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Inhabilitado dos años un entrenador de alevines por agredir a una colegiada

Una colegiada, ajena a la información, en un partido infantil

Iker Rioja Andueza

D.T, entrenador de fútbol y nacido en el siglo XXI, ha sido inhabilitado para el ejercicio de ese puesto durante dos años por haber agredido física y verbalmente a la colegiada que dirigía el partido alevín entre el Txantxarrene de Leioa y la SD Plentzia. La árbitro recogió en acta todos los comentarios vejatorios que profirió el joven -aún menor de edad- desde el inicio del choque y también su agresividad luego de que viera la tarjeta roja. El comité de competición de fútbol escolar de Bizkaia ha buscado una sanción “ejemplarizante” para evitar que proliferen nuevos episodios de violencia en el deporte de base.

“Estoy tranquila porque he hecho mi trabajo”, explicaba la afectada a la edición local de 'El Correo'. En el acta, también consta cómo el joven técnico pidió apoyo del público para presionar a la colegiada, si bien los espectadores le invitaron a que abandonara el terreno de juego y se controlara.

Desde el club Txantxarrene han explicado a eldiarionorte.es que el joven “sabe que ha hecho mal y punto” y apuntan que no ha regresado a los entrenamientos de su equipo, conformado por niños de 10 a 12 años. “Tuvo un día malo”, repiten desde la entidad, que ha “comentado” con el resto de preparadores la importancia de mantener la calma ante los lances polémicos del juego y más en categorías escolares. Eso sí, critican también que “a los árbitros ahora no se les puede decir nada”.

En la Cadena Ser, el vicepresidente de la federación vizcaína, José Ángel Labrador, ha defendido la actuación de la colegiada. “La llamó de todo, desde puta hasta payasa”, explica. No obstante, recuerda Labrador que en el deporte escolar vizcaíno existe la posibilidad de sacar una tarjeta negra que implica la suspensión del partido e incluso la actuación de la Ertzaintza.

Un mundo masculinizado

Según el último plan de igualdad del Gobierno vasco, el mundo del deporte es uno de los ámbitos más masculinizados en la sociedad. “Cuando las mujeres se salen de los roles establecidos en el ámbito deportivo aparecen grandes resistencias. Por ejemplo, se considera una ruptura de estereotipos que las mujeres tomen decisiones o sepan mucho de deporte y ni que decir que una mujer arbitre un partido jugado por hombres. Genera gran resistencia, en general, la participación de las mujeres en los lugares donde hay poder”, explica Ainhoa Azurmendi, autora de un informe sobre la presencia femenina en el deporte.

Una colegiada que ejerce en Álava, Maite Guilarte, explica que “el deporte escolar está muy contaminado” por la presión que sufren los colegiados. Según la investigación de Azurmendi, esa presión se redobla en caso de que el partido lo dirijan mujeres. “Normalmente son todos chicos”, explican desde el Txantxarrene. Según Guilarte, entre los territorios vascos Bizkaia es precisamente el que más mujeres árbitro tiene, aunque apenas superan la docena.

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