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La plantilla de Faurecia cree que la firma quiere “una deslocalización pura y dura”

Garikoitz Montañés

La esperada reunión entre el Comité de Empresa de la planta de Faurecia-Lear en el municipio navarro de Burlada y representantes de la firma parece estar abocada al fracaso. Según los trabajadores, a raíz de los portavoces que la propia multinacional ha elegido para la cita: dos abogados de la firma Garrigues,experta en Mercantil (entre cuyos temas se abordan liquidaciones de empresas) y dos de la asesoría que se encargó de estudiar la situación de la planta. Por lo tanto, los delegados sindicales consideran que, más que servir para plantear un plan de viabilidad para esta firma vinculada a la fabricación de componentes para la automoción, desde la compañía de origen galo tienen claro su futuro: “Apuestan por una deslocalización, pura y dura”. Ante este panorama, aseguran que acudirán a la reunión, pero que no tiene sentido sentarse a hablar en esas condiciones.

Esta cita, prevista para la mañana de este viernes, se produce tras el anuncio hace una semana de los responsables del Consejo de Administración de la compañía, llegados desde Francia, de que las cifras no acompañan y que la empresa no es viable. En concreto, a través de un comunicado, la firma Industrias Cousin Freres (ICF) aseguraba que su planta de Burlada ha experimentado un descenso de las ventas, no se han renovado “importantes” proyectos y se ha perdido competitividad en el mercado europeo.

Desde el Comité, por su parte, recordaron que se trata de una planta, la de Burlada, arraigada desde hace 40 años y que prácticamente durante 37 ha dado beneficios, pero también se mostraban dispuestos a buscar soluciones. Como, por ejemplo, estudiar posibles reducciones de salario, prejubilaciones para las 36 personas de la plantilla que superan los 55 años o forzar para que los proyectos se mantengan en Navarra, ya que prácticamente la mitad de la producción (la firma fabrica correderas para asientos delanteros de vehículos) está vinculada a Volkswagen Navarra.

Ambas partes abrían una puerta a la negociación este viernes, cuando está previsto ese primer cara a cara. Sin embargo, el Comité se siente “engañado” porque desde la firma les hablaron de abrir un proceso de negociación para estudiar soluciones, pero consideran que la decisión “ya está tomada”. Y más cuando a la mesa se sentarán “dos abogados de Garrigues”, según apunta el presidente del Comité, Alfredo Sanz. “Hablan de que no hay producción, pero lo cierto es que el proyecto con Volkswagen estaba cerrado al menos hasta 2016. Sin embargo, quieren cerrarnos y llevárselo por el momento a Francia. Y otro proyecto, a Polonia”, recalca Sanz.

Una nueva reunión

Ante esta situación, la plantilla mantiene su convocatoria de huelga para este viernes. En principio, será indefinida. Se trata de una más de las movilizaciones iniciadas por los trabajadores y trabajadoras (en la actualidad, son 191 personas), como su comparecencia esta semana ante el Parlamento o su reunión con la consejera de Economía y Hacienda, Lourdes Goicoechea. Esta ha planteado al Comité la posibilidad, la próxima semana, de concertar una reunión a tres bandas, entre representantes de la firma, la plantilla y el propio Ejecutivo, para estudiar qué futuro se presenta para la planta. Del tono de esa cita dependerá si la plantilla mantiene la medida de presión de la huelga.

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