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El desliz machista de Cañete mete al PSOE en la campaña

Cañete y Valenciano antes de iniciar el debate

Manuel Sánchez

Las campañas electorales son un estado de ánimo en los partidos políticos, que sube y baja como si estuvieran en una montaña rusa. El PSOE empezó fuerte sin un candidato al que enfrentarse y con la unanimidad que hubo en la designación de Elena Valenciano como cabeza de lista.

Sin rival en las filas del PP, el PSOE estaba cómodo, y Elena Valenciano hacía una campaña sectorial, mezclada con actos políticos puntuales. Pero, en eso, llegó Cañete y se mandó parar.

En el PSOE nadie se explicaba bien eso del “efecto Cañete”, pero sus sondeos internos y las encuestas externas dibujaban un repunte del PP muy importante. En el PSOE, un partido ciclotímico en esencia, se instaló el pesimismo. Las interrupciones de la campaña por distintos sucesos, junto al pobre acto de Coslada y los abucheos a su candidata en Torrejón, hicieron caer a los socialistas en el derrotismo.

Pero las campañas son largas e imprevisibles, y dan giros extraños. El debate televisado del jueves y, sobre todo, los comentarios de Miguel Arias Cañete el día después, han vuelto a meter en campaña al PSOE, y los socialistas han recuperado la ilusión.

En el PSOE se cree que ganaron dicho debate por goleada, pese a su bajo nivel de audiencia y de repercusión mediática, pero le han colocado la campaña en bandeja de plata las declaraciones machistas de Cañete, que han situado al PSOE en el tema que mejor domina Valenciano.

En Ferraz ha vuelto la ilusión de poder ganar y se habla de que sigue habiendo un empate técnico que se decidirá por pocos votos, y que los ocho días que faltan pueden ser clave para dar la vuelta al marcador.

Para el PSOE, la campaña acaba de comenzar y creen que hay tiempo para movilizar a su electorado. Pero, sobre todo, a las mujeres, que ahora serán una pieza clave en la campaña. Valenciano ha colocado el debate donde quería.

Cañete ha cometido un error político muy grave. Y, aunque entre las filas populares se perdona casi todo, en esta ocasión sí le puede pasar factura.

El PSOE cree que las mujeres serán las que decidan quién gana las europeas. Y si el PSOE aún le queda alguna bolsa de votos en la que supere al PP, es precisamente en ese segmento.

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