El ministro del Interior sale en defensa del arzobispo de Valencia y el Papa le corrige
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha salido en defensa del cardenal obispo Antonio Cañizares tras la oleada de críticas recibidas por el prelado por sus palabras que alertaban de una “invasión de inmigrantes” a la vez de señalar que no todos son “trigo limpio”. Así Fernandez Díaz se ha mostrado convencido de que “como eminente representante de la Iglesia”, Cañizares participa del principio de misericordia con los más débiles y en concreto con los refugiados.
Fernández Díaz ha dicho que “nadie puede cuestionar que es evidente que la Iglesia Católica está en todo momento al lado de las personas más vulnerables de la sociedad, e instituciones como Cáritas son un ejemplo paradigmático”.
Pero las polémicas palabras del cardenal han llegado también a los oídos del papa Francisco, quien ha afirmado que “ver y ayudar a ver en el emigrante y en el refugiado no un problema que debe ser afrontado, sino un hermano y una hermana que deben ser acogidos, respetados y amados”.
Por su parte el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, ha matizado a su modo las palabras de Cañizares refiriéndose a los refugiados diciendo que “la presencia de Jesús se prolonga especialmente en los pobres y enfermos, en los perseguidos y refugiados, en los excluidos y descartados”. Blázquez se ha pronunciado así durante la homilía de clausura del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa, ante 6.500 personas y una veintena de obispos y arzobispos entre los que figuraba el propio Cañizares.
No obsante las críticas han superado con creces a los apoyos. La Red Española de Inmigración ha denunciado a Cañizares por un presunto delito de apología del odio al considerar que “criminalizó a las personas refugiadas y de origen inmigrante”. El cardenal “no dudó en calificar de invasión a Europa” la llegada de refugiados, en línea con los gobiernos de extrema derecha y formaciones de la derecha radical, ha argumentado esta Red.
Asimismo, la Red Acoge ha pedido al arzobispo de Valencia que se abstenga de realizar declaraciones que “generen confrontación, odio y rechazo”, y ha resaltado que sus declaraciones “no son propias de una persona supuestamente concienciada con el amor al prójimo y la solidaridad con las personas más necesitadas”.
Por su parte, algunos líderes políticos como el alcalde de Valencia, Joan Ribó, han criticado las palabras de Cañizares tachándolas de “absolutamente intolerables”, llegándolas a calificar de “xenófobas” y propias de la “extrema derecha”. Ribó ha sostenido, además, que esas afirmaciones contradicen “totalmente” la Biblia, las declaraciones del papa Francisco, la Conferencia Episcopal y “el sentir de la gran mayoría de los valencianos”.
También desde Compromís la vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, reprochó a Cañizares el mensaje alarmista utilizando un pasaje de la Biblia: “fui extranjero y me recogisteis”, tachando también de “xenófobas” las ideas expresadas por el cardenal.
Desde el PSOE el portavoz del grupo socialista en las Corts Valencianes, Manuel Mata, ha afirmado en el pleno que el arzobispo “es una fábrica de apóstatas”. Por su parte el exlíder del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba ha asegurado en su cuenta de la red social Facebook que siente “vergüenza” por esas declaraciones del arzobispo de Valencia.
