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Tanto 3G no puede ser bueno... ¿Ha llegado la hora del WiFi gratis?

“Un café con leche y mi Wifi gratis, por favor”: la nueva era de la conectividad ha llegado (Foto: Yahoo! Inc en Flickr)

Raúl Masa

Como todo el mundo ha levantado la mano, ahora es momento de pensar hacía dónde nos conduce el WiFi gratis y por qué puede ser el futuro de la conectividad.

Cada cierto tiempo, reputados y avalados informes nos hablan del aumento del tráfico de datos en internet. Que si se consume más video, que si las descargas aumentan y son más pesadas... Y, así, un sinfín de argumentos que nos enfrentan a una realidad: ¿estamos preparados para la avalancha de conectividad que nos espera? ¿Bastará con las redes de las operadoras?

Podemos acabar desbordados y una de las alternativas más lógicas para paliar las necesidades crecientes de conexión tiene nombres y apellidos: WiFi gratis. Al leer estas dos palabras conectadas, nunca mejor dicho, muchos habrán esbozado una sonrisa. Gratis... Pues bien, no es necesario borrarla, porque el futuro que nos espera, a juzgar por cómo se mueve el sector de las telecomunicaciones, será un futuro de conexiones WiFi cada vez más avanzadas a nivel técnico y con mayor velocidad de navegación, que serán un complemento, cuando no un sustituto, de la conexión de datos que cada usuario tenga contratada.

Necesidad vital

El WiFi puede ser el mejor aliado para resolver “el tsunami de datos móviles previsto para los próximos años”[/pullquote], según Jenaro García, CEO de Gowex, uno de los principales actores de este nuevo escenario, ya que su empresa ofrece Wifi gratis a más de 40 ciudades en España, y 70 en todo el mundo. Además, en su opinión, es la alternativa más “económica y sostenible para gestionar los servicios de las ciudades de forma inteligente”. Y es aquí donde encontramos uno de los argumentos más potentes de los que piensan que el WiFi debe dar un paso al frente. Ya no se trata de usuarios conectados a máquinas para relacionarse con otros usuarios, sino que hablamos de máquinas conectadas a máquinas, máquinas a personas, y todas las posibilidades que a cada uno de vosotros pueda imaginar. En definitiva, se hace necesaria una conectividad accesible, permanente y fiable.

García cree que “el WiFi es como el agua”, necesaria desde primera hora de la mañana hasta el minuto antes de echarse a dormir, en cualquier situación y en cualquier momento. Simplemente se trata de una demanda de los ciudadanos, tan simple y tan rotundo como eso.

Papel de las operadoras

Heráclito de Éfeso, filósofo de esos que solo nos interesan cuando estamos en el instituto, decía que “nada permanece, todo cambia”. Una cita que tendrán que poner en práctica muchos de los actuales operadores móviles, tanto los que tienen red, como los virtuales. Se trata de hacer frente a una realidad: el consumo de datos empieza a desbordarse.

¿1Gb o 2Gb para todo el mes? Parece evidente que, de momento y al menos por un tiempo, la cantidad de megas de descarga que nos ofrecen no podrá aumentar. Eso tiene un coste y, para rentabilizarlo, hay que poner un precio que no todos los usuarios están dispuestos a pagar. Aquí es donde entra el WiFi gratis y empresas como Gowex que, en palabras de su consejero delegado, “no ve como competencia a las operadoras, sino que de hecho son clientes”. No se trata necesariamente de sustituir por WiFi las tarifas de datos, sino más bien de adoptarlo como un complemento para mantener todo lo activa que quiera cada uno su conectividad diaria.

Más dispositivos, más conexión

Como bien señala García, “cada vez habrá más dispositivos que puedan llevarse integrados en el propio cuerpo de las personas, como es el caso de Google Glass o el iWatch, y todos ellos incorporarán conexión WiFi”. Es decir, no solo nos conectaremos más, sino que tendremos muchas más herramientas para hacerlo. La conexión a internet será parte de nuestra naturaleza, una forma más de 'estar vivo'.

Por esa razón, como mencionábamos al comienzo de este texto, hay que diversificar también las conexiones. Para que el 'always on' siga siendo económicamente viable, es necesario que encontremos una alternativa, como el WiFi, que nos permita ir cambiando de red a lo largo del día, en función de nuestras necesidades. No podemos estar todo el día tirando de 3G (o 4G).

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