Artistas españoles piden a la UE una remuneración justa por la explotación digital

Artistas españoles como el actor José Manuel Cervino o los músicos Nacho García Vega y Javier Campillo pidieron hoy en Bruselas que la Unión Europea (UE) legisle para que los intérpretes y autores reciban una remuneración justa por la explotación de obras o interpretaciones en plataformas digitales.

“La parte que le llega a los artistas es ínfima por la explotación en las grandes plataformas de streaming” como Netflix o Spotify, indicó a Efe García Vega, integrante de la campaña “Fair Internet” para un trato justo para los artistas europeos en el entorno digital.

Según explicó el cofundador de Nacha Pop, esta reivindicación de más de 500.000 actores, músicos o bailarines europeos no va en contra de esta nueva manera de acceder a la cultura a través de internet.

“No tiene nada que ver con la tecnología. Los músicos, los actores, estamos en general siempre muy a favor de las nuevas tendencias tecnológicas, creo que están sirviendo para que haya mayor consumo”, comentó.

En cambio, consideró que el fallo ha estado en “el reparto de los beneficios del sistema de explotación”.

“Las plataformas y las grandes compañías y productoras funcionan con acuerdos que tienen mucho que ver con la confidencialidad. No es fácil conocer los términos en que el dinero pasa de unas manos a otras”, dijo, y agregó que “la realidad es que, del dinero que reciben las productoras y las grandes compañías de discos, muy poco llega a los artistas”.

Así, esta campaña busca armonizar a nivel europeo un “derecho irrenunciable de remuneración”: “que parte del dinero que pagan las plataformas, en vez de pagárselo a las compañías y a las productoras, se lo paguen a las sociedades de gestión para que por lo menos esa parte llegue de forma más directa a los artistas”, indicó García Vega.

En septiembre, la CE propuso nuevas normas para proteger los derechos de autor en los medios digitales.

El proyecto de directiva obliga a los editores y productores a “ser transparentes e informar” a los intérpretes de los beneficios que han obtenido por la difusión de sus obras en plataformas digitales, y crea un mecanismo para ayudar a los autores a negociar una remuneración equitativa cuando esta sea desproporcionadamente más baja frente a los beneficios digitales.

En cambio, esto no es suficiente para los artistas europeos sino más bien “irritante”, dijo a Efe José María Montes, vicepresidente de AEPO-ARTIS, asociación miembro de la campaña Fair Internet.

En su opinión, la CE “no da solución al problema” e “ignora la realidad del mercado audiovisual y musical en el que el artista no tiene manera de negociar unas condiciones razonables con el productor en cuanto a la remuneración por la cesión de los derechos”, ya que “se suele llevar a cabo desde una posición de superioridad por parte del productor”.

A excepción de las “súper estrellas”, el artista “no se ve justamente remunerado” sino que recibe una remuneración a tanto alzado mínima“ que no refleja la explotación de su obra en las plataformas digitales, indicó.

Así, Montes puso su confianza en que el Parlamento Europeo “enmiende el error cometido por la CE al ignorar nuestras demandas de varios años atrás”, para que los artistas “puedan de alguna manera participar en los beneficios económicos ingentes de las plataformas digitales por la explotación digital de sus interpretaciones”.