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El interés de Acciona y Gamesa en un proyecto eólico en el Sáhara ocupado llega al Parlamento Europeo

El eurodiputado Fernando Maura.

Pablo García

Bruselas —

La economía de Marruecos parece ir viento en popa (previsión de crecimiento del 4,6% este 2015) y eso lo notan las empresas europeas, entre las que no faltan españolas. El reino alauita ha anunciado la puesta en marcha de un proyecto eólico localizado en parte en latitudes “ubicadas en el Territorio No Autónomo del Sáhara Occidental que Marruecos invadió en 1975 y desde entonces ocupa”. El entrecomillado procede de la carta que el eurodiputado Fernando Maura (expulsado de UPyD por promover el acercamiento a Ciudadanos) ha enviado a las 13 empresas preseleccionadas en la licitación. Entre ellas están dos compañías españolas del Ibex 35, Acciona y Gamesa. Maura ha pedido a las interesadas que se abstengan de realizar cualquier actividad en ese área conflictiva.

El desarrollo en cuestión es el denominado Proyecto Eólico Integrado, impulsado por la Oficina Nacional de Agua y Electricidad (ONEE, del francés) marroquí. Se trata de cinco plantas con una potencia estimada en 850 megavatios (MW) y que deberán en principio estar operativas entre 2016 y 2020. Las dos más importantes (concentran la mitad de la potencia) están situadas en Tiskrad y Bojador, en el Sáhara Occidental.

Las misivas fueron remitidas a finales de septiembre. “La especial responsabilidad que España sigue teniendo en relación con el pueblo saharaui en su condición de potencia administradora de iure”, recuerda Maura, “debería imponer una especial sensibilidad a las empresas y entidades españolas”. “Confiamos por ello que su empresa se abstenga de realizar cualquier actividad en el Sáhara Occidental que incumpla su estrategia de responsabilidad social corporativa”, escribe.

Las cartas están personalizadas pero contienen elementos comunes al ser formulada idéntica petición en trece ocasiones. En el caso de las multinacionales españolas van dirigidas a sus presidentes, José Manuel Entrecanales e Ignacio Martín. Acciona y Gamesa están diluidas en los cinco consorcios preseleccionados. Por ejemplo, Gamesa concurre asociada con la saudí Acwa Power. Acciona participa con sus filiales. Pero también concurren las marroquíes Al Ajial o Nareva, Siemens (Alemania), GDF, EDF o Alstom (Francia), Enel (Italia)…

A preguntas sobre este asunto, Acciona y Gamesa han declinado hacer comentarios, aunque puntualizan que sí han recibido la carta de Maura y que todo está en fase muy prematura. La capacidad de producción de las cinco plantas (850 MW) es elevada: el mayor parque eólico en España, en la provincia de Huelva, no alcanza los 300 megavatios. 

El eurodiputado, vicepresidente del grupo liberal ALDE, apela a la legalidad internacional para solicitar la retirada voluntaria de las compañías del proyecto. “En el texto de la oferta se asegura que los cinco parques eólicos que deberán integrar este proyecto de 850 MW estarán situados en diversos lugares del Reino de Marruecos. Pero esta afirmación no es cierta en relación a las instalaciones que ONEE quiere construir en Tiskrad y Bojador, dos localidades situadas al sur de la frontera internacional que separa Marruecos del Territorio No Autónomo del Sáhara Occidental donde la ONU realiza actualmente grandes esfuerzos”, enfatiza la carta, citando al contingente de cascos azules de la Minurso, la Misión Especial para el Sáhara de Naciones Unidas.

“Previsiblemente, la energía producida por las dos plantas será utilizada por Marruecos para intensificar el saqueo de los recursos del territorio que ya está explotando de forma ilegal”.

Una zona delicada

El hecho de que se trate de una zona delicada para España por la responsabilidad histórica sobre el territorio saharaui no parece haber sido óbice para Gamesa, cuyo mayor accionista es Iberdrola, ni Acciona. En septiembre, una información de la agencia EFE recordaba que “otras empresas españolas, en su caso del sector petrolero, han preferido abstenerse de operar en el Sáhara Occidental, pese a los incentivos marroquíes, para evitar verse envueltas en problemas políticos”. Hasta la misiva de Maura, el Proyecto Eólico Integrado había pasado bastante desapercibido entre los defensores en España de la independencia del Sáhara.

El propio Maura ha hecho referencia en su blog a esas cartas, en un post cuyo título incide en la presión que la UE debería ejercer sobre Marruecos. “Respondiendo a un llamamiento de la organización Western Sahara Resource Watch he dirigido cartas a las multinacionales que fueron preseleccionadas para el proyecto y que han seguido en la licitación pese a las advertencias que les hizo esta ONG”, explica el eurodiputado.

El exdirigente de UPyD alude a la supuesta responsabilidad social corporativa de la que hacen gala todas las compañías participantes. “Resulta muy indignante que la mayoría de ellas pretendan convertir en elementos de su marca el compromiso a conductas empresariales íntegras, respetuosas con los derechos humanos, el desarrollo sostenible y otros elevados objetivos éticos con las poblaciones de los países donde operan”. “El colmo”, añade, “es que se escuden en los loables beneficios de la energía verde para justificar su asociación con un plan económico que se apoya en la sistemática violación de los derechos humanos de los saharauis”.

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