Experiencias de finanzas éticas desafían a la banca tradicional en Andalucía
Prestan dinero, pero no son bancos ni financieras de créditos rápidos ni cajas de ahorro. No se rigen por índices financieros conocidos como el Euríbor. Funcionan de manera asamblearia y son sus integrantes quiénes deciden quién forma parte de la cooperativa, qué interés se da a sus socios ahorradores o qué préstamos se conceden. Para entender cómo funcionan puede ser muy ilustrativo el caso de Eduvigis, una vecina de 65 años del barrio del Zaidín granadino que hasta hace un año había confiado los ahorros de toda su vida a Bankia. “Cuando me enteré de los problemas financieros de la entidad, decidí sacar mi dinero del banco y comenzar a formar parte como socia ahorradora de Coop57”, explica.
Como ella, un total de 150 personas aportan sus ahorros a esta entidad en Andalucía, que junto con las 28 cooperativas que la integran, son las responsables de la financiación de un creciente grupo de empresas andaluzas en un momento en el que la banca tradicional ha cerrado el grifo del crédito. “Coop57 comenzó su actividad en la comunidad en 2008, pero a medida que la crisis se ha ido agravando, cada vez son más los ciudadanos y las empresas que se interesan por esta iniciativa”, cuenta Óscar García, socio de Coop57 Andalucía.
Internet: un buen aliado para lograr avales colectivos
Un caso que arroja luz sobre el funcionamiento de esta cooperativa, cuyos valores son la participación, la transparencia y la transformación social, es el crédito que acaban de conceder al colectivo Zemos98. Una entidad que desde 1998 desarrolla proyectos de formación, creación y producción audiovisual y digital en Andalucía. Lo realmente novedoso es la forma en que han conseguido avalar el crédito a través de una campaña por Internet, #avalozemos98, en el que han involucrado a la comunidad con la que habitualmente trabajan. Un total de 270 personas y organizaciones han avalado unos 104.000 euros, que servirán a esta empresa andaluza para desvincularse poco a poco de la banca tradicional y acercarse a la economía social. Una de las personas que ha confiado en su proyecto, por ejemplo, es el popular abogado David Bravo, experto en propiedad intelectual: “Avalo este proyecto porque confío en ellos y llevan años desperezando a la ciudad”.
Otra de las entidades a la que han concedido un crédito de 100.000 euros recientemente es el Club Natación Mairena del Aljarafe, una organización sin ánimo de lucro que desde 1983 se dedica a la formación de nadadores, entre otras actividades. Necesitaban financiación para arreglar la cubierta de la piscina: “Comenzamos a buscar financiación porque con la piscina cerrada se quedaban sin trabajo unas 12 personas y lograrla a través de un banco convencional parecía imposible”, afirma Borja Molina, del Club Natación Mairena.
Y la ética llegó a los bancos
Fiare es una empresa que opera en Andalucía desde 2009 como agente de Banca Popolare Ética. Según Ginés Haro, coordinador de Andalucía Occidental, “hay grupos locales en Córdoba, Málaga, Sevilla, Cádiz y Granada y, en Huelva se está formando”. “Hemos recogido más de 360.000 euros de capital social”, añade.
Ginés Haro, consultor y emprendedor social, comparte la visión de Coop57: “Con la crisis y la situación bancaria el interés está creciendo muchísimo, y así lo hacen las cifras”. Fiare se autodefine como “una red de personas y organizaciones con vocación de crear alternativas dentro del mercado financiero para construir una economía con otros valores”. De ahí que las empresas que han logrado financiación están vinculadas a labores sociales, culturales o medioambientales: “Algunos ejemplos pueden ser Cepaim, en Sevilla, que trabaja temas de inmigración e interculturalidad, o la casa de acogida de la Fundación Cáritas de Granada”, explica Haro.
Desde 2009 han prestado un total de 3.127.000 euros y en mayo de 2013 tienen previsto convertirse en banco integrándose en Banca Popolare. “Es una cooperativa de crédito que opera en Italia como banco a todos los efectos, y como tal ofrece todo tipo de productos y servicios, sin perder sus características de ausencia de lucro, democracia cooperativa y construcción de abajo a arriba”, explica.
