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Pedro Sánchez cierra las listas del 26J tras encontrar más tensiones de las que esperaba

Pedro Sánchez junto a Margarita Robles, que será su número dos, y la líder del PSOE en Madrid, Sara Hernández. Foto: PSOE.

Irene Castro

Pedro Sánchez tiene ya diseñadas las listas con las que el PSOE concurrirá el próximo 26J. Aunque la intención del secretario general era mantener las mismas candidaturas que hace cinco meses salvo cambios provocados por “circunstancias sobrevenidas”, el proceso de reelaboración de las listas ha generado más “ruido” del que inicialmente esperaban en las plantas nobles de Ferraz. El principal enfrentamiento se ha producido con el presidente valenciano, Ximo Puig, que ha mantenido hasta el final su pulso para intentar una alianza con Podemos y Compromís para el Senado. Pero Sánchez se ha impuesto y ha vencido el “no, gracias” a los de Pablo Iglesias. La colocación de los aspirantes al Congreso también ha generado tensiones en algunas federaciones, como Madrid y Castilla y León.

La federación valenciana ha defendido con vehemencia su propuesta de alcanzar un acuerdo con Podemos y Compromís para ir el Senado juntos para tener más posibilidades de arrebatar al PP su mayoría absoluta (los conservadores tienen nueve de los doce senadores que reparte la comunidad). Sin embargo, el 'no' generalizado de Sánchez a la oferta que le trasladó Pablo Iglesias se hizo extensible también a la federaciones socialistas que mantenían conversaciones con las organizaciones territoriales de Podemos y algunos partidos regionalistas. 

A pesar de la negativa de Ferraz, Puig ha mantenido el pulso hasta el último momento. El número dos del PSPV, Alfred Boix, ha presentado ante la Comisión Federal de Listas -que es el órgano encargado de dar el visto bueno a las candidaturas planteadas por las federaciones- una propuesta de acuerdo con Podemos y Compromís inspirado en el Pacto del Botánico que les permite gobernar la Generalitat. “No soy un cobarde”, dijo el presidente valenciano para sostener que defendería hasta el final su planteamiento. Los socialistas valencianos son conscientes de que ir por separado -mientras que Podemos y Compromís sumarán fuerzas con IU- puede dejarles sin representación en la Cámara Alta.

La Comisión Federal de Listas se ha opuesto definitivamente. Ninguna de las demás federaciones les ha apoyado tampoco. Susana Díaz, pese a su cercanía al presidente valenciano, también rechaza la propuesta. El PSPV ha optado por su 'plan B': mantener los mismos nombres para el 20D. Esa es la decisión que ha aceptado Ferraz. No obstante, es un planteamiento que no ha sentado bien a la dirección valenciana: “Considero que es un error de esta dirección, pero dijimos que no íbamos a hacer nada que fuera en contra de los órganos del partido. Lamentablemente tendremos que no contemplarlo. Es una lástima”, ha sentenciado “dolido” el secretario de Organización valenciano tras la reunión de la Comisión Federal de Listas.

A la dirección de Sánchez le ha enfadado la actitud de Puig de llevar hasta el final su planteamiento al considerar que generaba “ruido”. Además, lo rechazaron desde el primer momento. Uno de los argumentos es que no puede llegar a un acuerdo con fuerzas que defienden el derecho a la autodeterminación. El PSPV sostiene que la “realidad valenciana” no se puede comparar a la del resto del país y que en la comunidad una alianza permitiría arrebatar al PP la hegemonía en el Senado. 

El repuesto de las bajas de Madrid

La lista de Madrid, que encabeza Sánchez, ha seguido el segundo frente que más quebraderos de cabeza ha generado a Ferraz. Las renuncia de Carme Chacón provocó la marcha de Meritxell Batet a Barcelona para encabezar la lista y dejó en el aire el segundo puesto, que el candidato consiguió “en 24 horas” solucionar con el fichaje de la magistrada Margarita Robles. Ha sentado bien en general en las filas socialistas.

La renuncia de Irene Lozano dejó vacante el cuarto puesto, aunque supuso un alivio en el partido, que había rechazado su llegada por las críticas que había vertido desde UPyD. Su llegada provocó un profundo malestar en las filas socialistas, especialmente entre destacados barones. En el PSOE madrileño barajaban suplir su baja con Mari Luz Rodríguez, aunque ella tuvo dudas de que se lo propusieran y finalmente optó por retirarse.

La secretaria de Empleo no podía repetir como cabeza de lista por Guadalajara porque el PSOE de Emiliano García-Page optó por reemplazar al que inicialmente ocupaba ese puesto, Pablo Bellido, que renunció al estar imputado, pero la causa contra él se archivó después de las elecciones. Su desplazamiento a Guadalajara desde el número cuatro de la lista madrileña molestó a Rodríguez, cuyo distanciamiento con Sánchez se acrecentó aún más tras la firma del pacto con Ciudadanos. Salvo ese cambio, el PSOE de Castilla-La Mancha ha mantenido sus candidaturas, pese a la presión de Ferraz para colocar en la papeleta del Senado a Magdalena Valerio, exdiputada muy próxima a Sánchez y miembro del Comité de Expertos que le asesoró durante la anterior campaña y del que muchos de sus integrantes, como Ángel Gabilondo o Rafael Bengoa, suenan como ministrables en el caso de que Sánchez llegue a Moncloa.

El PSOE madrileño, que había empujado por que Ferraz mejorara la posición de la exdiputada Ángeles Álvarez, que se quedó fuera del Congreso porque no lograron más que seis escaños -iba en la octava posición el 20D, mantuvo la incógnita sobre el relevo de la cuarta plaza. A última hora de la tarde, Álvarez fue confirmada como número 4 de la lista. “Hace que estemos aún más satisfechos”, ha expresado la líder del PSOE de Madrid, Sara Hernández, al anunciar la confirmación de la lista.

En la federación madrileña hubo un importante malestar durante la elaboración de las listas de las pasadas elecciones por las imposiciones de Ferraz, que desbancaron a destacadas dirigentes a otras posiciones por los fichajes de Lozano y Zaida Cantera, que repetirá como número seis. Eduardo Madina se mantendrá en el séptimo puesto, pese a la presión ejercida por algunos barones, entre ellos Susana Díaz, para que Sánchez le garantizara un puesto de salida. Sánchez se negó y aseguró que su puesto era “digno”, pese a que se quedó sin escaño en el último momento del recuento.

Tensión por no cumplir el mandato de las provincias

Pese a la presión que han ejercido las direcciones provinciales para reemplazar en las listas a los que fueron elegidos para el 20D y eliminados por Ferraz, la dirección se ha mantenido firme. Son los casos de la orensana Laura Seara y Julio Villarrubia, de Palencia. A pesar de que fueron elegidos por sus correspondientes comités provinciales, Ferraz les sacó de las candidaturas para las últimos elecciones.

La consigna de la dirección fue mantener las mismas listas que en los comicios de diciembre salvo “circunstancias sobrevenidas”. Pero las direcciones provinciales de Ourense y Palencia celebraron sendos comités en los que se reeligió tanto a Seara como a Villarrubia, ambos del sector más crítico con el secretario general. No obstante, ni la federación gallega ni la de Castilla y León han planteado a la Comisión Federal de Listas que se replanteara su inclusión por lo que de nuevo se quedarán fuera de nuevo. 

La de Villarrubia no ha sido la única tensión en Castilla y León, donde varias agrupaciones de El Bierzo presionaron para suplir al número dos por León, Ibán García del Blanco, por un dirigente de esa zona. Además, el sector más crítico aducía que García del Blanco, miembro de la Ejecutiva de Sánchez, está denunciado, junto a otros exconcejales leoneses, por un funcionario que asegura que sufrió discriminación laboral durante el mandato del PSOE en el Ayuntamiento. La dirección regional sostiene que la causa -abierta a raíz de una denuncia en 2011 por unos hechos presuntamente cometidos en 2007- volverá a archivarse y ha mantenido intacta su propuesta, que ha sido aprobada en la Comisión Federal de Listas.

No obstante, la decisión de mantener fuera a Seara y Villarrubia ha provocado varios votos particulares, entre ellos el de la federación andaluza, que ha manifestado sus reticencias a que se hayan impuesto candidatos distintos a los que han aprobado los comités provinciales y a que no se haya tenido en cuenta la opinión de la dirección leonesa sobre la representación de El Bierzo, según fuentes presentes en la Comisión Federal de Listas.

El organismo ha acometido otros cambios de menor envergadura y sin apenas discusión. Algunos de ellos han sido por renuncias de los anteriores aspirantes -la mayoría por encontrarse en nuevos proyectos laborales-. En Extremadura, se ha modificado la candidatura para que la encabece Marisol Pérez, que ocupó la tercer posición. Pérez fue incluida en la dirección del Grupo Socialista que presidía Sánchez.

Imagen de unidad

Las listas tendrán que ser ratificadas definitivamente en el Comité Federal que el PSOE celebra este sábado y en el que también será aprobada de manera definitiva la candidatura de Sánchez a la presidencia del Gobierno. La reunión será esta vez tranquila. “La sangre nunca llega al río en el Comité Federal”, bromeaba un destacado dirigente a su salida de Ferraz este viernes. 

Susana Díaz será la encargada de presentar a Sánchez en el acto que el PSOE ha programado también para este sábado como pistoletazo de salida de la precampaña. El candidato se lo pidió a la presidenta andaluza, que aceptó. Hace unos meses fue el asturiano Javier Fernández el encargado de presentar a Sánchez como aspirante a la Moncloa. Además, el secretario general ha citado a los barones este viernes antes del Comité Federal. En Ferraz tratan de dar normalidad al encuentro, al que no asistirán Ximo Puig, Luis Tudanca, y Guillermo Fernández Vara por cuestiones de agenda. 

El PSOE quiere hacer gestos de unidad tras los meses de tensiones tras el 20D y antes de lo que suceda en las elecciones de junio. En las filas socialistas se da por hecho que si Sánchez no gana y no consigue ser presidente, Díaz dará esta vez la batalla por hacerse con el liderazgo del partido. Hasta entonces, habrá una tregua, como pidió Sánchez al sector más crítico en la última cita del Comité Federal hace dos semanas: “Unidad y confianza” en torno a él, fue lo que les solicitó antes de reconocer, a puerta cerrada, que el gran enemigo de los socialistas ante el 26J es la división interna.

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