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El temor a un voto de castigo ante la ausencia de integración empaña el inicio de la era Sánchez

Pedro Sánchez saluda a los delegados en el Congreso del PSOE

Carmen Moraga

La segunda jornada del Congreso Extraordinario del PSOE que comienza este domingo puede verse empañada por el voto de castigo a la lista de la Ejecutiva Federal que anoche ultimó de negociar Pedro Sánchez con los dirigentes territoriales. Tanto Jose Antonio Pérez Tapias, dirigente de la corriente Izquierda Socialista, como Eduardo Madina, sus dos rivales en las primarias, abandonaron el Hotel Auditórium desencantados por la cerrazón del nuevo líder a incluir en los órganos de dirección un porcentaje de nombres acorde con el apoyo que recibieron ellos en el proceso, el 15% Pérez Tapias, y más del 36% en el caso del diputado vasco.

Así, en la votación de los principales órganos de dirección podría haber un voto de castigo por los seguidores de ambos rivales de Sánchez, lo que daría la imagen de que la reclamada “unidad” a la que tanto han apelado se encuentra en tela de juicio.

Las votaciones a las candidaturas a los órganos federales (Comisión Ejecutiva, Comité Federal y Comisión de ética y Garantías) se iniciarán a las 9.30 de la mañana y los resultados serán oficiales a mediodía. En ese momento a Sánchez solo le quedará dirigirse en su discurso al nuevo PSOE para certificar el relevo y el nuevo tiempo en el socialismo. A la clausura se espera que acuda José Luis Rodríguez Zapatero, ausente el primer día del cónclave.

La jornada del sábado, que en un principio se prometía pacífica y sin sobresaltos, terminó con el visible enfado de Pérez Tapias y Madina, que no vieron colmadas sus aspiraciones.

Durante toda la mañana y hasta avanzada la noche, en los despachos Birmingham, Manchester y Liverpool, donde los líderes salientes y entrantes se refugiaron para “despachar”, se vivió una intensa actividad. Tanto Susana Díaz como Sánchez fueron recibiendo a los dirigentes de las federaciones para pactar los nombres que irían tanto a la Ejecutiva como al Comité Federal, máximos órganos del PSOE.

Pérez Tapias, que entrará en el comité federal, salió del despacho de Sánchez a media tarde visiblemente contrariado. Según comentó aldiario.es, llego a plantearle al líder la posibilidad de presentar una lista alternativa si no se atendía su deseo de que entrara un porcentaje que reflejara dignamente el apoyo que recibió de una parte de la militancia en las primarias, que superó el 15%. La amenaza al final no se materializó.

Por su parte, Madina se despachó a gusto con el nuevo secretario general y criticó que ni siquiera le había llamado para sentarse a hablar, olvidando sus promesas de “integración”.

En el órgano de dirección entran varios secretarios territoriales, entre ellos el madrileño Tomás Gómez que estuvo pegado a Sánchez durante buena parte de la primera jornada del Congreso. Fuentes de su entorno reconocen que está “encantado” de la nueva etapa, frente a la “frialdad” que mantenía con Rubalcaba.

Además de Tapias y Madina, al equipo de Sánchez se le ha atragantado la relación con el asturiano Javier Fernández. La decisión de la nueva dirección de apartar al asturiano de la presidencia del consejo territorial ha obligado a la dirección a crear un nuevo órgano de “transición industrial” para garantizar la presencia de Fernández y evitar la foto de división. Fernández será sustituido por Susana Díaz en el órgano que reune y coordina a los barones socialistas.

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