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El Street View que inventaron los británicos veinte años antes que Google

Uno de los discos del Domesday, concretamente el que guardaba recorridos tipo Street View

José Manuel Blanco

El británico Alex Mansfield tenía 7 años cuando participó en un 'maypole', un palo como los de la cucaña y decorado con cintas ante el que se baila y que forma parte de una tradición muy arraigada en Reino Unido y Escandinavia. Alguien le hizo una foto y la mandó a la BBC. Esta imagen, como muchas otras, unos singulares recorridos virtuales y otros servicios, formaron parte del Domesday, una actualización muy particular del primer censo del país.

“Fue un proyecto muy maravilloso que recordaba de la escuela primaria. Recordaba haber formado parte pero nunca lo había visto”, cuenta ahora Mansfield a HojaDeRouter.com. Casualidades de la vida, casi 25 años después de aquella historia, Alex trabajaba como productor radiofónico en la BBC y el Domesday se ha colado de nuevo en su vida.

El Domesday del que formó parte su fotografía que después ha ayudado a recuperar fue, sin pretenderlo, un antecedente de Google Street View. En principio, aquella iniciativa pretendía ser un homenaje al Domesday original, el primer registro de la vida británica del que se cumplían 900 años en 1986. Nueve siglos antes, el rey Guillermo I de Inglaterra (o Guillermo el Conquistador) solicitó una especie de catastro sobre las tierras que acababan de quedar bajo su mando. Quería saber, por ejemplo, las posesiones de cada terrateniente, para así establecer los impuestos en base a ello.

Cuando se acercaba la fecha del aniversario, en la BBC comenzaron a prepararse para celebrarlo por todo lo alto. Se les ocurrió montar un nuevo registro del Reino Unido a través de todo tipo de imágenes. Las personas, los rincones y las actividades sociales debían ser protagonistas. De la misma forma que el viejo manuscrito permitió saber cómo era el país de punta a punta, la idea era que la gente pudiera conocer todo aquello que quedaba lejos de sus casas.

La de los años 80 fue la década en que los británicos comenzaron a acceder de forma masiva a los ordenadores. Aunque Prestel, un proyecto parecido al Minitel francés que ofrecía servicios como los que ahora se dan en internet, no funcionó, máquinas como el microordenador BBC Micro, el Commodore 64 o el Acorn Electron comenzaban a colarse en los hogares. El nuevo Domesday tenía que aprovechar las virtudes de estas nuevas tecnologías.

Por eso Andy Finney fue escogido como productor técnico. Entonces trabajaba en BBC Video, la sección de la corporación audiovisual que se encargaba de preparar los programas de la BBC para comercializarlos en vídeos o discos. “También estaba interesado en enlazar un reproductor de vídeo a un BBC Micro y controlarlo, para que un programa de ordenador pudiera recurrir al vídeo y audio de un videodisco”, el formato que precedió al DVD. Ya que en algunos de estos videodiscos se podían incluir páginas de teletexto, Finney se lanzó a experimentar. En un documental sobre pájaros, introdujo una especie de revista con información adicional que solo se podía consultar mediante un televisor con Ceefax, el teletexto del país y el reproductor de videodiscos.

Conociendo su trabajo, el productor de la BBC Peter Armstrong acudió a él. Armstrong tenía la idea de crear un documental interactivo. “Le expliqué que una cara de disco solo podía contener 36 minutos de vídeo, que no era mucho”, rememora Finney. “Sin embargo, se podía acceder individualmente a aquellos 54.000 fotogramas. Por lo que recuerdo, Peter regresó al día siguiente y me dijo que usaría esos fotogramas para mapas y fotos con los que construir un retrato de Reino Unido”.

En la BBC y en Philips, que había fabricado los LaserDisc para la corporación y participaría en el proyecto, recibieron la noticia de buen grado. “Comenzamos en algún momento de 1984, no recuerdo exactamente cuándo, y terminamos en noviembre de 1986, justo en el límite para el aniversario”, recuerda Finney, que ahora tiene una página web con mucha información sobre el proyecto. “Durante este tiempo, varios equipos en paralelo estuvieron trabajando en contenido audiovisual, fotografías, mapas, aportes de escuelas y otros ciudadanos que documentaron sus áreas y, por supuesto, escribiendo el 'software'”, detalla.

El equipo también decidió mostrar varios lugares singulares de Reino Unido mediante paseos virtuales, como si de un Google Street View primitivo se tratara. Se inspiraron en un proyecto del Media Lab del MIT, el llamado Aspen Movie Lab: en 1978, el equipo había producido un mapa en videodisco de las calles de Aspen, en Colorado. “Era muy similar a un Street View en el que usaron un coche con múltiples cámaras, conduciendo por Aspen para tomar fotografías cada pocos pasos”, explica Finney. “Creo que Peter se había encontrado con esto y nos imaginamos como podríamos hacer algo parecido”.

Para ello, se sirvieron de la unidad fotográfica del Centro de Producción de la BBC para la Open University, una universidad a distancia. Con Finney como productor, fotografiaron las localizaciones escogidas “para construir una red de tomas por las que un usuario del disco pudiera circular”. Tomaban varias imágenes de un punto, a izquierda y derecha y separadas por un ángulo de 45 grados, y juntas daban esa sensación de recorrido.

Los llamaron ‘surrogate walks’ (paseos subrogados) y había nueve, que se podían controlar desde el teclado. Gracias a estas rutas se podía caminar virtualmente por los diferentes tipos de casas inglesas, la ciudad galesa de Brecon o un bosque escocés.la ciudad galesa de Brecon Además, diseñaron una galería de arte virtual de cuyas paredes colgaban los accesos a las fotografías enviadas por los ciudadanos o los propios ‘surrogate walks’.

La BBC había invitado a los británicos a mandar fotos del área donde vivían: lugares, objetos, personas… Muchos de los que participaron fueron estudiantes. Además, otras instituciones del Estado preparaban los mapas o datos estadísticos que se incluyeron en este nuevo Domesday. La información se mandaba a la fábrica de Philips en Eindhoven (Holanda), donde se produjeron esos grandes discos.

En un principio, el Domesday fue concebido para verse en en el propio ordenador de la compañía, el BBC Micro, capaz de reproducir vídeo en una televisión. Sin embargo, Acorn, la empresa con la que la corporación se había asociado para fabricarlo, comercializó un nuevo modelo, el Master, que finalmente fue el que se empleó. Se vendía en el mismo paquete el ordenador, los discos y el reproductor. Para quienes ya tuvieran el ordenador también se vendía un 'kit' aparte. Según la publicidad de la época, había 50.000 fotografías, 250.000 páginas de texto, 24.000 mapas “y muchos millones de datos estadísticos”.

En el siguiente vídeo, que cuenta las bondades del Domesday en un programa de televisión, se puede ver cómo se navegaba por los mapas y se pasaba a una vista callejera similar, salvando las distancias, a la que ofrece Google Street View. Para algunos edificios emblemáticos, como el del Royal Albert Hall de londres, el mapa se convertía en un plano de alzado. Y si en un colegio querían ver cómo era una granja por dentro, solo tenían que hacer el recorrido virtual correspondiente:

Con la herramienta se podía incluso medir la distancia entre dos puntos (en línea recta o en carretera), algo que lo emparenta con una de las funciones que incorpora Google Maps.

Sin embargo, la recepción del Domesday fue un poco tibia, debido al coste final del sistema. “El precio del reproductor de discos había crecido significativamente durante el proyecto, y el Gobierno de Reino Unido decidió cambiar sus subsidios escolares del 'hardware' al 'software'”, cuenta Finney. Tampoco ayudaron los fondos de la Comisión Europea para el desarrollo del proyecto ni el apoyo de Philips y Acorn: el paquete costaba 4.000 libras de entonces. Ajustada la inflación, hoy serían 8.650 libras, unos 7.900 euros.

“El resultado fue que el sistema costaba tanto como un coche pequeño, que no era lo que esperábamos. Así que en vez de tener un sistema en cada escuela y biblioteca, se vendieron pocos. A pesar de ello, la reacción al proyecto como logro técnico fue enorme”, explica su productor. Unos años después, otra compañía consiguió vender más barato parte del ‘stock’ que había quedado.

Unos pocos Domesday todavía están disponibles en instituciones como el Museo Británico de la Informática. En él trabaja de voluntario, ayudando a los guías y visitantes, Roger Moore, que hace 30 años formó parte del proyecto del Domesday a través de la Open University, donde trabajaba como especialista en ‘software’ educativo. Él vio de cerca todo el proceso de escribir el código y las estructuras de datos. El lenguaje de programación que utilizaron, cuenta a HojadeRouter.com, fue el BCPL, un precursor de C “que es un buen lenguaje pero que no era muy común entonces, así que tuve que aprenderlo”. En la universidad ya tenían alguna experiencia en la producción de videodiscos que aplicaron al propio Domesday.

Moore recuerda en qué se centraban los dos discos: uno de ellos incluía los datos de los mapas y la información personal de escuelas y la comunidad (el llamado 'community disc'), así como mapas sobre los que se podría navegar. El segundo, el 'national disc', tenía mucha información procedente de las bases de datos nacionales.

“El proyecto de 2011 era solo digitalizar el ‘community disc’ y permitir ver todos los datos que la gente registró”, explica Moore. “Fue solo una recuperación parcial del sistema original”.

Porque la iniciativa no desapareció cuando pasaron los 80. En 2010, cuatro años después de que el manuscrito original del Domesday se pudiera ver en internet previo pago y uno antes de que fuera gratuito, Alex Mansfield buscaba ideas para producir documentales radiofónicos: “Recordé el proyecto, de cuando estaba en la escuela. Busqué y esperaba encontrarlo en algún lugar en la web, pero no estaba”. Comenzó a preguntar a sus compañeros de trabajo si sabían algo al respecto. “Encontré a un equipo que había estado velando por el proyecto”: extracción de datos, cuestiones de derechos de autor… Esto le sirvió para hacer un documental en radio. Decidieron aprovechar que en 2011 tocaba actualizar el censo en Reino Unido y pensaron en volver a publicar el Domesday, ponerlo al día y ver qué había cambiado en esos 25 años

El resultado se pudo ver en unas pantallas táctiles que la corporación fabricó para conmemorar la efeméride y en una web específica de la BBC que aún se encuentra disponible. Las fotos del colegio o los paisajes, actuales y de mediados de los 80, se mezclan con los mapas que muestran la evolución del urbanismo. Revitalizar el proyecto tenía “un poco de nostalgia y un poco de historia local”, pues permitía localizar más de 10.000 pequeñas áreas diferentes.

Ahora, cuando se cumplen 30 años, el principal objetivo del Museo Nacional de la Informática con respecto al Domesday es reparar y poner en marcha los reproductores originales. Hay dos opciones: restaurar el original o crear “un equivalente moderno”, cuenta Moore. “Lo que tenemos”, añade, “son un par de sistemas originales Domesday que funcionan y podemos hacer una demostración”. Además, tienen una de las dos pantallas táctiles que la BBC fabricó para el proyecto de 2011.

“Estoy muy orgulloso del proyecto. Un gran equipo, y alrededor de un millón de personas a lo largo de todo el país, contribuyeron a ello”, concluye Finney. Aunque la web de 2011 y las pantallas táctiles permitieron a muchos conocer esa parte años más tarde, aún es difícil acceder al contenido del 'national disc', el disco que incluye esos paseos virtuales que permitieron recorrer Reino Unido antes de que los coches de Google los abrieran al mundo. 

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Las imágenes son propiedad de Museo Británico de la Informática (1, 7), Alex Mansfield (2, 3, 5), Wikipedia (3) y YouTube | Computerphile (6)

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