permite a los desarrolladores web que la interacción sea más visual y que permite cargar datos sin que tengas que recargar la página, entre otras características. Pero es una librería pesada y mal usada por muchas webs que añade un peso extra innecesario para ciertos efectos visuales.

Otro de los impedimentos son los servidores de publicidad, que sirven anuncios a millones de páginas webs y que aunque su infraestructura está repartida por servidores de todo el mundo, agregan peso a la carga de las webs.

También suelen ser un problema las malas prácticas de desarrolladores, como el uso de imágenes en alta resolución o de gran tamaño, cuando se podrían pasar por sencillas aplicaciones que optimizan el peso y tamaño para mostrarse en las webs. Y una de las tendencias, el mal uso de los GIFs que ahora a todo el mundo gusta, pero no debemos olvidar son archivos muy pesados.

Un elemento más que hace terriblemente lentas las webs son los botones sociales, normalmente usados para compartir páginas en Facebook o Twitter. Estos botones integran una llamada a otro servidor que sirve para mostrar información, como por ejemplo mostrar el número de interacciones en la red social con esta web.

¿Qué se puede hacer para mejorar la web?

Hay muchas cosas que se podrían hacer, pero prácticamente todas están fuera de nuestro alcance como usuarios navegantes de la web. Es un problema de desarrolladores y las empresas que desarrollan los navegadores, tanto de escritorio como móviles.

Para los desarrolladores es especialmente importante que enfoquen muchos de sus esfuerzos en la versión móvil para evitar cargar los mismos datos que en el escritorio, sobre todo a la hora de optimizar imágenes, vídeos y carga de archivos innecesarios.

Para los desarrolladores de navegadores, como Apple, Google, Microsoft, Mozilla y Opera, es importante que sigan mejorando la manera en que sus navegadores manejan la memoria RAM, uno de los grandes inconvenientes que ralentizan la navegación y hacen tu equipo más lento, especialmente y desde hace meses con el popular navegador Chrome de Google.

Chrome, siendo uno de los navegadores más usados del mundo se está volviendo lento, con problemas en la gestión de la memoria RAM. Chrome tiene una forma especial de trabajar. Cada pestaña que abres es un proceso que tu ordenador tiene que gestionar. Otros navegadores como Safari u Opera solo abren un proceso por ventana abierta, no por pestaña.

Es más, cada plugin y cada extensión es un proceso aparte, por lo que al final tu equipo acaba con muchos procesos que gestionar. Esta forma de actuar estaba pensada para que cuando algo fallase, como un plugin o una extensión, ni tu pestaña ni el navegador entero se cerrara inesperadamente, tan solo ese elemento o esa pestaña que está fallando.

Si notas que Chrome es lento en escritorio puedes hacerlo más rápido eliminando extensiones, agregando otras que paren pestañas o desactivando plugins como Flash. Son parches, el problema está en el navegador, aunque Google ya anunció que está haciendo esfuerzos para hacerlo más rápido.

Firefox puede ser una buena alternativa. Firefox fue una de las piedras fundamentales para que se implementasen estándares web y que sirvió como la mejor alternativa a Internet Explorer. La explosión de Chrome gracias a la envidiada promoción de Google ha provocado que Firefox se encuentre en mínimos históricos de uso. Según la web de estadísticas StatsCounter, Firefox se sitúa por debajo del 19% de uso mundial.

Mozilla ha trabajado en devolver su vieja gloria a Firefox, haciéndolo mucho más eficiente en el uso de memoria, cambios de diseño o incluso el bloqueo de plugins que consumen mucho como Flash.

Foto: Mr Hicks46

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