Preguntas para 2015, el año de las mil elecciones

Ha sonado el despertador. Hoy comienza la era Syriza en Grecia y hoy comienza la montaña rusa electoral en España con el adelanto en Andalucía que puede determinar todo lo demás. Hay que tomarse algo para la resaca de estos días que parecían el 2014 estirándose y pegarse un buen remojón de agua fría en la cara, porque, ahora sí, ha comenzado 2015. Y viene con preguntas.

Estas son solo algunas:

Enero. ¿Un Gobierno de Syriza en Grecia es bueno para Podemos, como siempre decimos, o en cambio se volverá en su contra?

El gran beneficiado en España de la gran victoria de Syriza es Podemos, de eso no hay duda; los dos partidos están hermanados ante la opinión pública. Grecia es un spoiler. Pero como no sabemos cómo termina la película, en las últimas semanas en Podemos se han guardado un poco las espaldas con la coalición de izquierdas griega, antes de participar en su campaña. Por lo que pueda pasar. Carolina Bescansa trasladaba el mensaje de que entre Podemos y Syriza hay “muchas diferencias” y que lo que pase allí no puede verse “como una versión anticipada” porque “Grecia no es España”. En este 2015 veremos si lo que ocurre allí retroalimenta a Podemos o manchan por asociación un currículum hasta ahora limpio.

Marzo. ¿Qué pasará en Andalucía si el PSOE necesita a Podemos para gobernar?

Esta parece fácil - Podemos no va a pactar con el PSOE y puede que el PSOE no lo necesite - pero se puede complicar. Teresa Rodríguez representa a una base social de los círculos de Podemos más contrarios precisamente con las estrategias políticas pactadas en reuniones cerradas. Ha sido crítica muchas veces con el pacto PSOE - IU. Pero, en el caso de que Podemos someta a referéndum su apoyo al PSOE en la Junta, puede ocurrir que los votantes de Podemos en Andalucía, que, si son muchos, serán exvotantes del PSOE, decidan que quieren ver a Podemos gobernando consejerías. ¿Por qué opción hará campaña Rodríguez? Y, no menos importante teniendo en cuenta que en este round se juega mucho más que Andalucía, ¿qué opción prefiere Pablo Iglesias? El resultado de IU, que curiosamente resiste mejor en Andalucía gobernando que en otras comunidades siendo oposición, también será determinante.

Abril. ¿Dejará Izquierda Unida de darle al botón de '5 minutos más' en el despertador?

El despertador de 2015 ha sonado y en la dirección de Izquierda Unida siguen remoloneando en la cama. De vez en cuando parece que sí que se desperezan, pero para algunos es solo para darle al botón de '5 minutos más'. La pesadilla orgánica mantiene atrapados a un buen número de militantes renovadores y críticos con la actitud pasmada de quienes mandaban en el partido a nivel estatal y en comunidades como Madrid. Alberto Garzón acaba de recibir la misión interestellar de salvar la vida del partido que tardó demasiado en confiar en él; ya veremos a qué precio, porque una escisión es a día de hoy una posibilidad.

Mayo. ¿Qué pasará en las municipales y autonómicas de mayo con el laberinto de las confluencias, coaliciones y candidaturas ciudadanas?

El problema será, como mínimo, de comunicación. Un votante cualquiera puede llegar a tener que elegir al llegar al colegio de electoral una papeleta para el Ayuntamiento para votar a ¿Ganemos? ¿Somos? ¿Marea? ¿Otro nombre? Dependiendo del sitio, estará votando una candidatura donde Izquierda Unida tiene mucho peso, o donde los movimientos sociales tienen mucha fuerza e IU ninguna, o que ha sido impulsada por Podemos, etc. En la mayoría de las comunidades, además, este votante tendrá que elegir otra papeleta para el parlamento autonómico, pero entre las opciones no encontrará probablemente la misma marca que ha elegido para las municipales. Vote usted X en las municipales pero Y en las autonómicas. Un poco lío.

Esto, que no deja de ser una muestra de cómo los procesos electorales han resultado ser mucho más rápidos que los procesos de recomposición política que se están viviendo, tiene otra derivada mediática: ¿quién se atribuye los resultados? Cuándo los medios hagamos el mapa del reparto de poder en las municipales, ¿quién presume o reniega de ellos? Efectivamente, los ciudadanos que quieran un cambio valorarán que se ha producido el cambio, en cada lugar el que ha sido posible. Pero ya sabemos que las lecturas estratégicas de los partidos son más frías que todo eso, sobre todo en la actual disputa por la hegemonía política del cambio.

Junio. ¿Será Ada Colau alcaldesa de Barcelona? ¿Será Esperanza Aguirre alcaldesa de Madrid?

La primera se presenta, eso seguro, y además con el apoyo de ICV, Podemos o EUiA dentro de Guanyem. La segunda está pendiente del dedo de Rajoy y luego de quién sea el alcaldable de confluencias o pactos poselectorales de Podemos/IU/Ganemos. Ambas protagonistas prometen, cada una desde su sitio, elevar muchísimo la intensidad del discurso político a nivel municipal. Lo que pueda hacer cada una en su ciudad durante los primeros meses va a determinar mucho lo que suceda en las generales. Si Colau consigue la alcaldía - que no lo tiene fácil - tendrá una especie de deber moral y sobre todo una presión política brutal para demostrar en pocos meses que la hipotética llegada de Podemos a Moncloa no sería la tragedia que sus oponentes pintan. No son exactamente el mismo partido pero la asociación de ideas será inevitable.

Junio. ¿En cuántas comunidades gobernará Podemos?

Los resultados más favorables para Podemos en las encuestas, que cambiarán, se dan en Asturias, la Comunidad de Madrid o la Valenciana, sin contar con lo que haya pasado en Andalucía y lo que pueda pasar luego en Catalunya. Y ojo a Aragón. Pero, según las encuestas a día de hoy, en todos los casos le harían falta acuerdos o pactos, con IU, con el PSOE o con los dos a la vez, cosa que parece muy complicada. En otros lugares, como Navarra o Cantabria, Podemos podría facilitar o formar gobierno con compañeros de viaje tan dispares entre sí como la izquierda abertzale o Miguel Ángel Revilla.

Junio. ¿Qué resultado del PSOE en las municipales y autonómicas protegerá a Pedro Sánchez de Susana Díaz?

Ninguno. La presidenta andaluza tiene muy claro que quiere ser ella la candidata del PSOE a la Moncloa y ya ha confesado que no presentarse a la secretaría general - porque no quería enfrentarse a Eduardo Madina - fue “dejar pasar un tren”. Acaba de decir, justo antes de convocar las andaluzas, que solo piensa en Andalucía, pero no se conoce a ningún político que diga antes de presentarse a unas elecciones que luego abandonará el puesto. El aparato del PSOE le regaló ese billete en el vagón preferente a Pedro Sánchez, que ahora ve cómo le quieren bajar en la primera parada. Curiosamente, los resultados en las autonómicas de los barones regionales, los que pusieron y ahora quieren quitar a Pedro Sánchez, son los que determinarán la fortaleza de Sánchez en esas primarias.

Julio. ¿Quién se convertirá en el alcalde mediático del verano?

Este verano, con un par de meses ya de rodaje para las nuevas corporaciones municipales, la serpiente informativa que llenará los programas políticos y las tertulias será si tal o cual alcalde, o alcaldesa, “próximo a Podemos” está demostrando ser una bendición o un desastre. No hace falta que se trate de una gran ciudad; a poco que surja la polémica en un ayuntamiento de cualquier pueblo más o menos conocido, los medios harán el resto. No hace falta que se trate de un caso de corrupción; con que no funcione bien la recogida de basura, ya valdrá.

El equipo de Pablo Iglesas quiso prevenir esta situación evitando que Podemos concurriera a las muncipales para “preservar la marca” para las generales. Pero las presiones internas, la oportunidad de poder y la determinación por no dejar ni un gramo de su notoriedad en manos de Izquierda Unida a través de los Ganemos han provocado una enorme ambigüedad sobre el papel de Podemos en las municipales que les vincula con lo que pase sin haberse vinculado formalmente.

Agosto. ¿Quién será el candidato del PSOE a las elecciones generales?

¿Pedro Sánchez o Susana Díaz? ¿A quién apoyará Eduardo Madina? ¿Quién puede erigirse en barón determinante después de los resultados de las autonómicas? ¿Cuánta gente participará en el proceso de primarias? ¿Da tiempo a que surja algún candidato más con posibilidades?

Septiembre. ¿Qué va a pasar tras las elecciones catalanas?

Esta pegunta podría dividirse en otras 10. Se celebran el día 27 y ERC es la favorita por el descalabro moral y los enredos de CiU; Podemos amenaza con romper el tablero con su discurso post-territorial que le permite decir lo mismo en las autonómicas que en las generales: 'somos el único partido estatal con posibilidades de gobernar y darle la autodeterminación a Catalunya, pero no os vayáis, que los malos son otros'.

CiU fracasó en su primer adelanto electoral plebiscitario. La consulta del 9N fue bien, gracias, pero no fue la bomba para el independentismo. Así que este puede ser el último cartucho. Si ERC gana y CiU se lanza con ella en su anunciada ruta común para el independentismo, viviremos un final de 2015 muy tenso. Tendremos a Rajoy haciendo campaña para las generales contra una Catalunya de gobierno soberanista que anuncia que “ejercerá la independencia”; a Podemos, en mitad de todo este lío, intentando capturar el voto de los antiguos barrios y pueblos del PSOE pero sin separarse un metro de defender el derecho a decidir a la vez que hace para las generales un discurso de 'nuevo orgullo nacional' para robarle votos al PP o no dejarse comer un metro por Ciudadanos. Liazo.

Octubre. ¿Retrasará Mariano Rajoy las elecciones a 2016?

Rajoy quiere retrasar todo lo posible las elecciones para darle algo más de tiempo a las cifras macroeconómicas que le son favorables. Según una interpretación de la ley, Rajoy podría estirar la legislatura hasta principios de enero y posponer las elecciones generales que deberían celebrarse en noviembre.

Noviembre. ¿Cuánto da de sí Albert Rivera?

Cuando un amigo te dice 'mira, si no te quiere, se lo pierde; en realidad tu estás mejor sin esa persona', suena a una enorme mentira para alivar la pena y la frustración. En el caso de Albert Rivera con Rosa Díez, no hay sin embargo una verdad más grande.

Albert Rivera no confronta ideológicamente con Podemos sino que se sitúa en su lado de las cosas. Sabe que puede ganar mucho si dibuja un eje político que no sea izquierda-derecha sino viejo-nuevo. Rosa Díez no puede hacerlo porque tiene demasiado pasado; Albert Rivera, sin ella, sí. Ciudadanos será clave en la formación de muchos ayuntamientos y quizá para Rivera, una campaña estatal siendo una nueva figura en alza sea mucho más atractiva que volver a ser 'el aguafiestas' del soberanismo catalán.

Diciembre. ¿Quién gobernará España en 2016?

El año de nuestras vidas nos va a dejar lo mejor para el final. De la misma manera que 2015 en realidad no ha empezado hasta hoy, no terminará hasta que no se celebren las elecciones generales, aunque Rajoy decidiera que fueran en enero. En la pelea PP-PSOE-Podemos, sin mayorías absolutas, la gran clave es quién gana pero también quién queda segundo.

Si gana el PSOE y el PP queda segundo, la historia es fácil. El PP puede dejar gobernar al PSOE, sin duda, y el PSOE hará lo posible para obviar a Podemos. Podemos tendrá unos años para afianzarse como partido y aprender a jugar con paciencia desestabilizadora, como ha hecho Syriza durante años.

Si gana el PP y el PSOE queda segundo, la cosa empieza a complicarse. El PSOE puede pedir a Podemos que vote su investidura de gobierno. Podemos tendrá una decisión muy complicada: darle el gobierno al PSOE por acción - cosa que rompería su discurso anticasta - o dárselo al PP por omisión. Si esto último sucede, al PSOE siempre podrá expiar la culpa contra Podemos “por haber permitido un gobierno del PP” y aprovechar para reiventarse haciendo oposición, que más fácil.

Si gana el PP y Podemos queda segundo, es otra película totalmente diferente. Pablo Iglesias no podrá renunciar a la posibilidad de gobernar si la tiene porque toda su identidad está basada en la victoria y en la urgencia. Tirará de apoyos parlamentarios a su izquierda y de nacionalistas (si promete la autodeterminación y otros procesos constituyentes) y el PSOE tendrá que mojarse en una decisión que les marcará durante años: gran coalición PP-PSOE (aunque no entrara en el gobierno) o permitir un gobierno de Podemos que además conlleva compromisos de cambios territoriales.

Si gana Podemos y el PP es segundo, el poder simbólico de la victoria de Pablo Iglesias será tan potente que sería realmente arriesgado para el PSOE pactar con el PP para darle el Gobierno a Rajoy. Los estrategas de Ferraz contemplarán la posibilidad de mantenerse desde la oposición al acecho de un gobierno en minoría de Podemos, cruzando los dedos para que sea demasiado débil o torpe como para cumplir la mitad de las expectativas de su electorado. Y esperar a que caigan.

Si gana Podemos y el PSOE es el segundo, la maquinaria económica y política luchará contra las resistencias internas en el PP y puede que Rajoy, antes de irse, comprometa su apoyo al PSOE para evitar el gobierno de Iglesias. Veremos si a cambio de ministerios, como sueñan las grandes empresas españolas.

Sí. Las respuestas a esta última pregunta entran ya sin complejos en el campo de la política ficción. Pero no perdamos de vista que las hipótesis sobre las elecciones generales van a determinar las decisiones en todos los puntos de inflexión anteriores. Este año hay que vivirlo mes a mes pero políticamente que pensarlo empezando por el final.

La cuestión es que en este 2015 no es que vayan a pasar muchas cosas, es que va a pasar una sola. Una sola cosa, densa y extendida sobre una tostada que nos espera desde hoy, desde ahora que nos ha sonado el despertador, y que comeremos en 12 bocados. Hagan café, que nos hará falta.

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Este es el primer post de este nuevo blog, donde me mudo desde juanlusanchez.com. Los próximos posts prometo que serán más breves.