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La certeza de una victoria fácil pierde fuelle entre los partidarios de Susana Díaz

La presidenta andaluza, Susana Díaz, durante el acto de conmemoración del 28F.

Irene Castro

La cuenta atrás ha comenzado para Susana Díaz. El 28F era el límite al que la presidenta andaluza no podía anticiparse para anunciar su esperada candidatura para liderar el PSOE. Los socialistas andaluces entendían que no podía quitar protagonismo a los fastos de la región. El día ha llegado y los afines a Díaz esperan que dé un paso al frente en las próximas semanas. Sin embargo, admiten cada vez más nerviosismo por la fuerza que está demostrando su principal rival: Pedro Sánchez. Mientras tanto, las estructuras de apoyo a Díaz van haciendo números.

Cada vez más dirigentes admiten que es el peor momento para la presidenta andaluza y empiezan a no ver clara una victoria arrolladora que daban por segura hace unos meses. “Vamos a tener que sudar la camiseta. Nos tenemos que poner a trabajar en serio”, dice uno de los dirigentes que apoya a Díaz.

“Ella quería un proceso cómodo y sin fractura y lo que vamos a tener es todo lo contrario -dice un diputado-. No lo tiene asegurado”. Aunque en público los socialistas andaluces tratan de restar importancia a los apoyos que recibe el exsecretario general, los partidarios de Díaz no esconden su inquietud.

“Es la que más tiene que perder”, reconocen dirigentes de la máxima confianza de Díaz, que explican que además de su carrera personal se juega lo que pueda pasar en Andalucía. Tendrá que preparar la sucesión, aunque en su entorno aseguran que puede compatibilizar la presidencia con la secretaría general al menos un tiempo. En el sector oficial del PSOE preocupa, además del avance de Sánchez, que la marcha de Díaz a Madrid les haga perder su gran feudo.

Las calculadoras en marcha

En medio de la preocupación, los afines a Díaz echan números por federaciones de los apoyos que pueden obtener. Los socialistas dan por hecho que se impondrá holgadamente en Andalucía, aunque algunos dirigentes admiten que la poderosa federación no está tan amarrada como esperaban. Fuentes socialistas señalan a Almería, Granada y Málaga como las provincias menos controladas. Incluso algunos dirigentes temen que Jaén, tradicionalmente disciplinada, se desmarque más de lo esperado.

En el PSOE también creen que Díaz vencerá en Extremadura –donde Patxi López puede arañar algunos de sus apoyos–, Castilla-La Mancha y Canarias. En Aragón también la dan por victoriosa, aunque en Zaragoza –la provincia con más militantes– puede tener más complicaciones. En la Comunidad Valenciana y Asturias los 'susanistas' también creen que la batalla estará muy reñida. En Castilla y León Sánchez ha hecho una importante demostración de fuerza (unos 1.700 asistentes en Valladolid), pero Díaz cuenta con el respaldo de buena parte de los aparatos provinciales (León, Palencia, Salamanca, Soria o Segovia). López tiene el apoyo del burgalés.

Fuentes socialistas dan por hecho que en Cataluña Sánchez se impondrá por amplio margen y que en Euskadi la presidenta andaluza lo tendrá muy complicado. En Madrid la federación está muy dividida, incluida la dirección. La secretaria general, Sara Hernández, y algunos alcaldes de peso, como el de Fuenlabrada o el de Alcalá de Henares, están con el exlehendakari, mientras que otros miembros de la ejecutiva se han distanciado de la líder regional y permanecen con Sánchez.

Díaz cuenta, además de con los partidarios del exlíder regional Tomás Gómez, con el apoyo del diputado madrileño Juan Segovia y sus afines, entre ellos el concejal en Madrid Chema Dávila. El alcalde de Móstoles, David Lucas, y el parlamentario José Cepeda han virado de apoyar a Sánchez a decantarse por la presidenta andaluza.

La alegría con la que los 'susanistas' acogieron inicialmente la candidatura de Patxi López, porque consideraban que dividía el voto de los críticos, se ha ido disipando. Creen que el exlehendakari no ha conseguido arrancar y temen que una retirada del diputado vasco vuelque la balanza hacia Sánchez.

“Si van juntos, Susana pierde”, reconocen varios socialistas consultados por eldiario.es. Esa opción la rechaza continuamente López: “Mi candidatura se va a votar”, insiste. Pero, además, algunos afines a la presidenta andaluza consideran que el exlehendakari sí se lleva parte del voto de algunos cuadros que entre Sánchez y Díaz se decantarían por ella. Tampoco la decisión de retrasar al máximo las primarias ha cumplido su objetivo de calmar las aguas y desincentivar a los 'sanchistas', según las fuentes consultadas.

Además de la inquietud, el plan de Díaz sigue siendo una incógnita. Inicialmente en su equipo daban por hecho que mantendría escrupuloso respeto por los plazos internos: que no daría un paso al frente hasta que estuviera convocado formalmente el congreso de junio (esto no sucederá hasta principios de abril, según confirman en Ferraz).

La anticipación de Sánchez y Patxi López llevó a algunos de los partidarios de Díaz a apostar por un adelantamiento en la fecha de su anuncio: hacerlo en la celebración que hace el PSOE-A del Día de Andalucía, que este año será el 4 de marzo.

Pero la presidenta y su equipo lo negaron rotundamente. La fecha con la que se especuló después fue la del 11 de marzo, pero es un escenario que también niegan en su entorno, en el que insisten en que habrá que esperar a que el 39º Congreso quede formalmente convocado.

¿Y el anuncio?

La incertidumbre sobre los planes de Díaz genera incomodidad entre algunos de sus partidarios, que temen que la presidenta andaluza se eche finalmente atrás ante el temor que les genera la demostración de fuerza del exsecretario general en sus apariciones públicas en actos multitudinarios.

Díaz lanza mensajes inequívocos de que esta vez va en serio –en 2014 casi todos los barones la animaron a dar un paso al frente, pero todo quedó en un amago, como los intentos para competir contra Sánchez en primarias para la presidencia del Gobierno–. En un acto organizado por el alcalde de Vigo, Abel Caballero, con 2.500 cargos socialistas, Díaz dijo lo que todos querían escuchar pero sin anunciar oficialmente su candidatura: “Tengo ganas, tengo ilusión y me encanta ganar”.

“Habrá momento de hablar del PSOE y que no quepa duda de que hablaré”, insistió ese fin de semana en Valencia ante la presencia del presidente, Ximo Puig. Díaz dejó claro que no quería hablar de ella para no restar protagonismo a los andaluces.

Todas esas declaraciones son para sus partidarios signos inequívocos de que dará, “cuando toque”, un paso al frente. Sus afines creen que no tiene ya otra salida.

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