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División de opiniones en Podemos de Andalucía en las razones por la pérdida de votos

Unidos Podemos llama a los votantes del PSOE para llenar las urnas de "bofetadas a Rajoy"

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Como punto de partida, Podemos de Andalucía no cree que la confluencia con IU (y también Equo y otras formaciones) con la que concurrió a las elecciones generales del 26 de junio haya tenido unos malos resultados: han subido más de punto y medio en porcentaje de votos (un incremento mayor que en el conjunto del país) y han pasado de los 10 diputados que sacaron el 20 de diciembre de 2015 a 11. Pero sí reconocen la “decepción” por no haber cumplido las expectativas. Y a partir de ahí, surgen dos frentes a la hora de interpretar por qué ha ocurrido.

La tesis de la dirección que encabeza como secretaria general en Andalucía Teresa Rodríguez es que, entre otras cuestiones, ha fallado la campaña. Y la misa la diseñó el secretario Político de Podemos, Íñigo Errejón. Rápidamente, han contestado los errejonistas en Andalucía, que han salido en defensa de éste y diciendo que lo que no ha funcionado ha sido la idea de concurrir con IU, un empeño más del secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, que de otros miembros de su equipo. Por eso, no han tardado en surgir las dos almas de Podemos, sin que por el momento nadie haya cuestionado abiertamente a su líder, más allá, eso sí, de alguna crítica a su ideología cambiante.

En este sentido, Teresa Rodríguez se ha mostrado partidaria de consultar a la militancia sobre la posibilidad de repetir la confluencia con IU, si bien cree que el tema se debe abordar “orgánicamente”. En declaraciones a la cadena Ser, ha evitado valorar las discrepancias internas en el partido tras los resultados, y ha emplazado al Consejo Ciudadano del 9 de julio.

En su opinión, hay que “huir de la confrontación de familias” entendido como “grupos de poder interno”, tal y como pasa, ha ejemplificado, en el PSOE con su secretario general, Pedro Sánchez, y la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. “Hay que convivir en nuestra diversidad”, ha convenido. Igualmente, ha abundado en lo señalado la noche de recuento: “Los resultados son buenísimos (...) pero las expectativas fueron enormes”. Ella también comparte que ha habido “errores” en la estrategia de campaña y, el principal ha sido éste: “No haber convencido a más gente de que podemos vivir mejor”.

Previamente se había pronunciado en este sentido su número 2, Jesús Rodríguez: “Normalmente los partidos cierran filas en el diseño de campaña y se ha puesto toda la credibilidad y la fe en el comité de campaña generado en Madrid (...). Si hay que asumir errores hay que asumir errores colectivamente”. Del mismo modo, ha apuntado: “Los mítines en el modelo de campaña de Podemos empiezan a agotarse y no nos favorecen”.

Convencido de la necesidad de haber ido mucho más “a la ofensiva”, también ha interpretado que les han podido perjudicar los posicionamientos ideológicos cambiantes, de lo que ha sido un claro ejemplo Pablo Iglesias, primero confesándo comunista, luego de extrema izquierda, luego socialdemocráta... “Va a formar parte de las variables del análisis interno”, ha apuntado de este tema. Pero ha rechazado de plano la tesis de Íñigo Errejón y los suyos: “Pensar que la confluencia con IU nos ha restado votos resulta un análisis excesivamente unilateral y simplista”.

No ha tardado en responderle la secretaria general de Podemos en Sevilla, Begoña Gutiérrez, más partidaria de la tesis de Íñigo Errejón. En esta línea, ha dicho que la campaña ha sido “preciosa” y que, en el caso concreto de Sevilla, se ha hecho “muy cercana y en el entorno de los barrios”. Para proseguir: “La estrategia de campaña no es el problema, que sí puede ser la combinación de múltiples factores”.

Compartía con ello la idea del exsecretario de Organización y diputado por Sevilla Sergio Pascual. Éste ha apuntado que la confluencia ha sido “demasiado ambiciosa en términos de poner etiquetas” y también demasiado “apresurada” en los plazos. De hecho, ha reiterado que “hubiera sido mejor haber planteado que éramos una coalición de partidos y que cada uno tenía su cultura política y su identidad propia pero que ponía sus siglas por detrás de los ciudadanos”.

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