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Las claves del pre-acuerdo de Faurecia: mantener los proyectos, prejubilaciones y traslado de personal

La planta de Faurecia ubicada en el municipio navarro de Burlada.

Garikoitz Montañés

El Consejo de Administración de Industrias Cousin Freres (ICF) informó el pasado 5 de febrero al Comité de Empresa de Faurecia, la planta ubicada en el municipio navarro de Burlada y con 40 años de historia, que la continuidad de la fábrica no era viable. Los 191 trabajadores y trabajadoras se veían entonces con una indemnización de veinte días y en la calle. ICF no puso entonces una fecha, al iniciar una negociación con la plantilla, pero el proceso apuntaba al 31 de marzo. Y la patronal, a través del despacho de abogados Garrigues, no varió su posición hasta hace prácticamente una semana pese a las críticas constantes en la prensa, las pancartas, las reuniones mediadas por el Gobierno Foral y las manifestaciones. De ahí que ahora el Comité de Empresa vea como una conquista el pre-acuerdo alcanzado entre ambas partes y que, por el momento, prolonga la actividad de la planta al menos hasta el final de 2016. Eso sí, las condiciones deben ser ratificadas en asamblea.

Este plazo viene a confirmar lo que habían denunciado fuentes de la plantilla: que había dos proyectos (la firma fabrica correderas para asientos delanteros de vehículos), uno con Volkswagen Navarra que supone la mitad de la producción de la planta, y otro con Fiat que cubre una cuarta parte del trabajo, que permitía prolongar la vida de Faurecia otros dos años. Sin embargo, acusaron al grupo (esta planta depende de las multinacionales Faurecia y Lear, un vínculo no exento de tensión) de querer deslocalizar la producción, enviándola a Francia y Polonia. Ahora, se mantendrían estos proyectos y se intentará, a través del Ejecutivo foral, atraer más productos o bien lograr el apoyo de otro inversor que permita extender la vida de la fábrica más allá de 2016.

En cualquier caso, lo que está claro es que este pre-acuerdo permitiría ganar tiempo; no obstante, aún no está cerrado. Falta, según confirman fuentes de ICF, que lo ratifique el Consejo de Administración y, además, la propia plantilla en una asamblea prevista para este sábado a las 11:00 horas. Este principio de acuerdo se alcanzó entre los abogados de Garrigues y el propio Comité entre el jueves y el viernes, de madrugada, tras una larga jornada cerrando detalles. Así, la Federación de Industria de CCOO ha podido anunciar esta mañana, a través de un comunicado, el pre-acuerdo, al que se ha referido como un paso “positivo”.

Los detalles del pre-acuerdo

Su contenido es el siguiente. La planta, que en la actualidad cuenta con alrededor de 191 trabajadores, pasaría a tener 126 este año y alrededor de 110 en 2016. Para ello, se ofrecerán prejubilaciones para personal a partir de los 55 años de edad (que pueden ser unas 46 personas), también se ofertarán recolocaciones en la planta pamplonesa de Tecnoconfort (11 puestos) y en Tudela (alrededor de 27), además de en puntos fuera de Navarra, y, por último, se ofrecerán bajas incentivadas con 40 días y un máximo de 36 mensualidades. Con este paquete de medidas, desde el Comité de Empresa valoran que se evitarían las “salidas traumáticas” y se lograría la viabilidad de la planta, comprometiéndose a reducir en un 8% el coste salarial (desde la plantilla esperan que no sea a través del sueldo, sino en otros gastos como transporte o vestuario), sin perjuicio de que haya cantidades que puedan recuperarse si finalmente se logran beneficios.

El portavoz del Comité, Alfredo Sanz, considera que estas condiciones suponen una buena solución para una plantilla que llevaba en huelga indefinida desde el 13 de febrero y que notaba que los responsables de la fábrica, como reconocieron fuentes de la empresa, no le veían “futuro”. Por el momento, y si se ratifican todos los acuerdos y se cumple la palabra dada, este se puede alargar hasta 2016, aunque falta atraer proyectos y sacar adelante la producción. En definitiva, como apunta Sanz, “toca trabajar”.

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