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La inquietud cultural del campo

Una de las actividades realizadas en el último Festival de Cans el pasado mayo. / Festival de Cans.

María Muñoz

“La creatividad del medio rural conectada”. Bajo esta premisa comenzó a pergeñarse hace casi más de un año RuralActual, una plataforma online que difunde y conecta los proyectos culturales que se están realizando en el mundo rural de la Península Ibérica. “Se estáN llevando a cabo muchas iniciativas por y para los habitantes de los pueblos y no siempre tienen la suficiente difusión”, explica Bea García, una de las impulsoras del proyecto, junto a Moisés Álvarez, Sonia García y Mariana Cancela. Los cuatro viven desde hace algún tiempo en zonas rurales, aunque por sus trabajos, vinculados en su mayoría a la gestión cultural y comunicación, pasan temporadas en la ciudad.

“Por mi trabajo he realizado varios proyectos vinculados a museos etnográficos y veía que lo que se hacía desde ellos era poner en valor un patrimonio cultural con el único objetivo de atraer turistas pero no para dinamizar la población y la vida de la gente que vivía en esa zona”, explica Bea García. Su intención, afirma, era poner en valor “no sólo lo que fuimos, sino lo que estamos siendo y lo que podemos ser”.

Los proyectos debían ser “por y para el pueblo” y se lanzaron a la búsqueda con una referencia muy clara, el Festival de Cans, que se celebra cada año en la localidad gallega del mismo nombre, coincidiendo siempre con el certamen de cine de Cannes, y donde Moisés Álvarez se encarga de la difusión. “Es una iniciativa en la que todo el pueblo está implicado, donde la gente ofrece sus casas para alojar a los invitados y las proyecciones se hacen desde en bodegas, a almacenes de los habitantes”, explica la impulsora de RuralActual.

Proyectos efímeros y estables

Tras varios meses investigando y buceando comenzaron a llenar de contenido la web. Por ahora hay referencias online de cerca de 40 iniciativas repartidas entre España y Portugal, pero los responsables del proyecto tienen localizadas más de 150. “Hemos visto que cada año nacen 15 iniciativas nuevas en el mundo rural”, subraya Bea García. Fundamentalmente son de dos tipos: las que llaman efímeras, y que se tratan de festivales de cine, teatro, poesía o danza contemporánea y que duran un tiempo determinado, y las que son constantes y se realizan con la celebración de charlas, talleres, ciclos, exposiciones o cualquier otra actividad que puede verse en todo centro cultural urbano.

“Sobre todo lo que buscamos es que sean proyectos alejados de los tópicos rurales y que no sean ovnis”, afirma. Es decir, que cuenten con la población de donde se realice el proyecto, y que sobre todo dejen una buena huella en el territorio. Pone como ejemplo Nodar Rural Art Lab una especie de residencia artística de creación de arte sonoro que desde hace 10 años se viene realizando en varias aldeas portuguesas. Han pasado por ella multitud de creadores y la única condición es que hagan formar parte de sus trabajos a los habitantes de las aldeas. “Hay otras residencias que lo que buscan es precisamente el aislamiento, pero ese no es el espíritu”, indica García, quien cita unas palabras de Luis Costa, uno de los impulsores de este proyecto, para situar la importancia de la iniciativa en la zona: “El verdadero logro de Nodar Rural Lab no está en el número de obras y artistas que han pasado por la aldea, sino en el visible incremento de la autoestima colectiva e individual de las comunidades de la zona. El hecho de ver retratado su quehacer cotidiano, sus memorias, opiniones y vivencias, de ser escuchadas, fotografiadas, filmadas y, finalmente, representadas en los trabajos presentados por los/as artistas ha puesto en marcha un proceso de cambio de perspectiva y valoración de su propia realidad e identidad”.

“Con el tiempo, RuralActual quiere convertirse no solo en una herramienta de difusión de proyectos sino también en un instrumento más para lograr un trabajo en red de información y de conexión entre unos y otros. ”Las mayores dificultades para sacar adelante una iniciativa cultural ahora es, en el mundo rural y el urbano, la financiación y por ello queremos ir dando información o ir preparando campañas para que puedan realizarse, informa García. La otra gran dificultad a la que se enfrentan estos proyectos en el mundo rural es “la conexión con la gente del pueblo y lograr que no te vean como el forastero que llega a hacer cosas”, señala García, quien cree que por ello la plataforma puede servir para lograr es “punto de comunidad.

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