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Aumentan los ataques a homosexuales rusos ante el silencio del Kremlin

Un joven homosexual ruso es torturado por un grupo neonazi. Imagen obtenida de la web de Spectrum Human Rights Alliance

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La ley del silencio impera en Rusia en lo que respecta a los derechos de los homosexuales. Así lo aseguran algunas plataformas LGTB ante la oleada de agresiones por parte de grupos neonazis como “Occupy Pedofilyaj”. También denuncian la permisividad policial y estatal por parte del Gobierno Ruso, que hace un mes aprobó una ley que prohíbe la “propaganda homosexual”. Así, el colectivo Spectrum Human Rights Alliance asegura que un joven ha sido asesinado a manos del citado grupo y que todavía no se han depurado responsabilidades penales.

La fechoría constituye el último capítulo de serie de agesiones a manos de grupos neonazis cometidos en los últimos meses. Unos actos vandálicos que los propios perpretadores no dudan en difundir por las redes sociales, tal y como recoge la web de Spectrum Human Rights Alliance. En uno de esos vídeos aparece el activista Artem Gorodilov raptado por los neonazis y sometido a continuos zarandeos y burlas en el cementerio local de Kamensk-Uralsky. Sus secuestradores le obligan a situarse sobre la tumba de un joven que se había suicidado meses atrás debido a similares coacciones. Gorodilov también es víctima de un segundo vídeo en el que se observa cómo un grupo de jóvenes le arrojan un vaso de plástico que contiene orina.

Amparados por la permisividad gubernamental

La aprobación por parte del Kremlin de una ley que condena la “propaganda homosexual” ha provocado denuncias y críticas de plataformas LGTB. Dicha norma estipula multas de hasta 31.000 dólares, dependiendo del agente que la infringe. En el caso de que los infractores sean extranjeros, la ley prevé multas y deportación o 15 días de arresto administrativo.

Las manifestaciones convocadas con motivo del Día del Orgullo Gay constituyeron otro punto de fricción entre los activistas y el Kremlin. Éste prohibió numerosas marchas que fueron desoídas por muchos manifestantes. El precio que tuvieron que pagar fueron las indiscriminadas detenciones y las agresiones por parte de los extremistas.

El ejecutivo de Putin ha agitado así un clima hostil hacia el colectivo LGTB, en una socidad ya de por sí contraria al reconocimiento de sus derechos. Así, un estudio del Pew Research Center señala que el 74% de los rusos repulsan la homosexualidad.

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