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Castilla-La Mancha barajaba reutilizar los neumáticos de Seseña como combustible para coches de la Junta

El alcalde de Valdemoro: reciclaje de neumáticos en Seseña puede tardar 77 años

Francisca Bravo Miranda

Sólo cinco días antes de declararse el incendio del cementerio de neumáticos en Seseña, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha había recibido una propuesta de la empresa pública EMGRISA para convertir las miles de toneladas de neumáticos del cementerio de Seseña en combustible para los coches oficiales. La propuesta, que, según la Administración regional estaba ya “aceptada políticamente”, planteaba la posibilidad de usar una tecnología, sin especificar, que permite la transformación de los neumáticos en un combustible “similar” a un gasóleo.

“Se plantea fomentar el desarrollo de esta tecnología y usar los depósitos de neumáticos no utilizados como materia prima mediante la compra de gasóleo C”, señala la propuesta de EMGRISA que la Junta de Comunidades recibió el pasado lunes 9 de mayo. La empresa argumenta que los vertederos como el de Seseña resultan un “potencial de riesgo importante” tanto para el medioambiente como para el bienestar de poblaciones cercanas y que los tratamientos de los neumáticos no son rentables, si se limitan a la venta del subproducto que generan, ya que requieren del pago de un canon.

La Junta de Comunidades defiende que existe una fecha “clave” para entender la paralización del cementerio de neumáticos. En abril de 2011, el Juzgado de Instrucción número 4 de Illescas emitió un auto dirigido al Ayuntamiento de Seseña donde declaraba los neumáticos como bienes abandonados. Antes de dicha fecha, argumenta el Ejecutivo, la retirada de las ruedas habría supuesto un hurto. Después de emitirse el auto sólo se firmó un convenio entre el Ayuntamiento con la empresa Desechos y Gestión de Ruedas Iberia S.L, que se comprometía a retirar las ruedas para luego venderlas en el mercado de la chatarra, sin coste para el Ayuntamiento. El convenio se firmó en julio de 2013.

Sin embargo, el Ejecutivo explica que dicha entidad no pudo hacer frente al coste que significaba la retirada de los neumáticos y que en 2015 se dirigió a la Administración regional, después del cambio de Gobierno, para pedir dinero, a lo que la Junta se negó. De hecho, señalan, si se rompía el convenio debía iniciarse un proceso por libre concurrencia: finalmente se rescinde el contrato en febrero de 2016.

La Junta asegura que estaban estudiando la propuesta de EMGRISA y que, de hecho, se estaba barajando un presupuesto total de 6 millones de euros para la propuesta, de los cuales 4,5 vendrían de los fondos europeos y 1,5 millones de fondos propios. “Teníamos una solución para un problema que coleaba desde hace 16 años, una solución innovadora y limpia. Este escenario ha cambiado ahora”, afirman. Tras la extinción del incendio, el Gobierno regional revaluará si los neumáticos serán todavía viables para esta solución o si tendrán que estudiar otras fórmulas para atajar la situación.

El cementerio de neumáticos de Seseña recibió en abril de 2005 una orden de paralización de la actividad, por parte de la Delegación Provincial de Medio Ambiente, que se trasladó directamente al Ayuntamiento de Seseña. Ese mismo año, la Consejería de Medio Ambiente dicta la resolución de un expediente sancionador que imponía a DISFILT S.A, la encargada de gestionar el depósito, una sanción de más de 60.000 euros y que también suspendía la entrada de neumáticos en las instalaciones. Dicha resolución explicaba que la empresa infringía de manera grave la Ley de Evaluación Ambiental. Más tarde, en 2008, su dueño, Victorino Villadangos era condenado por un delito contra el Medio Ambiente por el Juzgado de lo Penal número 1 de Toledo.

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